La Pericana -Edición- 205
Jueves 28 de mayo de 2020 E s muy frecuente el uso del apócope, es decir la supresión de una o más letras al final de una palabra. Analicemos la palabra Primero delante de sustantivos femeninos, como en este ejemplo: La primer película cuando debe decirse La primera película. Este descuido no puede darse en el caso de frases muy di- fundidas, como primera dama o primera vez . Primero sólo se apocopa cuando precede a sustantivos masculinos como primer hombre , y cuando entre ambos se interpone otra palabra como en este ejemplo: Su primer gran vestido de fiesta. Ahora bien, cuando son sustantivos cuya terminación es común a los dos géneros como dentista, malabarista, se respeta la misma norma. Si hablamos del mascu- lino, lo apocamos: el primer tenista ; pero si la referencia es al femenino, no: la primera coleccionista . En otro plano, nos encontramos con ele- mentos compositivos que son formas no independientes, en general de origen griego o latino. Estas voces intervienen en la construc- ción de voces compuestas, a veces ante- poniéndose como por ejemplo: auto, neo o a veces posponiéndose como algia que significa dolor a una palabra: auto- control, neovanguardia, neuralgia. Como se puede apreciar en estos ejemplos, ellos se integran sin guiones. Si las pala- bras que los albergan comienzan con / r /, la grafía se modifica. Si aparece entre vo- cales, la r suena como en parece (vi- brante simple) y o como en radio (vibrante doble). La escritura entonces, es autorradio. ¡¡Hasta pronto amigo lector!! Apocopar o no apocopar las palabras 17 el poder de las palabras Escribe Aída Elisa González de Ortiz Directora del Instituto de Investigaciones Lingüísticas y Filológicas Manuel Alvar (INILFI) de la FFHA de la UNSJ. Miembro de la Academia Argentina de Letras Elizabeth Taylor y su primer gran ves- tido de novia, cuando se caso con Con- rad Hilton en 1950 (Foto: ABC.es)
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