La Pericana N°195
Viernes 20 de marzo de 2020 F rente a este desafío infeccioso que atravesamos mundialmente, identificamos dos maneras de re- accionar: con prudente temor o con pa- tológico terror. El primer caso implica la justa medida de nuestras acciones, lo que nos per- mite sostener una conducta responsable y activa en el proceso de prevención, informarnos debidamente y así imple- mentar las medidas preventivas. Así po- demos preservarnos, manteniendo el equilibrio psicofísico como también una adecuada relación con su entorno. Esta dosis de temor es necesaria para afron- tar adaptativamente la situación estre- sante que implica la pandemia actual. La segunda reacción es cuando la res- puesta surge desde el terror patológico: cuando tomamos medidas despropor- cionadas y muchas veces hasta inefi- cientes respecto de lo que queremos prevenir. Al mismo tiempo, esto genera actitudes de discriminación, paraliza- ción, se experimenta sensación de pér- dida de control, desconfianza y descreimiento, pensamientos pesimistas y la creencia que todo lo que se haga no alcanza. Se considera de vital importancia insis- tir en la necesidad de conductas pruden- tes a los fines de cuidarse del estrés que produce la pandemia. Para tal fin, se sugiere mantener las relaciones so- ciales y la rutina: mantenerse conectado con el círculo social, por correo electró- nico, redes sociales, videoconferencia y teléfono. Cuando se está aislado, in- tente tanto como sea posible mantener las rutinas diarias personales o crear nuevas. Informarse lo necesario sólo de fuentes oficiales, manteniendo distancia saludable para que no se produzca una sobreinformación que no conduzca a otra cosa que incrementar el malestar. Hacer ejercicio regularmente, mantener rutinas de sueño regulares y comer co- mida sana. Respecto de los niños, ayudarlos a en- contrar formas positivas de expresar sus sentimientos como el miedo o la tristeza, manteniéndolos cerca de sus padres y familiares. Preservar las rutinas familia- res tanto como sea posible, o crear nue- vas, especialmente si los niños deben quedarse en casa. Probablemente, los niños busquen más apego y sean más exigente con los padres. En cuanto a los adultos mayores, espe- cialmente en aislamiento y/o con dete- rioro cognitivo o demencia, pueden ponerse más ansiosos, enojados o re- traídos durante el brote o la cuarentena. Se aconseja compartir y explicar datos simples de lo que está sucediendo y re- petir la información cuantas veces que sea necesario. En períodos donde el ambiente se per- cibe amenazante, hostil y carente de mí- nimas certezas, la información, la cautela, los vínculos afectivos y el cui- dado tanto personal como de los otros, tienen una función tranquilizadora. Prudente temor o patológico terror Escribe Analía De los Ríos Psicóloga psicología 9
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