La Pericana -Edición- 225 -17-10-2020

deportes s Sábado 17 de octubre de 2020 8 nizó un desafío. Fueron dos carreras, en un circuito largo y otro corto. Y el sanjua- nino ganó las dos, por sobre las Ferrari, las Maserati y las Lancias de la época. Algunas anécdotas Son numerosas las anécdotas que for- maron parte de la vida del popular de- portista Julio Devoto, quien con el seudónimo de Ampacama supo ser, entre las décadas del “50 y “60, uno de los principales animadores de las carre- ras de TC (Turismo de Carretera) que se disputaban por los caminos de nuestro Ampacama para que su familia no su- piera que se había inscripto para correr. No obstante, otra versión indica que lo hizo por el nombre del taller de Juan Carlos Navone, el mecánico bonaerense que le dio una máquina netamente ga- nadora. Los viejos amantes del automovilismo dicen que Devoto era un piloto veloz y arriesgado; y se cansó de ganar compe- tencias, especialmente en los años ‘50. Devoto era justamente un hombre de personalidad fuerte y altanera. Su otra gran pasión era la cacería. Es más, él fue el inventor de lo que se conoce como guanaquera. Con su ca- mioneta Ford A, sin nada que le diera peso, salía a cazar y la versatilidad que tenía un vehículo de sus características le permitía desenvolverse sin problemas a campo traviesa. lll Muchos lo comparaban con otro depor- tista de su época, Carlos Enrique Saenz Valiente, un deportista argentino dedi- cado al tiro y al automovilismo que fue campeón del mundo con récord mundial y ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 1948, siempre en la prueba de 25 metros con pistola rá- pida (calibre 22). En los Juegos Panamericanos de 1955 en México, ganó la medalla de oro con nuevo récord mundial (589 puntos) en la prueba individual, y la medalla de plata en la competencia por equipos. Como automovilista corría con Ferrari en la ca- tegoría SP (sport), siendo campeón ar- gentino sport y triunfando en 1955 en los 1.000 kilómetros de Buenos Aires en pa- reja con José María Ibáñez. Al igual que Devoto, Saez Valiente falle- ció joven, a los 39 años, en un acci- dente del avión que piloteaba. lll Devoto tenía una obsesión por el alivia- namiento de los autos y fue un adelan- tado para la época, pues eliminaba todo lo que podía para que el auto fuera menos pesado, además de correr con ruedas más anchas y varios detalles de motor que lo convertían en imbatible. Además, Ampacama guarda una historia tan poco conocida como insólita en el TC, allá por noviembre del ‘63. Es que el sanjuanino se ufanaba diciendo que su coupé Ford TC, alivianada al máximo, podía ganarle a los autos Sport del mo- mento. La propia Asociación Argentina de Autos Sport recogió el guante y orga- 29 de mayo de 1960, autódromo de Rio Cuarto. Julio Devoto largando junto a Oscar Galvez. Julio Devoto y su copiloto José Bertoni, después del laborioso triunfo en el circuito de oro de Mar del Plata, el 19 de noviembre de 1950. 1967 - Con traje y corbata aparece un corredor sanjuanino que adquiriera notoriedad a media- dos de los ´60: Julio Devoto, Ampacama. La foto fue tomada en los talleres de los hermanos Dá- voli. Y junto a otros mecánicos y admiradores se alcanza a ver detrás de Julio Devoto a Olindo Dávoli. (Foto proporcionada por la familia Dávoli) VIENE DE PÁGINA ANTERIOR JULIO DEVOTO, “AMPACAMA”

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