La Pericana -Edición- 234 del 19-12-2020
Sábado 19 de diciembre de 2020 22 P ara que haya sombra, debe haber luz. La penumbra es temerosa de asomarse a la luz, no sabe bien si quiere ser luz en serio o quedarse asombrada. Se dice que algo ocurre entre sombras cuando es a hurtadillas o simplemente es algo de la política. A la sombra, quiere decir que está en cana. Cuando alguien está opacado por otro, se suele decir que está a la sombra de aquel. Asombrado quiere decir que algo le llama la atención sobremanera. Sombrío es algo que se esconde de la luz. Es decir que, según se vea, se hace útil o no. Se sabe que para que ella crezca también debe crecer la luz, como todo en la vida, los contras- tes son imprescindibles. En el desierto cualquier sombra vale oro; en la honestidad, cualquier sombra crea dudas; en la selva es necesaria, en la po- lítica es una herramienta común. Sin caer en algo cursi, a mí me gusta decir que lo mejor que tiene San Juan en verano, es su sombra. Las que sean; de un sauce al lado de un canal; la de un Asombrado algo de alguien Escribe Gustavo Ruckschloss toldo o alero; pero que sea, y si es a la siesta, mejor. Es la mejor inversión del verano: proveerse de sombra en San Juan. L os padres que supervisan excesiva- mente todas las conductas de sus hijos, al punto de no darles las oportuni- dades para equivocarse y aprender de sus propias experiencias, a largo plazo pueden generar mayor distrés psicoló- gico, poca capacidad de ajuste en la adultez. El perfeccionismo se puede defi- nir como un rasgo psicológico en donde la persona quiere ser perfecta y siempre exitosa. Los padres perfeccionistas po- drían ver el éxito de sus hijos como su propio éxito y para lograrlo se aseguran de supervisar de cerca y en todo mo- mento la conducta de sus hijos para ase- gurarse de que obtengan resultados perfectos. Viven indirectamente a través de los lo- gros de sus hijos, midiendo su autoes- tima por el éxito de ellos. Ese es el criterio que usan para medir su propio éxito como padres. La ansiedad los lleva a preocuparse ex- cesivamente por la conducta de sus hijos y a exagerar los resultados adversos que podrían suceder si no logran ser exito- sos. En este caso, la ansiedad pareciera ser guiada por motivos nobles: proteger a sus hijos. Pero lo que no se dan cuenta es que a largo plazo esta sobre- protección hace más vulnerable a los niños ya que solo se eliminan las opor- tunidades de tolerar la frustración, incor- porar nuevos aprendizajes, estimular la independencia alentando al descubri- miento de diversas estrategias, y sobre todo, infundiendo confianza en sus hijos. Los padres tienen una tarea muy difícil. Deben aprender a mantener un equilibrio sano entre proteger y dar libertad a sus hijos para que aprendan de sus propios errores. Una buena guía para los padres es reconocer que sus hijos tienen sus propios objetivos y darles las oportunida- des para que exploren sin interferir. Perfeccionismo y ansiedad: Padres sobrecontroladores psicología Analía De los Ríos Psicóloga Escribe
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