El Nuevo Diario -Edición- 1929 -11-09-2020

Viernes 11 de septiembre de 2020 11 El defensor sostiene que los encuentros con el hombre asesinado en Iglesia eran solo sexuales. La joven de 23 años, que tiene una hija de dos años con el otro acusado, Luis Montaño, fue trasladada al penal del Chimbas. C uando en junio pasado se co- noció la desaparición de Rubén Darío “Merluza” Qui- roga (50) en Iglesia, las pistas investi- gativas condujeron hasta Glenda Aciar (23), quien al ver llegar la policía a su casa se quebró, contó que Quiroga estaba muerto y que Luis Montaño – su pareja desde los 15 años y padre de su hija de dos– era el autor del cri- men. Luego de escuchar las declaraciones de ambos, el juez Javier Alonso im- putó a Montaño por homicidio agra- vado por alevosía, pero a ella además le imputó “agravado por vínculo”. El Nuevo Diario habló al respecto con el abogado defensor de Glenda, Juan Humberto Fonzalida. –¿Por qué el juez le imputa homici- dio agravado por el vínculo a Glenda, además de alevosía? –El juez le achaca a Glenda una rela- ción de pareja con Quiroga y esto no es así. La doctrina nacional discute mucho qué es una pareja, ¿es una re- lación amorosa, un encuentro, dos o tres encuentros sexuales? Glenda mantenía encuentros sexuales con Quiroga, pero no tenían una relación. De hecho, hacía mucho tiempo que no se veían. –¿Y entonces cómo es imputada? –Porque Quiroga tenía en su poder una tarjeta social a nombre de ella y el Google da como último registro del uso del celular de Quiroga, en un campo frente a la casa de Glenda. Cuando la policía llega, ella confiesa y es lo mismo que dice frente al juez. –¿Y los videos sexuales que tenía Quiroga en su poder? –Nunca se ve la cara de nadie, sólo se ven relaciones sexuales con muchas personas. Sí se encontró una foto de ella, sentada en una plaza riendo. –¿Por qué se desencadena el cri- men, entonces? –Glenda estaba en pareja con Mon- taño desde los 15 y todo ese tiempo ella fue víctima de violencia de género por parte de él. En uno de esos ata- ques, él reventó el teléfono celular de Glenda contra una pared y le sacó el chip, lo puso en su teléfono y comenzó a revisar todos los mensajes. Así des- cubrió la relación con Quiroga. Enton- ces, comenzó a mandarle mensajes a Quiroga haciéndose pasar por ella. A partir de entonces, él le pegaba hasta con un cinto y la obligaba a que le contara cómo eran las relaciones se- xuales que tenía con Quiroga. Mon- taño trabaja en la mina Veladero, y entre los castigos estaba hacerle abrir las piernas y pegarle con la punta de sus botines en la vagina. JUAN HUMBERTO FONZALIDA ABOGADO DEFENSOR DE LA ACUSADA DEL CRIMEN DE RUBÉN QUIROGA –¿Qué pasó ese 22 de mayo cuando Quiroga fue asesinado? –Montaño citó a Quiroga haciéndose pasar por ella. Le pidió que lo acompa- ñara y le dijo que si decía o hacía algo que lo delatara, los mataba a los dos. Montaño había comprado nafta y en una mochila cargó otras cosas. Cuando Quiroga apareció, Montaño lo golpeó con un fierro en la cabeza y la obligó a ayudarle a mover el cuerpo y ver cómo lo quemaba. Luego tiró algu- nas partes en la letrina. Luego siguió torturando a Glenda y cuando subía a Veladero, hacía que lo llamara y le mandara videos cada una hora. La obligó a raparse el pelo y a usar ropa ancha. El homicidio de Quiroga se en- marca en lo que es un femicidio vincu- lado. –¿Esa figura no da a entender que entre Glenda y Quiroga había una relación? –No, eso es lo que pasa por la mente de Montaño. El creía que mantenían una relación y por eso lo mata, y hace que Glenda vea todo, para que sufra. –Glenda es enferma de Chagas, ¿cómo está ahora en el penal de Chimbas? –Por ahora está aislada por 15 días por el protocolo COVID, luego pedire- mos la prisión domiciliaria. –¿Piensa pedir un cambio de cará- tula? –Sí, en esta causa ella es sólo testigo. “Glenda no tenía una relación de pareja con Quiroga, no hay agravante”

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