EL NUEVO DIARIO - EDICIÓN 1918 - 26-06-2020

bendita. No lo toque nadie hasta que llegue un facultativo! Eso dice el protocolo. Insulten desde lejos por si estornuda. - decía el guardia de la pistolita termómetro. Hisópenlo, hisópenlo!! Sunaver- guenza esto! Renuncien todos!! Hi- sópenlo antes que se les muera-decía otro por ahí. Y cuando ya, como parte del protocolo, la turba estaba por empezar a ape- drear al sospechoso que yacía em- badurnado con el gel de alcohol, cayó el doctor. Parecía un astro- nauta. Lo revisó minuciosamente y automáticamente descartó el virus. En la ficha médica puso “auto into- xicación por barbijismo”. Resulta que Paulo había almorzado “calli- tos a la española”, se repitió, y des- pués huevos quimbos, y también se repitió. Este atracón le ocasionó una dispepsia, con mucha produc- ción de gases que no se podían li- berar a la atmósfera por su barbijo de neopreno, casi hermético. Se L a semana pasada se produjo un curioso incidente en el mi- crocentro sanjuanino cuando un hombre de descompensó en horas de la siesta. El individuo de contextura robusta de 60 años e identificado como Paulo Sierra, se dirigía a hacer unas compras des- pués de almorzar. Tenía barbijo, número de DNI permitido y andaba solo y lejos del prójimo, como Dios y el protocolo manda. En cuanto se sintió mal se sentó en el piso, y luego se acostó en la peatonal. Hacía calor ese día y el pobre tipo estaba re abrigado y al rayo del sol. La gente se alborotó y vino un guardia de seguridad de un nego- cio con una pistola de esas que te miden la fiebre. Se acercó lenta- mente, y temeroso estiró su brazo y le apuntó a la frente al desgra- ciado, tal como dice el protocolo, y le gatilló. 37.5!!! -gritó. No quedo nadie a menos de 5 metros, pero no se iban, allí se quedaron. Se activó in- mediatamente el protocolo popular COVID 19. Algunos lo insultaban, muchos le sacaban fotos y hacían memes, otros mandaban audios que tenían la posta de cómo fue la cosa, el domicilio, ya le conocían las amantes al pobre viejo también. Que se veía con una vieja de 25 de Mayo y que era timbero. Algunos acomedidos rezaban y le tiraban alcohol en gel como si fuera agua El protocolo ALEJANDRO SEGOVIA COMPARTE UNA DE SUS HISTORIAS produjo en circuito cerrado de gases de desechos en su orga- nismo. Es como si conectas el caño de escape al carburador, ex- plicó didácticamente el facultativo actuante. El cuadro se revirtió rápi- damente aflojándole el barbijo un toque para que circule algo de aire y con una Ranitidina. Santo reme- dio. Paulo se incorporó y se fue a su casa. El doctor se retiró vito- reado y aplaudido por todos los presentes que le hicieron un pasillo de honor, como a los emperadores. Mientras se retiraba pensaba y ro- gaba que ojalá mañana esos mis- mos no le vayan a apedrear e incendiar la casa a él. Para adquirir el libro, editado en formato PDF, los interesados deben ponerse en contacto con Ale Segovia a través de su muro de Facebook: @aleseogovia84. Viernes 26 de junio de 2020 19

RkJQdWJsaXNoZXIy NzQxMjQ=