QUE HICISTE CON TU VIDA - TOMO II

157 Qué hiciste con tu vida películas. No eran tan rígidos. Después estuve en Alemania, sobre todo en la parte de Múnich y vi que era totalmente distinto. Usted habla de sus padres y la parte afectiva no la tocó, ¿cómo eran ellos respecto a su crianza?, ¿tenía diálogo con ellos? —Sí, podía hablar y mi padre tenía hasta cuarto grado hecho. Mi madre también. Mi padre tenía buena letra y era el que me corregía y me enseñaba hacer los mapas. Me revisaba los deberes y no era nada forzado. —Entonces su infancia transcurre en un pueblo de Buenos Aires. —En la ciudad, en Saavedra. Hasta 1945 hice la primaria en una es- cuela alemana bilingüe. En esa escuela tuve un profesor, que era santiagueño, que nos enseñó a amar el folclore y a bailarlo. Aparte estaban los profesores alemanes que se ocupaban del resto de la educación y de la disciplina. En esa escuela el que la armaba, la pa- gaba. —¿Hoy recuerda el alemán?, ¿lo sigue hablando? —Sí. Cuando iba a visitar a mi abuela ella me decía “en esta casa se habla alemán. Y tengo un motivo muy sencillo, vos vas a aprender alemán y vas a tener gratis el alemán. Cuando he viajado a Alemania siempre me miraban raro porque nosotros hablábamos un alemán sin acento. Mi padre tenía un dialecto infernal. Y todos me preguntaban “¿de qué parte de Alemania es? —Usted se cría en Buenos Aires. En su niñez, ¿era hincha de algún club, practicaba algún deporte? —En Vicente López había un club atlético y los estudiantes de la es- cuela teníamos acceso ahí. Y en el barrio en ese tiempo jugábamos al fútbol en la calle. —Entonces, la primaria la hace en Buenos Aires. —Pero no completamente porque en 1945 cerraron la escuela alemana. Nace después con otro nombre, exigían otros recursos económicos y mi familia no los tenía. Entonces fui a una escuela nacional, magnífica. Hice mis dos últimos años de escuela ahí. —¿Cuándo se le despierta la vocación por lo técnico?

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