EL NUEVO DIARIO - EDICIÓN 1915 - 05-06-2020
Viernes 5 de junio de 2020 12 LAS CAUSAS POR LAS QUE EL GAUCHITO GIL CRECIÓ MÁS QUE LA DIFUNTA CORREA L a leyenda de Deolinda Correa cuenta que fue una mujer cuyo marido, Baudilio (o Clemente) Bus- tos, fue reclutado forzosamente hacia 1840, durante las guerras civiles. Vivían en Angaco con sus familias. La solda- desca montonera que viajaba a La Rioja obligó a Bustos a unirse a ellas. Esto hizo que Deolinda, angustiada por su marido y a la vez huyendo de los acosos del comi- sario del pueblo, decidiera ir tras él. Entonces, tomó a su hijo lactante y siguió las huellas de la tropa por el desierto lle- vando consigo sólo algunas provisiones de pan, charqui y dos chifles de agua. Cuando se le terminó el agua, Deolinda estrechó a su pequeño hijo junto a su pecho y se cobijó debajo de la sombra de un algarrobo. Allí murió a causa de la sed, el hambre y el agotamiento. Cuando unos arrieros pasaron por el lugar al día siguiente y encontraron el cadáver de Deolinda, su hijito seguía vivo ama- mantándose de sus pechos, de los cuales aún fluía leche. Los arrieros la enterraron en el paraje conocido hoy como Vallecito y se llevaron consigo al niño. Al conocerse la historia, muchos paisanos de la zona comenzaron a peregrinar a su tumba, construyéndose con el tiempo un oratorio que paulatinamente se convirtió en un santuario. La primera capilla de adobe en el lugar fue construida por el arriero Zeballos, que en viaje a Chile sufrió la dispersión de su ganado. Tras enco- mendarse a Correa, pudo reunir de nuevo a todos los animales. Hoy en día mucha gente deja en el san- tuario de la Difunta botellas con agua, para que “nunca le falte agua a la Difunta”. -¿Ha crecido más la devoción a El Gauchito Gil que a la Difunta? -Creo que están empatados. Son momentos distintos, que tienen que ver con las necesidades y cómo han cambiado las necesida- des. Por más que ahora se vea más El Gauchito, a la Difunta le si- guen pidiendo tres cosas: casa, fa- milia e hijos. Al Gauchito, los pedidos son varios. -¿Cómo nace la devoción a estos santos populares? -Se llama canonización popular porque es la gente la que le da la categoría de santo. Hay una serie de aspectos que tienen similitud con los santos de la Religión Cató- lica, aunque ésta no los avale como tal. No cumple los pasos que pide la Iglesia. En general, estos santos populares han sufrido muerte trágica y un dolor grande, entonces la gente considera que han pagado sus pecados en esta tierra y se han ganado el cielo. -¿Puede existir una rivalidad los devotos de cada uno? -No creo que exista. Durante mu- chos años los que llevaron la his- toria de la Difunta son los camioneros, basta recordar que cuando se compran un vehículo nuevo, lo llevan a la Difunta como pago por la promesa cumplida y cada vez que ingresan o salen de San Juan, pasan para que los pro- teja. A diferencia del Gauchito, la Difunta representa a la madre, a la familia, a la protección del hijo, por su propia historia, su primer mila- gro. Se ve por la cantidad de vesti- dos de novia, fotos de bebés, chupetes, etc. Ahora también la gente lleva las urnas con las ceni- zas de sus muertos a la Difunta. “A la Difunta le siguen pidiendo casa, familia e hijos” RODOLFO FERRER, PROFESOR NACIONAL DE FOLCLORE Antigua estampa de Deo- linda Correa, de auto- ría de Uldarico Rodrigo. Única y rara imagen que muestra a Deolinda en posición sentada. FOTOS GENTILEZA RODOLFO FERRER La historia de Difunta Correa
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