A una semana de su llegada
a la Argentina, la aplicación
del momento genera odios y
pasiones por los cambios y
posibilidades que abre.
Psicólogos y expertos en
nuevas tecnologías anticipan
cómo será el mundo de la
realidad aumentada y la
geolocalización.
D
esde antes de ver la luz, la expec-
tativa mundial alcanzaba el nivel
que solo generan los grandes fe-
nómenos. En el Super Bowl, mientras se
conmemoraban los 20 años de creación
de los primeros videojuegos, hizo su pri-
mera aparición pública y desde entonces,
el furor fue imparable.
Más de 75 millo-
nes de descargas en todo el globo
y un
uso diario superior al de gigantes como
Facebook, Tinder e Instagram convirtieron
a Pokémon Go en una verdadera revolu-
ción tecnológica.
“Esto es solo el princi-
pio”,
dicen los expertos sobre el juego
que se anuncia como la base de un uni-
verso de posibilidades, pese a los temores
que despierta en el mundo entero.
Viernes 12 de agosto de 2016
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LAS IMPLICANCIAS SOCIALES, PSICOLÓGICAS Y POLÍTICAS
Una nota de
Graciela Marcet
El mundo
después de
Hace poco más de una semana, la Argen-
tina pasó a formar parte del grupo de casi
40 países en los que funciona la aplica-
ción y, al igual que en el resto del mundo,
el entretenimiento estuvo en boca de
todos. Desde la broma y los memes hasta
la preocupación y la paranoia, las noticias
giraron en torno a los accidentes y robos,
los controles que empezó a implementar
la Policía, las recomendaciones para
jugar con seguridad y hasta el rechazo de
los que anticipan una
generación de
“zombies”.
¿Un entretenimiento inocente o un de-
monio capitalista destinado a controlar
a poblaciones enteras?
Entre esos dos
extremos giró el debate sobre los objeti-
vos subyacentes al juego. Y aunque algu-
nos aseguran que solo se trata de “una
moda pasajera”, distintos especialistas
afirman que más allá del destino que
tenga Pokémon Go, las tecnologías que
utiliza llegaron para cambiar definitiva-
mente la forma de vivir. “El juego emplea
realidad aumentada y geoposicionamiento
y si bien estas tecnologías no son nuevas,
es la primera vez que un juego de este
tipo se hace tan popular”, dice Fabio Ca-
vassini, desarrollador de nuevas tecnolo-
gías.
Invertir en el futuro
L
ejos de cerrar la discusión en las
virtudes y defectos del juego, los
expertos imaginan cómo cambiará
el mundo con la masividad de estas apli-
caciones. Desde avances para la medi-
cina hasta catálogos para decorar
virtualmente las casas, la realidad aumen-
tada y el geoposicionamiento ya comenza-
ron a mostrar sus primeros usos. No en
vano las grandes firmas están haciendo
siderales inversiones en juegos como
Pokémon Go
, que en pocos días hizo ex-
plotar la bolsa. Uno de los mayores expo-
nentes es McDonald’s, que firmó una
alianza con Nintendo para convertir a sus
sedes en pokestaciones o gimnasios, los
lugares donde los jugadores pueden en-
frentarse a otros o encontrar nuevas figu-
ras.
Las apuestas no solo van hacia el juego
del momento sino que se amplían al am-
plio abanico de opciones que ofrecen la
realidad virtual, mixta y aumentada
.
Según Ricardo Casares, programador
sanjuanino e ingeniero senior en software
en EPAM, Polonia; en lo que va de este
año ya fueron invertidos más de 1,1 billo-
nes de dólares en este tipo de tecnolo-
gías, una cifra que promete ampliarse en
virtud de los desarrollos esperados.
La geolocalización
y el temor al
control militar
L
a velocidad con la que Pokémon
Go se expandió por el mundo puso
en guardia a las autoridades de di-
ferentes países. Las advertencias sobre
accidentes o robos, propiciados por la dis-
tracción que genera el juego, rápidamente
se hicieron realidad. En San Juan, tanto la
Policía como la Municipalidad de la Capital
reforzaron los controles en los espacios
identificados como “gimnasios” y una situa-
ción similar se repite en diversos lugares
del mundo.
El problema mayor se da cuando las “po-
kestaciones” se encuentran en lugares en
los que la seguridad es clave, como la
Casa Blanca o el Pentágono. Si bien mu-
chos sitios como el
Congreso de la Na-
ción Argentina reciben con agrado a los
“cazadores”
,
otros prohibieron el juego
en sus recintos
, como hicieron la estación
de Policía de Darwin, Australia, y el Museo
de la Memoria del Holocausto, en Was-
hington D.C.
Los casos más extremos de rechazo se
viven en países como Irán, en donde el
Consejo Superior de Espacios Virtuales
vetó el uso de la aplicación “por razones
de seguridad”, o en Israel, en donde las
autoridades militares prohibieron a sus sol-
dados jugar a Pokémon Go. En una orden
enviada a soldados y oficiales, el ejército
israelí advirtió que el juego activa cámaras
en los celulares y
servicios de localiza-
ción que podrían filtrar información
deli-
cada como la ubicación y fotografías de
bases militares.
Aunque todavía no se ha comprobado un
uso político o militar del juego, los expertos
en redes no descartan que estas tecnolo-
gías sirvan eventualmente a estos fines.
McDonald´s fue una de las primeras grandes firmas en realizar un convenio
con Nintendo para establecer pokestaciones en las sedes de su cadena.
