El Nuevo Diario -Edición- 1939 -20-11-2020-

“Siempre estoy trabajando, buscando. A veces pinto varias obras en simultáneo” –¿Hoy cuanto puede valer tu obra? ¿Negociás una temática, un color que gusta o una obra por encargo? – Se vendieron obras mías hasta en 15.000 dólares, aunque ese no sea el monto que llega a mis manos, pero te da satisfacción saber que alguien esté dispuesto a pagar el precio. También soy consciente que los números no te hacen ni mejor ni peor artista. No nego- cio ningún tipo de sugerencia en cuanto a mi paleta o temática, siempre mi bús- queda sale de las entrañas, después que la consuma quien quiera. Jamás negocié eso ni lo permití, considero que sería mercantilizar la obra y no sería arte. Solo en las charlas entre colegas, con vino de por medio, se permiten de- bates de esos temas (risas). –Tus obras son abiertas, invitan a mirar más allá. Son más bien abs- tractas y tienen poca y precisa figu- ración, sobre todo figura humana. ¿Cómo es el proceso para llegar a una obra o a una serie? –Soy bastante caótico. Me interesa el caos como un tipo de orden en el pro- ceso creativo. Le doy importancia al tiempo–contemporaneidad, al accidente plástico que allí sucede, que hace mutar la idea original para acercar a una verdad que tal vez nunca pueda lo- grar. Siempre estoy trabajando, bus- cando. A veces pinto varias obras en simultáneo; a veces tomo una que hacía tiempo había abandonado, de- pende. Cuando termino una obra y se exhibe, siento que terminó mi trabajo, que a partir de ahora lo que esa obra genere en las personas ya no es algo que yo busqué. –¿En qué momento del día te dedi- cás a pintar? –A cualquier hora, desde la mañana, pero mi mejor momento comienza la tarde noche y no tiene tiempo, por eso construí el taller en mi casa. Antes lo tenía en Médano de Oro y nosotros vivi- mos en Rivadavia, era mucha la distan- cia a recorrer y a veces muy tarde. Aquí puedo compartir con mi familia, levantarme prepararme el mate y venir a pintar. –¿Alguna vez pensaste en dejar San Juan y vivir en una ciudad más cerca de centros de arte? –Al principio. Yo soy muy de bajo perfil, familiero, casi no doy entrevis- tas, me gusta vivir así. Cuando no existía internet sentía eso de estar alejado de los centros de arte, pero hoy no, puedo vivir en San Juan y que mi obra se exponga en cual- quier país. La realidad de San Juan también cambió mucho cuando se construyó el Museo de Bellas Artes Franklin Rawson. Eso fue muy im- portante para la provincia. La pintura me ayudó a conocer muchos ami- gos, gente generosa que me ayudó mucho en mi carrera. Además, si me fuera los colores de mi pintura no serían los mismos, esos tierras y ocres son parte de mi paisaje. De Sudáfrica a San Juan C omo para graficar que a través del internet, una obra puede llegar al mundo, Alberto cuenta que hace unos años, un coleccionista de Su- dáfrica se puso en contacto con él. Al principio, el artista no estaba muy convencido de que fuera ver- dad la propuesta de viajar a San Juan para conocerlo y ver su obra. Sin embargo, el hombre cumplió su palabra. Llegó a San Juan, fue al taller de Alberto, comió con su familia y le compró obra. “Hoy somos grandes amigos y espero que podamos volver a encontrar- nos pronto”, sostiene Alberto. Para saber más El taller-galería de arte Tanto ruido está ubicado en Rivadavia, San Juan. Teléfonos:0264-4332684/264 4165553 instagram: @alberto.alvarez.artista www.alvarezalberto.com

RkJQdWJsaXNoZXIy NzQxMjQ=