libro_siglo_20 - page 29

i algo caracterizó esta década
marcada por la impronta bloquista
fue la obra pública. Para Federico
Cantoni —y lo mismo ocurrió
durante la gobernación de Aldo
Cantoni—, las obras no sólo tenían
valor en sí mismas sino que constituían una forma
rápida y efectiva de crear puestos de trabajo y
garantizar un mejor nivel a los sectores más
postergados.
Vamos a reseñar sólo algunas de esas obras
para que el lector advierta la magnitud de la tarea
realizada.
Se terminó el camino Jáchal—Rodeo.
El 9 de julio de 1928 se inauguró el estadio
del parque de Mayo. La pista peraltada del
velódromo fue considerada la más importante de
Sudamérica con una capacidad para nueve mil
personas en sus tribunas. Una de las cuales
estaba protegida por una visera de cemento
armado —verdadero desafío técnico para la
época— que se desplomó para el terremoto.
En sólo once meses se hizo el camino San
Juan—Calingasta, que se inició en 1927 durante
la gobernación de Aldo Cantoni.
Se amplió el parque de Mayo.
Se terminó la construcción del hospital
Rawson.
30
JUAN CARLOS BATALLER - EDGARDO MENDOZA
UNA DECADA DE GRANDES OBRAS
S
n la tercera década aún se registraba una
formidable inmigración.
De España llegan los Clavijo, Castilla y
Portillo. Un año después lo hacen José
Galván y José Crespo García, que venía de
Alicante. Luego se suman otros apellidos como Dacharri,
Pell, Soliveres y Castellano. En el 26 llega Emilio Ventura
Xivixell, un catalán padre de don Emilio Ventura Donper
que vino como empleado del ferrocarril.
La inmigración española en estos años fue tan
grande que es imposible mencionar a todos por lo que
nos limitaremos sólo a algunos apellidos que se
incorporaron: Bermúdez, Ginestar, Platero, Siri, Palmés,
Feles, Frau, Prieto, Canónico, Bulacios, Sevilla, Mestre,
Arusa, Carrascosa, Padró, Madrid, Rebollo, Sastre,
Hurtado, Abadía, Zamora, Recio, Baylón, Sotelo,
Cepeda, Galeano, Bistué, Alcaide, Alborch, Forradellas,
Balza, Guell, Herrería, Cúneo, Oliver, Sisterna,
Santander, Vigo, Riofrío, Avellaneda, Vila, Cánovas,
Arregui, Serantes, Mereles, Capdevila, Vergara, Pagés,
Vizcaino, Ripoll, Más, Toledo, Nieto, Armijo, Jaime,
Bertomeu, Erostarbe, Femenía, Vélez, Albaladejo,
Mengual, Monserrat, Marmoralejo, Bilella, Atán, Trigo,
Pirán, Pesado, Alsina, Pons, Cánepa, Santolaya,
Reus...
El alemán Walter Melcher, que había nacido en
Hamburgo se radica en el 22, luego lo hacen Mulleady,
Nielson, Torrent, Hermann, Housmann, Ensinck y los
hermanos Herman, Teodoro, Dora y Berta Mosser, entre
otros apellidos aglosajones. En el 26 vino Alberto Ernesto
Ziemmermann que fue gerente técnico de Optica Birle
antes de instalarse por su cuenta.
Ese año también vienen los hermanos Arturo, Jorge y
Matilde Hirch, dedicados al rubro gastronómico (Bar
Alemán, Atlántico, Cervecería Munich). En el 27 llega
Franz Bollman, entendido en la cria de zorros azules y
plateados. Luego lo harían Adler, Wetten, que viene a
trabajar en la obra del estadio del parque de Mayo,
Vaisman y Jorge Willams Camet, que viene con la
intervención de Modestino Pizarro.
La comunidad sirio libanesa recibe a los Labaké
–Michel y Nasre—, Antonio Kenan. José Hachem, Nallib
Uzair y un sirio llamado Mohamed Raindt Apez Farjat que
luego transforma su apellido en Farias y sería el padre de
Fátima Farías.
En la comunidad judía, entre otros, se incorpora
Salomón Schabelman, un ebanista nacido en Bersarabia.
Y seguía llegando gente...
La colonia italiana se agranda considerablemente con la
llegada de Cagliero y Roberto Giancaglini, que se dedicó a la
agricultura en Pocito; Vicenzo Cialella con sus hijos, Juan
Vicente y Eduardo Guido, figuras señeras de la locución radial.
En el 22 se radica el doctor Alfonso Barassi, que residía
en Buenos Aires. Luego lo harían Sebastian Sanguedolce y
su hijo Giuseppe, Rizo, Ruffa, Bronzetti, Dávoli, Corzo,
Furlani, Gentile, Lobato, Menna, Celani, Daneri, Parodi,
Grillo, Lanciani, Giuseppe Maimone, Dománico, Galvani,
Cebreli, Babato, Salmuni, Scarzo, Cámpora, Morandi,
Giuliani, Grandi, Valedrio, Gerarduzzi, Piola, Barbano,
Bertaggia, Laprovítola, Buscemi, el calabrés Francesco
Gallerano, Babsia, Della Mota, Baggio, Angellini, Andreuzzi,
Domingo Derito, Bocelli, Pentimale, Rímolo, Giudici, Melis,
Carletto, Furlotti, Campanello, Polo, Dibella, Mazzitelli,
Assandri, Bongiovani, Bianchi, Torcivia, Marcuzzi, Genovese,
Guarneri, Sachi, Viola, Letizia, Gualino, el mecánico Alfredo
Parietti que venía de la Lombardía, el peluquero siciliano José
Di Lorenzo, don Pedro Sopelssa, cuyo apellido sería
sinónimo de helados en San Juan, Gargiulo, el peluquero
genovés Juan Gardella, el constructor —también genovés—
Giovanni Bertosse, el sardo Antonio Podda y José Rinaldo
Lisci, también sardo.
Hay centenares de nombres más de italianos que se
suman a la fuerza productiva de la provincia.
Se firmó un convenio con Mendoza para la
construcción de la ruta 40, de la que se hicieron
varios kilómetros.
Digamos que el sector privado contribuyó en
El camino a Calingasta. Once meses tardó la construcción de la obra, en la que se empleó a muchos inmigrantes.
LOS QUE LLEGARON EN EL ‘20
E
esta década con importantes edificios, como la
hermosa Casa España, decorada por Subirat e
inaugurada el 12 de octubre de 1925 y conside-
rado el palacio más suntuoso de su época.
LOS AÑOS 20
1...,19,20,21,22,23,24,25,26,27,28 30,31,32,33,34,35,36,37,38,39,...96
Powered by FlippingBook