La Pericana -Edición- 220 -12-09-2020
Sábado 12 de septiembre de 2020 17 Europa y alfabetización en salud hablemos de salud Escribe Gustavo Alcalá Médico cardiólogo L a cultura sanitaria y el dominio del idioma son un desafío cada día más importante en medio del bombardeo in- formativo, la mayor complejidad de diag- nósticos y tratamientos que crecerá cada día y sobre todo la desinformación mali- ciosa. Ante ello, se deberá: ►Granjearse el acceso u obtener infor- mación confiable y poder actualizarla pe- riódicamente. ►Comprender y desmenuzar la parte significativa para cada persona. ►Aplicar ese conocimiento para tomar decisiones informadas y compartidas. Las habilidades fundamentales para la salud y el bienestar en la sociedad actual son uno de los factores más importantes junto con edad, nivel de ingreso econó- mico, tipo de trabajo y grupo o tribu so- ciopolítica. Nos piden que tomemos decisio- nes saludables que nos protejan, ¿estamos preparados? Esas acciones no ocurren solamente en consultorios, clínicas u otros lugares del sistema de salud, también en el trabajo, en el hogar, en el sistema educativo y hasta en el supermercado y las redes so- ciales. “Creamos edificios o casas y entonces ellos nos crean a nosotros. De la misma manera, construimos nuestro círculo de amigos y nuestras comunidades y luego nos construyen”, sostenía el arquitecto Frank Lloyd Wright Un problema muy subestimado Medir y seguir la trazabilidad de los défi- cits en este campo pueden ayudar a de- sarrollar intervenciones e inversiones para responder a las necesidades en todas las edades, ya que es un proceso que dura toda la vida. Un relevamiento integral del año 2015 en ocho países europeos mostró que prácti- camente la mitad de su población tenía problemas, 12% una alfabetización en salud muy inadecuada y un 42% adicional bastante limitada. Los resultados fueron muy variados desde 30% en Holanda hasta 60% en Bulgaria. Cuando somos medio analfabetos en salud se producen más internaciones, más despilfarro de recursos… Apagá la lu y vamolón. E s poco lo que se sabe en materia de nombres y apellidos en los comien- zos de la civilización. Lo indudable es que todos los pueblos de la humanidad, de alguna manera, tuvieron que identifi- car a los seres que lo integraban. Desde la Edad Media, por ejemplo, el hombre ha encontrado la forma de reco- nocer las relaciones familiares que signifi- can una vinculación efectiva, un nexo inmutable entre padres e hijos. El punto de partida de esa serie de vínculos con- sanguíneos ha sido siempre el nombre de la familia o apellido, el cual se originó de nombres patronímicos o toponímicos y de variada naturaleza (flora y fauna, ofi- cios, nombres, lugares, etc.), lo que ha dado lugar al reconocimiento de múltiples y variados linajes a lo largo de varios si- Palabras en apellidos (Primera parte) el poder de las palabras Escribe Aída Elisa González de Ortiz Directora del Instituto de Investigaciones Lingüísticas y Filológicas Manuel Alvar (INILFI) de la FFHA de la UNSJ. Miembro de la Academia Argentina de Letras glos en todos los países del mundo. Así, los patronímicos derivados de los nombres de pila, indicaban la filiación Gonzalo hacía González, hijo de Gon- zalo, Rodrigo hizo Rodríguez, hijo de Ro- drigo; Sancho hizo Sánchez, hijo de Sancho, etc.Otros, podían hacer referen- cia, entre otras, a la profesión de un indi- viduo determinado, como por ejemplo: zapatero, herrero, pastor, o nombres de animales como toro, vaca, etc., o de flo- res, como clavel, rosas, etc. Actualmente, son apellidos que encon- tramos entre los sanjuaninos como: Za- patero, Herrero, Pastor, Vaca, Toro, Flores, Rosas, etc. Hasta la próxima semana en otra en- trega.
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