La Pericana -Edición- 227 -31-10-2020

s Sábado 31 de octubre de 2020 6 tesala del despacho del jefe de pro- ducción del estudio, Robert Evans . Puzo era un gordo apasionado por los cigarros y el juego. Les dijo: “Debo once mil dólares. Si no los consigo, me van a partir un brazo. Evans re- cuerda: “Ni siquiera leí el libro, no me interesaba”. Le dije: ‘Tomá doce mil dólares y escribí ese libro de una buena vez’”. El escritor niega esta ver- sión, pero lo cierto es que Paramount se quedó con los derechos por un valor nimio para las posibilidades co- merciales del libro. l l l Puzo se mudó a Hollywood para traba- jar en el guión. Rápidamente hizo una gran dupla con Francis Ford Coppola, quien al principio se negó a dirigir la película para no quedar asociado a un bestseller; creía que la obra no tenía la calidad que él merecía. Como contra- partida, a los ejecutivos del estudio y a Puzo, este novel director no los con- vencía, porque sus primeros películas habían resultado un fiasco. l l l Luego, lo que todos sabemos. La saga más famosa y prestigiosa del cine moderno. El escritor cosechó dos Oscars al mejor guión por El pa- drino y El padrino II , muchos otros galardones y negocios millonarios. De ahí en adelante, Puzo nunca más firmó un contrato por un monto que no incluyera siete cifras. Las películas de El padrino no fueron su único trabajo en Hollywood. Escri- bió, entre otras, las dos primeras Su- perman , The Cotton Club y Terremoto . También publicó otras novelas en las que el tema de la mafia estaba muy presente. Sin em- bargo, nunca pudo replicar el éxito de El padrino . La novela y el libro se convirtieron en fenómenos irrepetibles . l l l “ El padrino no es en absoluto mi no- vela favorita, pero me disgusta que sea objeto de crítica por el solo hecho de haber sido un bestseller. Es el pro- ducto de un escritor que ha estado tra- bajando en su oficio durante casi treinta años y que, al final, ha logrado dominarlo. El libro obtuvo críticas mucho mejores de lo que yo esperaba. Me arrepentí de no haberlo escrito mejor. El libro me gusta. Tiene gancho, y su personaje central fue aceptado por todo el mundo como un ser mitoló- gico. Pero no puse en él todo mi es- fuerzo”, escribió Mario Puzo al momento de estrenarse la primera de las películas, cuando todos los focos estaban sobre él. l l l Un éxito descomunal, un clásico que revitalizó un género como el de gangs- ters e inspiración para una serie de grandes películas. Todo tuvo origen en las deudas de juego, la búsqueda de- sesperada del éxito y, naturalmente, en su oficio adquirido tras décadas de escritura. El Padrino fue la obra que hizo que todos supiéramos quién fue Mario Puzo, un libro escrito sin preme- ditación, casi por necesidad, pero que mostró un mundo fascinante habitado por personajes difíciles de olvidar; eli- gió hacerlo sin pontificar, sin emitir jui- cios, siguiendo la máxima que siguen, como a un credo impostergable, los grandes narradores: “Mostrar y no contar (Show, not tell)”. Los Corleone recrean las fantasías, temores, intrigas y ambiciones de mucha gente. Eso fue lo que entendió y pudo plasmar Puzo en su improbable búsqueda de la for- tuna. Puzo se mudó a Hollywood para trabajar en el guión. Rápida- mente hizo una gran dupla con Francis Ford Coppola, quien al principio se negó a dirigir la película para no quedar asociado a un bestseller 100 AÑOS DE MARIO PUZO...

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