La Pericana -Edición- 239 del 20-02-2021

Sábado 20 de febrero de 2021 16 La Dra. Angela Maas ha dedicado los últimos 25 años a estudiar la enfermedad cardiovas- cular en la mujer. Los riesgos de confundir hipertensión con menopausia hablemos de salud Escribe Gustavo Alcalá Médico cardiólogo L a presión arterial alta se llama hiper- tensión en los hombres, pero en las mujeres a menudo se la etiqueta errónea- mente como “estrés” o “síntoma de meno- pausia”. Quien hace esa afirmación es la Dra. An- gela Maas, que ha dedicado los últimos 25 años a estudiar la enfermedad cardio- vascular en la mujer y aboga por una mayor conciencia de los síntomas y ries- gos de afecciones cardíacas, entre las mismas mujeres, entre los cardiólogos y médicos generales. En 2006 obtuvo su doctorado en la Uni- versidad de Utrecht, investigando sobre las calcificaciones arteriales que en oca- siones (12%) se detectan en mamografías de rutina. En la actualidad se estima que podría ser una prueba dual, para detec- ción temprana de cáncer y prevención personalizada de enfermedad coronaria, por lo que se trabaja en un método de cuantificación y clasificación en grados universalmente aceptado. Las calcificaciones arteriales en mamo- grafías, en mujeres sin antecedentes de enfermedad ni síntoma alguno, marcan un riesgo aumentado de padecer futuros in- fartos Siguen siendo subestimadas y reciben menos tratamientos “Sabemos que la presión arterial se trata menos en las mujeres en compa- ración con los hombres, lo que las pone en riesgo de arritmias, insuficiencia car- díaca y accidente cerebrovascular , lo que podría haberse evitado”, remarca la Dra. Maas, cardióloga desde 1988. Investiga en muchas áreas a la vez y di- rige tesis doctorales, pero enfatizaremos aquí 3 puntos más: El riesgo singular de las mujeres que tie- nen hipertensión en alguno de sus emba- razos y las que tienen menopausia espontánea (sin cirugía de ovarios) antes de los 40 años. Finalmente las que han debido some- terse a terapia por cáncer de mama “Los médicos están tratando muy bien el cáncer de mama y la mortalidad ha dis- minuido enormemente en las últimas dé- cadas. Pero también estamos pagando un precio. Como resultado, vemos más y más daños cardiovasculares, a veces hasta de 10 o 20 años después del trata- miento. Todavía no está ampliamente re- conocido, por lo que cuando las pacientes se quejan de fatiga, sus médi- cos pueden ignorarlo y atribuirlo a su cáncer de mama muchos años antes u otro motivo, en lugar de mirar con más detalle. Como resultado, la insuficiencia cardíaca a menudo permanece sin diag- nóstico durante años”. T odos entendemos que un espejo es algo que refleja la luz, las imá- genes, y que, en general, todos vemos a diario. Es uno de los pocos que nos saludan cuando nos levantamos aun- que estemos con mala cara, y nos da las buenas noches porque siempre es el último que miramos antes de buscar los sueños. Es bastante alcahuete porque no solo nos muestra con precisión hasta la úl- tima arruga, sino que también enseña nuestro estado de ánimo. Por más que el diálogo con él sea cordial, a veces se pone pesado y ni siquiera disimula las canas recién nacidas. Tampoco se puede negociar un poquito de belleza o tan siquiera una mejor cara. Si uno se lo permite, puede ser bastante cruel, Mentime que me gusta algo de alguien Escribe Gustavo Ruckschloss que deforman la imagen, pero ninguno nos favorecía. Habría que pedir, entonces, a los científicos uno que mienta a favor, que no sea tan verás. O tal vez a los políticos, que son quienes mejor distorsionan la realidad, y a los psicólogos, que ayuden en nuestra re- lación de amor y odio con él.- por eso, las imágenes que nos convida, no habría que tomarlas tan en serio. La relación con él es un acto absoluta- mente privado, por eso no hay que arriesgarse a mirar en el espejo ajeno, menos aún que se entrometan con el nuestro. En algún parque conocimos aquellos

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