QUE HICISTE CON TU VIDA - TOMO IV

202 Juan Carlos Bataller —¿Te aceptaron? —Sí, me aceptaron. Susana Bravo era la maestra. Sólo hice cuarto, volví a tener problemas y luego pasé a la Rivadavia, donde terminé quinto y sexto grado. O sea que hice la primaria en tres escuelas y en una de ellas dos veces. —¿Qué pasó en la secundaria? —Me preparé con Adriana Soliveres de Guimaraes para el Liceo Es- pejo. Fui a revisación médica en el Liceo pero no me gustó mucho la onda. Me dije: acá no voy a andar porque esto es muy estricto. Y como me había preparado me metí en la Industrial, que tomaba examen. Ahí hice primero y segundo y me eximí en todas. En tercero me que- daron cuatro. En cuarto me echaron por amonestaciones… —¡Otra vez sopa! —Sí pero rendí libre cuarto y entré a quinto con dos previas, inglés y dibujo técnico. Ahí fue el desastre… —¿Cómo fue eso? — Yo seguía Vial. En quinto había un profesor que se llamaba Collado Ca ani, que dictaba Cálculo de madera y hierro. José Omar Toro era el director de la escuela. Recuerdo que tenía de compañeros a Marcet, a Julio Qua ropani. Con Collado estábamos todos eximidos pero nadie sabía nada porque a él no le interesaba mucho enseñar. Tam- poco él sabía la materia. —¿Y qué pasó? —Parece que Toro se había dado cuenta que Collado eximía a todos y no enseñaba. El caso es que llega mitad de año y el profesor nos habla y nos pide que uno de nosotros rindiera. “Eso me haría quedar bien con el director”, nos dice. Me ofrecí a ayudarlo pero le aclaré que no sabía la materia. Y Collado me aseguró; ”no te hagas problema vos te estudiás el tema que te doy y aprobás”. —¡Qué fácil…! —Y bueno hicimos un pacto y me da el método de Cremona para que estudie. Lo estudie bien pero sabía eso y nada más. Llegó el día del examen y le digo a Collado: “acuérdese ingeniero que hay bolillas en

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