QUE HICISTE CON TU VIDA - TOMO IV

88 Juan Carlos Bataller S i de pronto nos pidieran que definiéramos qué es el otoño en San Juan, o la cordillera que nos sirve de telón de fondo o el café que tomamos junto a un leño crepitante en invierno, cada uno de nosotros seguramente utili- zaríamos formas y conceptos distintos. Y esto es así porque nuestro sistema perceptivo, el de todos los humanos, es sumamente complejo. Ya Aristóteles clasificó esos radares naturales del organismo en cinco: vista, oído, gusto, tacto y olfato. Y a esos, hemos ido aña- diendo otros, más o menos aceptados. Y es a partir de esas percepciones cuando aparece el concepto de arte. Y también el de artista. Ya René Descartes, en el siglo XVII, afirmaba que nuestros sentidos no son simples captado- res de la realidad. Es el cerebro el que las percibe de acuerdo a la información que posee y las influencias que recibió previa- mente. Carlos Enrique Gómez Centurión tiene un sentido muy espe- cial de percibir la naturaleza. Eso lo convierte en un artista con personalidad propia, muy definida. Entrevistarlo es el desafío de interpretar sus códigos de percep- ción. Cuando eso se logra, se advierte que esos códigos están expresados no sólo en su forma de concebir la pintura sino tam- bién en su vida, su trabajo como arquitecto, en su forma de re- lacionarse con el mundo exterior, en sus gustos, en sus obras. Todo en él es uno solo. Y eso queda claro en esta entrevista. JCB

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