1 gobernadores siglo XIX 2015 - page 110

Juan Carlos Bataller
110
46 años cuando fue asesinado. Era miembro de una familia de militares
y políticos correntinos. Su padre, Juan Ascencio Virasoro, había nacido
en Viscaya, España y fue piloto y cosmógrafo. Su hermano, el general
Benjamín Virasoro, fue gobernador de Corrientes en 1847 y figura de
relieve nacional. Otro de sus hermanos, el coronel Miguel Virasoro, fue
dos veces gobernador correntino, en 1848 y 1849.
Cuando llegó a San Juan, en 1859, Virasoro era un militar de carrera de
cierto prestigio y estaba casado con Elena González de Lamadrid, des-
cendiente también de militares de carrera.
Un testimonio
Para que el lector tenga una idea acabada de lo que fue el crimen, vamos
a reflejar el testimonio de un protagonista arrepentido de los hechos.
“Una cuestión sobre minas, que todos dicen aunque yo creo que es
pretexto que Virasoro se las quería agarrar, fue uno de los resortes
que se pusieron en juego para enconar más a la gente del pueblo y
hacer hervir las pasiones y por fin el destierro de unos cuantos que
eran los cabezas de la revolución, vino a precipitar el movimiento
que estalló el 16 pero que nunca creímos tuviese por objeto una ma-
tanza.
Yo vi el pueblo armado y contribuí a todo, mas en la creencia que era
para intimidar al mandón, hacerlo renunciar y si era preciso, ponerlo
preso y mandarlo al gobierno nacional que le diera otra colocación. Así
pues cuando entré con los demás a la casa y lo vi salir con el chiquillo
en los brazos y que le hicieron fuego a pesar que él decía que estaba a
disposición del pueblo, me dio temor por una acción tan infame y re-
trocedí asustado hasta un rincón, detrás de aquella gentuza que por mo-
mentos triplicaba el número, encabezados por unos 15 o 20 amigos del
gobierno, jóvenes a quienes yo no hubiese creído tan sanguinarios y fe-
roces.
Allí presencié el fusilamiento inútil de aquella pobre gente que a la ver-
dad tenían bien puesto el nombre de valientes porque lo eran hasta
donde puede llegar el valor de los hombres; ni uno solo de los once que
estaban, contando tres o cuatro ordenanzas y sirvientes, se mostró flojo
1...,100,101,102,103,104,105,106,107,108,109 111,112,113,114,115,116,117,118,119,120,...216
Powered by FlippingBook