El Nuevo Diario - page 6

Viernes 23 de febrero de 2018
6
HOMBRES Y MUJERES QUE TERMINARON INTERNADOS CON
Sebastián Andrada recibiò la pena
más duira dictada en Flagrancia: 8
años de prisión.
La víctima del arrebato recibió una paliza. Le llevaron las zapatillas, el celular y 700 pesos.
Mario Olmos fue condenado
a 6 años de prisión.
Walter Martín fue condenado a 6 años de
prisión. Tenía 27 causas y ninguna condena.
lencia tomó como víctima a una recono-
cida abogada sanjuanina. Por el forcejeo y
los golpes ejercidos, la mujer terminó con
fracturas y golpes en sus brazos.
Un viejo conocido
de la policía
U
no de los temas que llamó la aten-
ción del detenido y condenado por
el arrebato a la mujer de 73 años,
es el prontuario con cantidad de causas sin
condena y con pedido de captura pen-
diente.
Walter Antonio Martín, de 37 años, tiene 27
causas en total. De esas, 10 hechos fueron
cometidos cuando era menor. El año pa-
Los tremendos testimonios
de las víctimas de arrebatos
sado ya había sido sobreseído en una
causa por hurto calificado y fue puesto en
libertad. Tenía un pedido de captura pen-
diente del año 2016.
El caso concluyó con acuerdo de juicio
abreviado homologado por el juez, con
una condena de 6 años de prisión de cum-
plimiento efectivo más declaración de rein-
cidencia en razón de registrar condena
anterior. La fiscal actuante fue Virginia
Branca.
Condenas altas
S
i bien hay delitos cuyas penas se
agravan por otros hechos que ro-
dean al robo en sí, hasta el mo-
Son casos que se producen a
diario. Las condenas más
severas de Flagrancia fueron
para estos hechos. Muchos de
los condenados tienen un largo
historial y no hay condenas.
Testimonios desgarradores de
cómo cambia la vida de
las víctimas.
L
a modalidad del robo mediante el
arrebato sigue aumentando a diario
y ya es moneda corriente. También
aumenta la cantidad de víctimas que resis-
ten y que sufren los efectos de la violencia
aplicada por los delincuentes.
Estos hechos se hacen más evidentes
desde que entró en vigencia el sistema de
Flagrancia, ya que en el caso de ser dete-
nidos los autores, inmediatamente se pro-
cede al juzgamiento y condena y ya se han
dictado las condenas más altas para este
tipo de delitos.
El arrebato es un delito que despierta un
doble rechazo, porque más allá del daño
material, los efectos que genera a la víc-
tima son insospechados. Es tal el grado de
violencia y la desconsideración, que mu-
chas víctimas terminaron pagando con su
vida el hecho de aferrarse a sus pertenen-
cias para evitar el robo.
Además, siempre el blanco de los ataques
son personas que no pueden defenderse,
por ejemplo adultos mayores, niños, ado-
lescentes y personas con discapacidad.
Para tener una idea más acertada de
cómo ha crecido, una estadística oficial del
fuero de Flagrancia pone al descubierto el
incremento de este tipo de modalidad de-
lictiva con las diferentes consecuencias
para las víctimas.
Casos que
conmocionan
L
a semana pasada tuvo lugar un
arrebato en pleno centro, a la luz del
día y la víctima fue una mujer de 73
años: Amanda –se protege su identidad
por razones de seguridad y por pedido de
la propia víctima- fue atacada cuando in-
tentaba ingresar a su domicilio, la tiraron al
piso y se fracturó el húmero.
Hace algunos años, cuando esta modali-
dad no era habitual, la esposa del cortista
Adolfo Caballero – Silvia Lozano- también
fue víctima de los arrebatadores, quienes
la atacaron en la puerta de su casa y la
arrastraron casi una cuadra hasta que
soltó la cartera. Las consecuencias fueron
muchas y de consideración.
Otra víctima que terminó pagando con su
vida fue la madre del vicepresidente de la
COVIAR, Ángel Leotta. La mujer, una sep-
tuagenaria, salía de su casa en Concep-
ción y fue atacada por arrebatadores.
Como consecuencia de la violencia ejer-
cida, la mujer cayó al piso y golpeó con su
cabeza. Agonizó varios días y terminó fa-
lleciendo.
Esta semana, otro hecho de extrema vio-
mento la pena más alta de Flagrancia le
fue aplicada a un sujeto por el robo do-
blemente agravado por el uso de armas
y porque hubo situación de arrebato,
pero no produjo lesión física.
El fiscal de ese caso, Carlos Rodríguez,
logró la condena más alta, 8 años de pri-
sión de cumplimiento efectivo para Se-
bastián Andrada; 6 para Mario Olmos y
5 para Alexander Olmos. Las condenas
fueron como consecuencia del violento
ataque a un joven que caminaba por
Pedro de Valdivia y Alem, en Trinidad.
Entre los tres y usando un cuchillo para
amedrentarlo, lo golpearon y le sacaron
las zapatillas, un celular y 700 pesos. La
víctima terminó hospitalizada.
-Es que hace unos tres años a mi hija
mayor la atacaron en Rawson para
arrebatarle la cartera y el celular. El tipo
la tiró al piso y como no podía sacarle
la cartera, la pateaba y la pisaba hasta
que le fracturó tibia y fémur. No tiene
idea lo que fue ver a mi hija cuando me
la trajeron en silla de ruedas y con la
pierna colgando.
-¿Cuándo la atacaron?
-Fue el viernes 2 de febrero, en la
siesta. Estaba esperando el colectivo
en la esquina de Alvear y San Lorenzo,
en el Barrio del Carmen, y de repente
un muchacho aparece por atrás, veo
que se acerca la mano y lo primero que
pienso es que era mi hijo, pero cuando
me toma el brazo con fuerza, cambio la
cartera de mano.
-¿Logró quitársela?
-No, empiezo a pegarle y el delin-
cuente empieza a retroceder hasta que
mete un pie en la cuneta. Allí me mira
con odio, tenía los ojos desorbitados,
entonces imaginé que me iba a pegar
con todo y empiezo a gritar y a pedir
auxilio. Aparecieron algunos vecinos y
el tipo se escapó.
-¿Andaba solo, en qué se movili-
zaba?
-Solo no, unos metros más allá lo es-
peraba otro tipo en una moto, que le
gritaba que me dejara porque iba a
venir la policía.
-¿Qué la llevó a reaccionar de esa
manera?
Mabel – Víctima de arrebato
“Cuando le pegué,
el tipo me miraba con odio”
1,2,3,4,5 7,8,9,10,11,12,13,14,15,16,...28
Powered by FlippingBook