La Pericana -Edición- 214 -01-08-2020
Sábado 1 de agosto de 2020 20 L os mimos son los genios que fabrican vidas y hechos de la nada, maestros de la sugerencia y de la astucia, que nos hacer ver lo que ellos quieren aunque no exista. Inducen nuestro parecer y hacen que aparezca en el aire un ambiente lleno de alegrías, color y movimientos. Aunque manejan solo el blanco y negro, saben llenar el aire de colores y suspiros. Una mano blanca y un bombín negro son capaces de transportarnos a donde ellos quieren. No necesitan grandes decora- dos ni orquestas sinfónicas para ambien- tar. A lo sumo, se acompañan con luces y una flauta que ponga una acuarela de fondo como para que luzcan los sutiles movimientos de un mundo que habla por sus actos. Ese mundo de las sutilezas, la elegancia alegre y la sabiduría escon- dida, esa que sabe hacer el ademán Hablan en silencio algo de alguien Escribe Gustavo Ruckschloss justo en el momento justo. Me agradan tanto, quizás por opuesto a las comunes manifestaciones que recu- rren a lo tan explícito, no siempre felices. Sigo amando lo simple, sencillo y alegre, como siempre. economía Marcelo Delgado Economista Escribe L a extraordinaria expansión monetaria, generada por la emisión para soste- ner las consecuencias de la pandemia, ha sido criticada por gran parte del “mer- cado” y del sector privado de la econo- mía, por los potenciales efectos inflacionarios que genera el déficit fiscal primario. Sin embargo, las empresas, a la hora de abonar los sueldos y reconstituir su “capi- tal de trabajo”, apelan a los subsidios y préstamos que el Estado Nacional finan- cia con la máquina de hacer billetes. Mientras tanto, desde el Ministerio de Economía y el Poder Ejecutivo Nacional se niegan a exhibir el plan, o no lo tienen. Comienzan a buscar el control de los sín- tomas sin abordar la cuestión de fondo. Como ejemplo se puede citar el congela- miento de tarifas, combustibles y algunos precios mediante decretos y decisiones administrativas. En el corto plazo, el efecto ha sido domesticar en forma par- cial la inflación, con índices que sólo su- peran el 2% mensual y un acumulado a junio de 15,6%. Estos números nos deja- rían tranquilos y esperanzados tomando como referencia los años 2018 y 2019. No obstante, el segundo semestre se presenta con gran incertidumbre. Esta semana el dólar blue volvió a reaccionar, llegando a los $140. El acuerdo con acreedores externos retorna a instancias iniciales y el desplome de la producción industrial y del comercio, supera el 23% interanual para junio. El entorno interna- cional no es muy favorable. Los países centrales también emiten y llevan hacia arriba el oro, que estima superará en el corto plazo los 2.000 dólares la onza. La guerra EEUU vs China con el cierre de recíproco de representaciones diplo- máticas, entre otros condimentos, le ponen más tensión a la economía de pandemia. Se acaba el tiempo de los decretos. No se puede forzar la realidad sin asumir las consecuencias. Si se busca controlar los precios, hay que incrementar la produc- ción. Si se quieren cuidar las reservas, es bueno bajar las importaciones, pero se deben sustituir con urgencia. Si quere- mos cuidar el empleo, no alcanza con Economía por Decreto, es una alternativa de corto plazo prohibir despidos si finalmente el Estado terminará pagando esos sueldos. En todo caso, se debe procurar condiciones fisca- les, logísticas y comerciales para reacti- var los sectores golpeados. En fin, con los decretos se ha logrado contener razonablemente la pandemia y las consecuencias inmediatas. Pero a la contención se le debe adicionar el “im- pulso” para movilizar los recursos, crear la riqueza, fomentar la inversión y des- pertar la economía. En Cuyo hay 13.000 hectáreas de diferimientos malversados que pueden comenzar a traccionar las economías regionales. Sin un plan, con voluntarismo y “decre- tismo”, será difícil. ¿Seremos capaces de encontrar el impulso para salir fortaleci- dos de la crisis? Yo creo que sí.
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