El Nuevo Diario - page 8

Viernes 16 de noviembre de 2018
8
namentales, instituciones educativas y
padres a tomar medidas de control, que
hasta hoy no han dado buenos resulta-
dos.
En el caso de los establecimientos edu-
cativos, muchos directivos tomaron
como norma que fueran los padres y los
alumnos quienes organizaran el viaje.
Sin embargo, algunas autoridades esco-
lares ni siquiera prestan las instalaciones
para las reuniones y los estudiantes que
viajan, tienen las faltas correspondien-
tes.
Los viajes “oficiales”
A
diferencia de la actitud asumida
en relación a los viajes de egre-
sados, las escuelas y colegios,
sobre todo privados, tienen en su planifi-
cación una serie de viajes “oficiales”, o
sea organizados por ellos, autorizados
por el Ministerio de Educación de la pro-
vincia, y de acuerdo con un cronograma
que abarca: en cuarto grado, Valle Fértil;
Se organizan desde cuarto
grado. Existen los viajes de
estudio, que realizan los
establecimientos educativos, y
los de egresados, que organi-
zan los alumnos y padres.
D
esde ese 1963 cuando los estu-
diantes de 6to año de la Escuela
Industrial Domingo Faustino Sar-
miento, comenzaron a soñar el viaje de
estudios que al año siguiente harían a Eu-
ropa, pasaron 55 años. Ya nada es como
era entonces, podría decir un tango me-
lancólico, pero tratándose de viajes de es-
tudios, la frase se vuelve literal.
Y mucho más a la luz de lo ocurrido el pa-
sado fin de semana con las alumnas de
6to grado -11 y 12 años- del Colegio El
Tránsito de Nuestra Señora.
Independientemente de cómo la Justicia
sanjuanina resuelva el caso del colegio
confesional (en el que el fotógrafo que
viajaba en el contingente fue acusado por
los padres de exhibición), lo cierto es que
año tras año los viajes escolares se han
vuelto cada vez más problemáticos y un
buen negocio para las agencias de tu-
rismo.
Volviendo al caso de la Industrial, fue jus-
tamente un conflicto suscitado en Europa
entre profesores y alumnos de la última
de las 12 promociones que viajaron –su-
mado a la llegada de la dictadura militar-
lo que terminó con esos viajes de egresa-
dos, que sí tenían el espíritu educativo.
Es que a través de una organización soli-
daria, COVE (Comisión de Organización
del Viaje de Estudios), los alumnos de 1ro
a 6to año vendían la rifa que sorteaba, en
general, un auto 0KM. Con el dinero re-
caudado, los jóvenes pagaban el pasaje
en barco a Europa y visitaban plantas fa-
briles y automotrices, entre otras empre-
sas, durante 6 meses. Con el tiempo y los
problemas de la economía argentina, los
meses se fueron acortando.
La muerte del John Lennon, ocurrida el 8
de diciembre de 1980, encontró a una
nueva promoción de COVE en viaje de
egresados. Esta promoción fue la primera
que obtuvo autorización para volver a salir
del país, luego de varios años, pero ni el
fin ni el destino eran precisamente educa-
tivos: Río de Janeiro, en Brasil. Desde en-
tonces, los nuevos destinos fueron
Disney, Cancún y Brasil, entre otros.
A esta altura, ya eran varias las promocio-
nes de escuelas secundarias las que or-
ganizaban viajes de egresados, con el fin
de compartir unos días con los compañe-
ros antes que la vida los separara. A prin-
cipios de los 90, los últimos grados de las
escuelas primarias también se sumaron a
la organización de viajes de fin de curso y
entonces, Carlos Paz fue el destino de los
pequeños y Bariloche, el de los mayores.
Agencias de turismo truchas, siniestros
viales, descontrol en el consumo de alco-
hol, violaciones y muerte de adolescen-
tes, son parte de la postal que dejaron los
miles de viajes registrados a Bariloche.
Hechos que llevaron a autoridades guber-
por el Colegio El Tránsito –cuyo costo
por alumna fue de aproximadamente
9.000 pesos a través de la agencia
Bacur-, es una tradición que se realiza
hace varios años porque se visita la casa
de la Madre María del Tránsito, en Cór-
doba. Pero, salvo la entrada para un boli-
che para las niñas que los padres
rechazaron, el resto de la oferta del viaje
“educativo” ofrece la asistencia a dos
parques temáticos y una excursión náu-
tica.
Para el resto de los viajes “oficiales” que
realizan las demás instituciones educati-
vas, sobre todo privadas, la política es
más o menos la misma: condiciones im-
puestas por el establecimiento, en gene-
ral no viajan padres y, salvo que el
colegio o los padres no lo acepten, chi-
cos con 11 o 12 años ya ingresan a un
boliche.
Por otra parte, las empresas de viajes, y
a fin de captar más interesados, han co-
menzado a ofrecer más servicios, que
obviamente tercerizan y no controlan,
como las fotos y el video del viaje, expo-
niendo en este caso a los chicos a viajar
con desconocidos.
Otro punto en común con todos los esta-
blecimientos es el discurso para conven-
cer a los padres de que sus hijos deben
viajar, consistente en asegurarles que ya
“les contaron a los chicos, lo interesante
que será conocer (determinado lugar),
acompañados por sus compañeros, a los
que quizás no vuelvan a ver”... Todo muy
sentimental para dejar a los padres como
los “malos” en el caso de que no acepten
la propuesta. A este panorama se suma
el hecho de que tanto docentes como co-
ordinadores, en la mayoría de los casos,
no están lo suficientemente preparados
para responder de manera rápida y efi-
ciente a situaciones inesperadas que vul-
neran la integridad física y/o emocional
de los alumnos.
Una de las promociones de COVE, de la Escuela Industrial Sarmiento, en su
viaje de estudios a Europa. Foto: Tiempo de San Juan
Los viajes estudiantiles
Cuando el colectivo que traía a las alumnas del Colegio El Tránsito llegò a la Terminal de Ómnibus, los padres interpelaron a las
representantes y autoridades de la instituciòn por lo ocurrido con el fotógrafo que viajò con la delegaciòn. Foto: Tiempo de San Juan
TRAS EL ESCÁNDALO DEL COLEGIO EL TRÁNSITO
y sexto grado, Carlos Paz; en la educa-
ción primaria; en tanto que en la secun-
daria, los destinos son Salta; San Rafael
(Mendoza), Puerto Madryn (para ver las
ballenas) y Carlos Paz, en los viajes
educativos, y la costa o Córdoba, en los
llamados recreativos.
El costo de estos viajes “oficiales” –un
negocio millonario para las agencias-
también es asumido por los padres y en
muchas ocasiones, la empresa de tu-
rismo es impuesta por las autoridades
del colegio. En estos casos, lo que re-
sulta cuando menos llamativo es que los
alumnos que no pueden costear el viaje,
deben asistir a clases en el tiempo en
que los demás están paseando. Lo
cierto es que si es un viaje “oficial” y
educativo, autorizado por el Ministerio
de Educación, ¿no debería la institución
educativa arbitrar los fondos para que
todos los alumnos de un curso pudieran
asistir?
En el caso concreto del viaje organizado
1,2,3,4,5,6,7 9,10,11,12,13,14,15,16,17,18,...28
Powered by FlippingBook