La Pericana -Edición- 220 -12-09-2020
Sábado 12 de septiembre de 2020 16 H an brotado los carteles que, por in- fluencia de la mala situación econó- mica, ponen los comerciantes en las veredas. Necesitan vender y para eso ponen la imaginación al máximo. Mi abuelita decía que la necesidad agudiza el ingenio; y esos carteles son muestra de ello. Si yo doy vuelta el dicho veo que la no necesidad no agudiza el ingenio. Prueba de ello son los políticos que, por no estar necesitados, no lo agudizan. Deben ser la raza más opaca, intelectualmente ha- blando, de todos nosotros. No se les cae una gota de prestigio mental. Son como los gusanos que únicamente se guían por sus intereses más prima- rios. En el caso de los gusanos se justi- fica, porque si no, se mueren. En el caso de los corruptos, es simple ambición per- sonal. Porque no tienen necesidades como el resto de los mortales, de los que viven. Por groseros, siempre se les ve el lado corrupto, pero no es el menor, la incapa- cidad intelectual, cultural, de gestión es una marca distintiva; sino, no se explica que tengan las luces prendidas única- mente para alumbrar lo propio y, para no- sotros ni una vela. Mientras, los de abajo, debemos agudizar nuestro ingenio por necesidad. Ni pensar algo de alguien Escribe Gustavo Ruckschloss economía Marcelo Delgado Economista Escribe P obreza estructural, inflación, desem- pleo, sistemas productivos y calidad institucional, entre otros, son asuntos que individualmente no podemos modificar, alterar o cambiar. En microeconomía, lo llamamos dato. Es decir los considero como una información para las decisio- nes, pero con la pretensión de aprove- char las oportunidades y reducir las amenazas que estas situaciones nos plantean. Consideramos que la pobreza es cre- ciente, supera el 35% de la población; la inflación en este año estará en torno del 40%; el desempleo superará el 20% y los sistemas productivos se van modificando para sustituir empleos y servicios por tec- nología, así como adecuando a la baja en la demanda y restricciones en los in- sumos (en especial importados). Por otra parte, la calidad institucional se ve afectada por alta discrecionalidad de funcionarios ejecutivos y judiciales frente a un marco imprevisible e inédito de las medidas producto de la pandemia COVID 19. Cómo hacemos, entonces, para enfrentar esta situación y poder superar las conse- cuencias de la “nueva realidad”. a) Asumir que somos más pobres que hace un año: Los bienes, desde el pe- tróleo, hasta las propiedades, han per- dido valor. Por la inflación se han licuado todos los ingresos y los precios le gana- ron a los salarios, los ingresos de profe- sionales y la rentabilidad de las PyMEs. b) Nueva realidad: El mundo ya no será como era hasta 2020. La nueva estruc- tura de valores, la cultura, las necesida- des emergentes, la atención sanitaria y la relación con el ambiente se comienzan a visibilizar. c) Presupuesto de “recursos”: Debe- mos confeccionar un nuevo plan de “in- ¿Cómo enfrentamos individualmente a la pobreza? gresos familiares”, ya sea en la actividad que veníamos desarrollando como en nuevas. Hay nuevas reglas. Los médicos deben prestar servicios por telemedicina y los artistas, transmitir cultura desde las redes sociales, y así cada uno en su es- pacio. d) Cuenta de “necesidades”: Nace un renovado consumidor, que descubre nue- vos valores y deja viejas costumbres. El perfil es más austero, solitario y exigente. Debemos revisar nuestros gastos e inver- siones, para elegir nuevamente lo que re- almente necesitamos. e) Tecnología: Tanto para desarrollar nuevos ingresos como para los esque- mas de consumo, debemos amigarnos a la “tecnología”. Es una tendencia demole- dora y determinante. Las ventajas que aporta, dejan afuera a quien prescinde de ellas. f) Formación continua: Desde hace tiempo, el ritmo de los cambios nos exige estar actualizados. A partir de ahora, este proceso se acelera aún más g) Reservas de disfrute: Al final, desa- fiar la pobreza es una tarea emocional. Para ello, hay que invertir en actividades y espacios de placer, fortalecimiento del espíritu y cultivar los vínculos afectivos. También se requiere algo de suerte, equipo y salud. Sin embargo, es una ba- talla que podemos, y necesitamos ganar.
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