La Pericana 245 del 03-04-2021

Garrincha mostrando su arte en Chile, durante el Mundial de 1962 Sábado 3 de abril de 2021 5 s PASA A PÁGINA SIGUIENTE mas físicos no tendría posibilidades. Hasta que fue aceptado en el Bota- fogo , y rápidamente fue seleccionado por el DT Gentil Cardoso, y al poco tiempo decidieron pagar su pase de dos mil cruzeiros. Debutó en primera en 1953 , como parte del que se considera el mejor Bo- tafogo de todos los tiempos, con Mario Lobo Zagallo, Didí, Amarildo y Nilton Santos, y desde muy pronto se notaba que su gran ju- gada era la gambeta para la derecha. Amagaba y pasaba siempre , para desconcierto de sus marcadores, a quienes desconocía con una irreveren- cia total y los llamaba a todos “Joao”. “Hoy me marca Joao”, solía decir antes de los partidos. lll Apenas dos años después de su debut, ya fue convocado por primera vez a la selección brasileña , en 1955, y no pararía de jugar durante once años, alcanzando la gloria con la obten- ción de las Copas del Mundo, en Suecia 1958 y en Chile 1962 , en los que brilló, con un total de 52 victorias, siete empa- ción, su anterior DT decidió convocarlo otra vez al Pau Grande, y comenzó a crecer tanto que ya le recomendaron que viajara a Río de Janeiro , por en- tonces aún la capital de Brasil, para ten- tar la suerte y buscar jugar en uno de los equipos grandes. lll Hincha del Fluminense, Garrincha in- tentó probarse primero allí, luego en el Flamengo y en el Vasco da Gama. pero ni siquiera le prestaban aten- ción, creyendo que por sus proble- según el Instituto de Historia y Estadís- tica del Fútbol (IFFHS). Creativo por excelencia, con sus gam- betas y jugadas mágicas, está empa- rentado con lo que los poetas brasileños definieron como “alegría del pueblo”. Manoel Francisco dos San- tos nació el 28 de octubre de 1933 en el municipio de Magé, en el Estado de Río de Janeiro. lll Mané , apodo familiar que referencia a Manoel, se pasaba los días traba- jando en lo que fuera para poder comprar pelotas rudimentarias de cau- cho con las que pudiera jugar con sus amigos del barrio Pau Grande. “Solo te- níamos dinero para las pequeñas pelo- tas, las grandes eran muy caras”, recordaba. Se crio en una familia pobre con quince hermanos. Una de ellos lo bau- tizó Garrincha , por un tipo de pájaro feo, veloz y torpe que vive en la selva del Mato Grosso y que se puede cazar fácilmente. Desde pequeño era zambo. Tenía los pies girados sesenta grados hacia adentro. Su pierna derecha era seis centímetros más corta que la izquierda, y su columna vertebral estaba torcida, todo agravado por una severa poliomie- litis. Desde los diez años, además, se hizo adicto al tabaco, y sus huesos no tenían el calcio suficiente. Fue operado sin éxito para curarle la anormalidad de las piernas, y los médicos no le diag- nosticaron un gran futuro deportivo, pero sacaría partido de ello, amagando jugar para un lado y yéndose para el otro. lll En la zona en la que vivía Garrincha había una fábrica de tejidos pertene- ciente a un grupo empresarial inglés que tenía un equipo de fútbol amateur, el Pau Grande Esporte Clube , y como él comenzó a trabajar allí a sus quince años, muy pronto estaba entrenándose con los jugadores, aunque le costaba mucho jugar los partidos, porque el en- trenador Carlos Pinto temía que pu- diera recibir muchos golpes de los rivales, mucho mayores en edad y con- textura física. Así es que cansado de no tener oportu- nidades, se anotó en el club Serrano, de la vecina Petrópolis , y allí jugó por casi un año, y después de verlo en ac- Poco antes de la final del mundial de Chile, le preguntó a su DT, Aymoré Moreira: “Maestro, ¿hoy es la final?”, y ante la respuesta afirmativa, respondió con una inocente sonrisa: “Ah, con razón hay tanta gente en el estadio”.

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