EL NUEVO DIARIO - EDICIÓN 1915 - 05-06-2020
Viernes 5 de junio de 2020 7 ANTONIO DE TOMMASO, DOCTOR EN SERVICIO SOCIAL Y ENCUESTADOR A dos meses y medio del aisla- miento social obligatorio que rige en la Argentina, muchos analistas señalan que los cambios que parecían presentarse de forma pasa- jera, pueden permanecer como parte de la “nueva normalidad”, el concepto que las autoridades políticas y sanita- rias pretenden inculcar. Entre quienes afirman que algunos hábitos llegaron para quedarse está el doctor en Servi- cio Social y encuestador Antonio De Tommaso, quien hizo hincapié en las consecuencias de una vida prevalente- mente hogareña. El director del Instituto de Opinión Pública y Proyectos Socia- les (IOPPS) evaluó que aunque la pan- demia pase, la sociedad mantendrá por varios años ciertas costumbres, como salir menos a la calle y organizar las di- ferentes tareas en torno del celular y la vida digital. – ¿Cómo impactará la pandemia a futuro en cuanto al cambio de hábi- tos sociales? –Hay probabilidades que los hábitos y las costumbres que surgieron como consecuencia de esta pandemia se ex- tiendan por mucho tiempo. Esto son solo hipótesis y no podemos adivinar qué va a suceder de acá a cinco años, pero hay alguna probabilidad de cam- bios conductuales. Indudablemente esta pandemia nos va a transformar en seres más sedentarios. – ¿Cada vez habrá más actividades dentro del hogar? –Sí, creo que tendremos un hábito más introspectivo, hogareño, y habrá una reinvención del hogar, con el impacto que esto trae en la familia, que puede acomodarse o conflictuarse y rom- perse. Me parece que habrá un reorde- namiento de la dinámica familiar y vamos hacia una menor frecuencia e in- tensidad de las relaciones cara a cara. Este sedentarismo nos va a encerrar un poco más de lo acostumbrado y eso ge- nerará un incremento de la obesidad, entre otras consecuencias. Al haber más encierro habrá más individualismo y menos colectivismo. – ¿Qué otros cambios habrá a nivel social? –Su majestad es sin dudas y seguirá siendo el celular. Vamos a entretener- nos y educarnos por redes y a tener muchas más teleconferencias digitales con nuestros amigos que con el cara a cara. Creo que también habrá cambios en los horarios y tal vez los chicos ya no vayan a los boliches recién a las 2 de la mañana para salir a las 6. Quizás por algunos años tengan que abrir a las 20 y terminar a la 1. Hay una tendencia a mayor encierro. –Pero hay cosas que, por la cultura latinoamericana, cuesta renunciar, como ejemplo juntarse a jugar al fút- bol o a tomar un café. – Es que necesitamos el cara a cara y no digo que no vaya a existir, pero sí va a disminuir y vamos a tener más activi- dad dentro del hogar y eso tiene sus pro y sus contra. Lo que sí observo es que estas tecnologías van a generar más brecha social porque como habrá más gente desocupada o subocupada, habrá menos gente que pueda mante- ner un teléfono. – ¿Cómo será el impacto en la eco- nomía y el comercio? –Habrá más teletrabajo y vamos a com- prar por redes, pero eso implica menos empleados de comercio y más desocu- pación, porque el teletrabajo implica li- mitaciones para otros ámbitos. Por ejemplo, como salimos menos a la calle habrá menos consumo de ropa y por ende menos industria textil. Vamos hacia una brecha social y económica muy complicada y me parece que habrá mucha gente que no va a tener trabajo por muchos años. –Igualmente esto hace ver que con el teletrabajo se puede trabajar hacia afuera. –Sí, se abre todo un campo para los que se animan a salir a otros mercados y para los que se animan a venir hacia aquí, de forma digital. Pero me da la sensación que la informalidad del tra- bajo va a ser muy dura. Y entre otros cambios, creo que el efectivo tiende a desaparecer y que los países se han dado cuenta que la salud pública es una responsabilidad del Estado, que no puede quedar excluido de este tema. “Vamos hacia una vida más sedentaria e individualista” Antonio De Tommaso
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