QUE HICISTE CON TU VIDA - TOMO II

134 Juan Carlos Bataller sus hijos, que eran muchos, con la mirada. Mis tíos y mi padre no fu- maron nunca delante de su padre, eso era faltarle el respeto. —Y en ese ambiente tu padre sale camionero. ¿Y viajaba fuera de San Juan o andaba por acá? —Sí, viajaba afuera. Estaba en una empresa, que era Carrascosa, lle- vaba uva. La dupla era mi viejo con Ginés García, que era su ayu- dante. Estuvieron toda la vida. Después cuando dejó el camión fue taxista. Yo no tuve una gran relación con mi viejo, me empecé a ser amigo cuando se enfermó. A mi viejo le gustaba mucho la fiesta, la farra. Él decía que se quería morir en una fiesta y se murió en una fiesta. Se murió en la fiesta de Mogna. Para él era llegar de Buenos Aires, se cambiaba y se iba a una milonga. Y esas cosas yo no las acep- taba. —Ó sea que estuviste un poco distanciado. —Muy distanciado, era nada más el trato de padre e hijo. Cuando lo comienzo a entender, ya no estaba, se murió. —¿Y tu mamá cómo era? —Mi mamá era…. mi mamá fue la mentora de que yo fuera perio- dista. Cuando comencé con la idea de ser periodista fue la que me ● En su memoria está presente su abuelo paterno, que no sabía leer ni escribir pero intentaba por todos los medios que sus nietos si supieran leer y escribir. Hoy esa escuela del Médano se llama Escuela América y tiene un busto en reconocimiento a ese abuelo, don José Castro.

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