El Nuevo Diario -1890-
12 Viernes 8 de noviembre de 2019 EL CRIMEN DEL CIUDADANO ESPAÑOL Una historia de sexo, mucho dinero y viagra Encontraron una suma de di- nero importante pero falta otro monto más jugoso. El robo sería el móvil del crimen. Una vida lujuriosa que posible- mente terminó siendo una trampa mortal para Gonzalo Giménez Avendaño. S olitario y ordenado de día, pero al llegar la noche su teléfono ardía, la cerveza escaseaba y el silde- nafil se consumía como aspirinas. Para los investigadores, ese tipo de vida es el que pudo haber llevado a la muerte al empresario español Gonzalo Giménez Avendaño, a quien encontraron golpeado y acuchillado en el piso de la cocina de su casa, en un barrio privado ubicado en Rivadavia, el pasado 9 de octubre. l l l Nacido el 19 de febrero de 1968, en Mur- cia, España, hacía diez años que Gimé- nez Avendaño vivía en San Juan y tenía 51 años al momento de su muerte. Su madre y un hermano viven en España, y tenía una novia en Córdoba. El hombre tenía un buen pasar econó- mico, era propietario de una residencia geriátrica ubicada en Capital y cobraba un sueldo de 70 mil pesos estimativa- mente, más una pensión de España que recibía en euros. O sea que mensual- mente reunía alrededor de 100 mil pesos, quizás un poco más. l l l Una familiar de Giménez Avendaño fue quien alertó a los investigadores de que algo raro podría estar sucediendo. La mujer llamaba insistentemente a la casa y no contestaba el teléfono. Entonces se acercó al barrio, la camioneta se veía desde afuera, razón por la cual con ayuda de la Policía se ingresó al domici- lio. l l l El cuadro fue estremecedor: el hombre yacía muerto, vestido, en la cocina, pre- sentaba dos golpes en la cabeza y heri- das cortopunzantes en el tórax –alrededor de seis o siete puntazos que le habrían dado con un cuchillo tipo Tra- montina-. Uno de esos puntazos le causó la muerte, ya que le perforó el pulmón y le produjo un shock hipovolémico. Tam- bién presentaba un puntazo en la nuca. Los golpes en la cabeza –uno en el cen- tro y otro al costado- le fueron aplicados con un elemento contundente y con la fuerza propia de una persona de sexo masculino. l l l A los dos días del hecho, el juez Martín Heredia Zaldo ordenó la detención de dos jóvenes, Sheila Moya, de 18 años, y Celeste Navas, de 21 años. Pero no se- rían las únicas, días posteriores fueron detenidas Nadia Camila Romero, de 18 años, Jesica Micaela Rivarola, de 25 años y otra joven de apellido Narváez, de 19 años. Estaba claro que la víctima llevaba una vida nocturna agitada, que prefe- ría mujeres jóvenes y que los encuen- tros se producían en la casa donde lo encontraron asesinado. A estas con- clusiones llegaron los investigadores tras la declaración de un amigo y el cotejo de las llamadas telefónicas. l l l Con el correr de los días se estableció que Navas y Narváez nunca estuvie- ron en la escena del crimen, razón por la cual fueron desvinculadas, pero al mismo tiempo Nadia Camila Romero se complicaba más. Tras analizar las huellas dactilares levantadas del lugar, una de ellas pertenece a Romero y fue encontrada en varios vasos donde bebieron cerveza y champagne. l l l Lo que no estaba claro en un principio era el móvil del crimen. Una de las hi- pótesis indicaría que fue tras una dis- cusión producto del consumo de bebidas alcohólicas, mientras que otra hipótesis –que termina confirmán- dose- indica que el robo habría sido el desencadenante de la tragedia, ya que, si bien se encontró un maletín con 230 mil pesos, no aparece ni el celular ni la billetera de la víctima. Un jugoso botín G iménez Avendaño tenía una cantidad importante de dinero en efectivo en su casa de dos plantas del Barrio Portal de las Sie- rras, en Rivadavia. En la escena del crimen se encontró un maletín con 230 mil pesos, pero en la cama se ha- llaron billetes de 500 euros. La investi- gación logró determinar que en la vivienda guardaba una suma de 95 mil euros, de los cuales se llevaron 90 mil, que convertidos a pesos dan alre- ÁNGEL GONZÁLEZ – JEFE DIVISIÓN DELITOS DE LA POLICÍA DE SAN JUAN “El móvil del crimen todavía no está claro, pero podría ser el robo” —¿Cómo se empieza a investigar un hecho como este? —Se tratan de reconstruir las últimas 48 horas de la víctima, si tenía familia, si es- taba solo, sus hobbies, entre otras cosas. —¿Quién era Giménez Avendaño? —Un español de 51 años, nacionalizado argentino. Hace diez años llegó a San Juan e invirtió en una residencia para adultos en Capital. Su vida era normal, de su casa al trabajo. Tiene familiares en San Juan, pero su mamá vive en Es- paña. Se encargaba personalmente del negocio, vivía solo en el barrio privado. Fue encontrado el 9 de octubre. —¿Qué datos tiene la Policía sobre el agresor? —A veces es difícil determinar si fue atacado con la mano derecha o iz- quierda, pero sí hay llamados testigos mudos que se preservan porque es clave en un hecho de sangre. Pueden quedar rastros en relación a los autores. El celular no está en el lugar y se lo busca. —Pero, aunque no aparezca el celu- lar, la información se puede obtener igual. —Sí, las compañías están obligadas a brindarla. —¿Por qué la investigación están di- reccionada a mujeres jóvenes? —El móvil todavía no está claro, pero se puede decir que es un robo. Elementos electrónicos no faltan, se intenta deter- minar si falta dinero, al moverse solo manejaba todo él. —¿Por ahora apunta a relaciones sentimentales? —Por ahora sí, a ese tipo de relaciones. —¿Tenía amigos? —Era muy amiguero, tenía un grupo de amigos con los cuales se juntaba siem- pre y tenía una vida nocturna mediana- mente activa. Actualmente hay cinco mujeres mayores de edad detenidas. —¿Hay registros de cámaras de se- guridad? —Está todo levantado por personal téc- nico para ser analizado, estamos en plena etapa. Se analiza quiénes entra- ron. La casa donde vivía Gonzalo Giménez Avendaño y donde fue encontrado muerto el pasado 9 de octubre. (Foto: El Zonda)
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NzQxMjQ=