La Pericana -Edición- 234 del 19-12-2020
V IENE DE PÁG. ANTERIOR 7 SECRETOS DEL SEXO EN LA ANTIGUA ROMA Sábado 19 de diciembre de 2020 14 C ómo vivían las relaciones íntimas las clases inferiores? Se esperaba de los esclavos que fueran promis- cuos, pero a veces se les permitía vivir en contubernio , literalmente “compartir tienda”. Algo parecido suce- día con los soldados, que tenían prohi- bido el matrimonio mientras durara el servicio militar, pero solían mantener a compañeras e hijos, cuya situación re- gularizaban una vez licenciados. Un caso curioso es el de la liberta Allia Potestas, que convivía con dos hombres Lo comprobó de primera mano un tal Publio Poncio, que en 330 a. C. dio con sus huesos en la cárcel por haber inten- tado abusar de un joven de buena fami- lia venida a menos, llamado Tito Veturio. El caso era controvertido: Veturio se había vendido voluntariamente como es- clavo a Poncio para pagar unas deudas. Por ello, este se creía en su derecho de convertirlo en su amante y de azotarlo para forzarle a consentir. Los cónsules no lo vieron del mismo modo. Aunque esclavo temporal, Veturio había nacido libre y era, por tanto, invio- lable. De haber sido esclavo de nacimiento, liberto, prostituto o extranjero, la ley no habría salido en defensa de Vetu- rio . “Nadie prohíbe a nadie caminar por la calle, mientras no tomes un atajo por una zona vallada”, dice un personaje de una comedia de Plauto. “Mientras te mantengas lejos de la novia, la viuda, la virgen, el hombre joven y los chicos na- cidos libres, ama a quien quieras”. No obstante, no todo el mundo respe- taba estos límites. Una ley del siglo II a. C. prohibía seguir a matronas y ado- lescentes por la calle, lo que hace su- poner que el acoso era algo frecuente . Hay que tener en cuenta que las ciudadanas romanas se casaban a partir de los doce años. Abundaban las matronas y las viudas extremadamente jóvenes. a la vez. Sus dos viudos le dedicaron un emotivo epitafio, en el que alaban sus habilidades domésticas y describen sus encantos con minucioso desparpajo, desde el color de su cabello hasta el ta- maño de sus pezones. El matrimonio romano no permitía la poligamia, pero era una institución hecha a medida de los ricos . A nadie le importaba cómo vi- vieran quienes no tuvieran un rancio li- naje que preservar. s Un caso curioso es el de la liberta Allia Potestas, que convivía con dos hombres a la vez. Las clases inferiores vivían las relaciones sin protección ni privilegios
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