La Pericana -Edición- 234 del 19-12-2020
VIENE DE PÁG. ANTERIOR ¿QUIÉN MATÓ A NORA DALMASSO? Sábado 19 de diciembre de 2020 8 mico. Se habla de testaferros, de con- tactos estrechos con el poder y de reu- niones turbias. Nada de esto pudo ser probado. Mientras Nora vivía sus últimas horas, Macarrón ganaba un torneo de golf. La pista “Edipo” Una de las imputaciones más escanda- losas fue la de Facundo Macarrón , el hijo de Nora. Se la llamó “La pista Edipo”. Sin ninguna prueba (ni siquiera lo ubicó cerca de la escena del crimen), Di Santo dedujo que Facundo había en- trado en la casa con sus llaves (después de manejar bajo la lluvia 230 kilómetros desde Córdoba) y que había manoseado a su madre, con quien estaba peleado porque ella no estaba de acuerdo con su orientación sexual. El tiempo le dio la razón a Facundo y la acusación se cayó. Facundo Macarrón, por entonces de 19 años, fue imputado en la causa el 6 de junio de 2007. El único argumento del fiscal en su contra fue que en el ADN de la escena del crimen apareció el li- naje Macarrón. Como su padre Marcelo jugaba al momento del femicidio un tor- neo de golf en Uruguay, la sospecha (“leve”, como puntualizó Di Santo), re- cayó sobre su hijo. No lo detuvieron, el propio fiscal consi- deró que no había pruebas suficientes. Sin embargo, su teoría era que Facundo mató a su madre y abusó de ella. No sólo eso: se llegó a buscar el móvil en una supuesta pelea entre madre e hijo por la elección sexual del joven. Algunas pericias giraron en torno a su vida pri- vada, pese a que no tenían nada que ver con lo que se investigaba. En 2012 fue sobreseído por el juez de Control de Río Cuarto, Daniel Muñoz. Desahogo y dolor “Mi imputación también tuvo una clara motivación desde el peor de los prejui- cios que lamentablemente al día de hoy subsiste en algunos despachos de los tribunales: como un acto de homofo- bia, pensar que por mi sexualidad ‘había algo raro’. Si no era yo, era mi ambiente gay, con supuesta tendencia hacia el delito. Fácil de explicar en una sociedad que para ese entonces no era tan abierta o comprensiva como es hoy. Fue la opción más fácil: frente a una du- dosa prueba genética que al principio no se había podido obtener y después se obtuvo como por arte de magia por un centro genético provincial de dudosa in- dependencia, con medio ADN sin descu- brir, fueron por el eslabón más débil: yo como hijo. Mi padre estaba probado que se encontraba en otro país con de- cenas de testigos, aunque después vi- nieron con la película de ciencia ficción del avión, y mi abuelo estaba con mi abuela y mi tía en su casa. Yo era el único que estaba durmiendo solo y a 220 kilómetros”, le dijo Facundo a Infobae. “Más allá de destruir mi juventud, lo que hizo el fiscal Di Santo y el aparato judicial que lo respaldó fue intentar matarme socialmente. No les alcanzó con dejar impune el crimen de mi madre, quisieron matar a su hijo...” (Facundo Macarrón) s Facundo y su padre. Ambos siem- pre sostuvieron la inocencia del otro. Facundo Macarrón, el hijo acusado. Fue sobreseído.
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