QUE HICISTE CON TU VIDA - TOMO V

232 Juan Carlos Bataller rraba Ricardo y después yo; cuando el guardapolvo me llegaba no aguantaba más. Era una niñez tan distinta, uno andaba con la onda al cuello, buscaba piedras para la onda; hacer el barrilete con diario y con la caña torcida. Recuerdo de los padres -¿Qué recuerdo tenés de tu padre? -El mejor, nos tenía un respeto y un cariño muy grandes. El viejo, como muchos padres,se inclinaba por mi hermana más grande y sobre todo por la más chica, María Inés. Era muy protector de ellas. Por ahí ellas nos hacían algunas picardías, iban y se protegían con el viejo. - Y de vez en cuando algún coscacho también. -Coscachitos cortitos, un zamarrón y un tironcito de pelo. -Las viejas retorcían las orejas. - Las orejas, los pellizcones y las penitencias. Mi viejo nos ponía en pe- nitencia y nos mandaba a la pieza o teníamos una despensa. Te dejaba ahí y tenías que estar un par de horas. Eran una típica familia de clase media. ● “Cuando Flavia nos dijo que quería ser monja, no nos podíamos oponer, pero era como que nos la habían sacado. Ir a verla era una alegría y las despedidas, no sabés lo que eran… Hoy estamos orgullosos”.

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