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Viernes 29 de abril de 2016
JUAN JOSÉ ROBLES - ADMINISTRADOR ESTANCIA MARADONA
En el último ataque al puesto, a Robles le
dejaron un mensaje mafioso.
Este guanaquito an-
daba a la deriva porque
cazadores habían ma-
tado a la madre. Fue
rescatado por Juan
José Robles.
Imagen impactante: un
guanaco alcanzado por
un disparo. Se salvó,
pero podría haber
muerto desangrado.
Restos de guanaco.
Lo más probable es
que haya muerto
desangrado y otros
animales lo hayan
comido.
—¿Qué es lo que más buscan los caza-
dores?
—El guanaco, porque es el animal más
grande y posee más carne que el resto,
salvo el puma que no se come.
—¿Qué hacen, los matan y se los lle-
van?
—Hace más de diez años, me encontraba
con cazadores novatos, que son los que
más daño hacen. Hay tropillas de guana-
La lucha de un puestero
contra los cazadores de guanacos
cos, generalmente la hembra con crías, y
disparan al bulto porque las ven ahí y las
hieren. Como no le da en un lugar que la
tire, la guanaca corre y muere desan-
grada y el guanaquito queda desprote-
gido. Últimamente, con mi presencia, los
cazadores furtivos novatos han mermado.
He notado que hay un grupo de gente
que se maneja con más conocimientos,
pero la cacería es masiva.
—¿Cuánto tiempo pasás en el puesto?
—Por lo general dos días, que son los
fines de semana, o sea que conocen mis
movimientos, me tiene marcado, saben
que entre semana voy poco. Cuando
estoy hago trabajos, mejoras, incluso em-
pecé a reforestar pero el tránsito de vehí-
culos terminó con los árboles que había
plantado.
—¿Qué papel juega Medio Ambiente?
—Ellos hacen controles, permanente en
el Puente Blanco los fines de semana y a
veces entre semana, no he visto que
suban. Yo he ofrecido el puesto como
lugar de estadía para que ellos controlen,
pero fue una sola conversación hace un
par de años y después nada. Creo que
están limitados porque dicen que es un
campo privado y que no hay combustible
o personal suficiente para estar todo el
tiempo ahí. Espero conversar personal-
mente con Raúl Tello pero me cansé de
esperar que me atiendan.
—¿Estos grupos que cazan clandesti-
namente guanacos comercializan la
carne del animal?
—Creo que sí. En estos últimos tiempos
me puse las pilas y preguntando a uno
por uno, llegué a la conclusión de que
hay un comercio importante. Atando
cabos de lo que junté y por lo que en-
cuentro en los lugares, me lleva a pensar
que no es ocasional. Cada tanto me voy
encontrando con cosas como huellas de
vehículos, pocos caballos y cuerpos de
guanacos esparcidos.
—¿Si te amenazaron pasó de ser caza
furtiva a una especie de mafia?
—Creo que sí, coincide en que el último
golpe de caza furtiva que casi llego. Me
reventaron el portón del puesto, me saca-
ron elementos importantes y días des-
pués decido volver con mi hijo para
arreglar el daño provocado y encuentro
una leyenda amenazante. No me indica
otra cosa que no sea la existencia de una
mafia.
—¿Qué hay dentro de la estancia que
llame tanto la atención?
—Dentro de la Estancia Maradona hay una
variedad animales autóctonos, la mayoría
de los que hay en la provincia está en esa
zona. Hay guanacos, cóndores, zorros co-
lorados, zorros grises, ñandúes, churi, que
es el avestruz chico; pumas, martinetas,
liebres, teros, una variedad de pájaros
muy linda y la mayoría de esas especies
protegidas.
Hace diez años que lucha por
cuidar los guanacos y toda la
fauna autóctona. La última
vez casi da con cazadores
furtivos y le dejaron una
amenaza de muerte. Pide que
Medio Ambiente ponga un
puesto fijo en la estancia
Maradona.
D
esde hace diez años Juan José
Robles es administrador de la Es-
tancia Maradona, ubicada en
Zonda. Fue designado por el dueño del
inmueble, Kiko Recabarren. Al morir Kiko
y tras iniciarse la apertura del juicio suce-
sorio, Robles igual siguió al cuidado de
las 41 mil hectáreas que abarca actual-
mente la estancia. Según cuenta el cuida-
dor, el lugar posee el tercer acuífero en
importancia que hay en la provincia. En el
sitio, hay un puesto, Agua Pinto, y una re-
serva de animales autóctonos. Parte de la
historia sanjuanina está asentada en ese
inmueble: Por allí pasa el Camino del Sol-
dado, utilizado por el Ejército para llegar
hasta Barreal.
Hoy, la Estancia Maradona es blanco de
la caza furtiva indiscriminada. Los guana-
cos son el blanco preferido, a veces para
los novatos pero también para los experi-
mentados, quienes han montado una or-
ganización comercial clandestina. Robles
advierte este panorama, dice sentirse im-
potente y sale a pedir ayuda por las redes
sociales mostrando fotos crudas de gua-
nacos mutilados por el accionar de los ca-
zadores.
El puesto Agua Pinto es el más impor-
tante de la zona, ha sido saqueado en rei-
teradas ocasiones, pero la última vez le
dejaron a Robles una nota amenazante:
“Sos boleta, puto”. Lejos de sentirse inti-
midado, lo publicó y en esta entrevista
con El Nuevo Diario contó detalles de su
lucha contra la mafia de la caza furtiva y
comercio de carne de guanaco.
—¿Cuál es la situación en la Estancia
Maradona?
—Lo que me preocupa es la falta de ca-
pacidad, creí poder manejar solo el
campo después de tantos años, pero en
estos últimos tiempos me di cuenta que
solo no puedo. Están sucediendo aberra-
ciones, me estoy enfrentando a una
fuerza mayor que me superó. Me rompie-
ron el puesto de Agua Pintos, me robaron
herramientas básicas y creo que está vin-
culado a un grupo de gente que se dedica
a la caza furtiva que ha encontrado una
veta de comercio.
—¿Es el primer atentado importante
que sufriste en el puesto?
—No, hay una reiteración de atentados y
este ha sido el más fuerte, incluso hubo
un mensaje que conlleva una amenaza,
muy fuera de lugar. A la gente que siem-
pre se arrimó al puesto la recibí bien, la
orienté pese a que se maneja en un
campo privado pero que tiene entrada
libre.