entender, que es entendible por parte de
padres y madres porque es algo que nunca
se esperan. Nunca nadie te enseña cómo
ser papá y menos cuando te toca afrontar
parámetros que la sociedad te enseña
cómo debe ser. Con mis padres todo exce-
lente, siempre presentes y apoyando las
F
ernando Baggio tiene 40 años, es
un referente de la lucha contra la
discriminación. El pasado 17 de
mayo, Día mundial de la lucha contra la
discriminación por la orientación sexual y
la identidad de género, publicó en su muro
de Facebook “
en el 2010 salí del closet,
eso provocó un cisma familiar. Desde
entonces casi no tengo relación con
gran parte de mis tíos/as
”.
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Fernando le contó a su familia hace ocho
años, cuando tenía 32 años, su elección
de vida. Esto le valió el alejamiento de
parte de su familia pero conservó a todos
sus amigos, que al igual que sus padres y
hermano, lo apoyaron incondicionalmente.
Más allá de su situación puntual, sabe que
hay muchas personas que viven un in-
fierno por no animarse a contar su situa-
ción.
—¿Cuál fue el costo de mostrarte tal
cuál sos?
—El costo de la verdad es que no todos
quieran aceptarla. En mi caso, fue el dis-
tanciamiento de algunos miembros de la
familia porque no sos tan digno de pisar
sus casas. Eso me duele, que por elegir mi
camino que fue expresar lo que soy, de
golpe hayamos pasado a ser la oveja
negra de la familia. La decisión de haberse
alejado de mis padres por mi elección se-
xual, como si ellos tuvieran algo que ver.
—¿Cómo reaccionó tu círculo íntimo
ante tu planteo?
—Excelente, se quedaron en silencio y me
hicieron miles de preguntas para tratar de
Viernes 25 de mayo de 2018
13
FERNANDO BAGGIO, ÍNTIMO
actividades en favor de la no discriminación.
—¿Cuántos años tenías cuando deci-
diste salir del closet?
—Fue en el año 2010, ahora tengo 40, en
ese momento tenía 32 años.
—¿Cuánto tiempo te llevó madurar la
forma de comunicarlo?
—Todos esos años. A mí me hubiera en-
cantado hablar mucho antes, es algo que
siempre supe, pero tenía miedo de cómo
iban a actuar mis padres, mis amigos que
eran heterosexuales, amigos que siguen
estando todos, no perdí ni uno. Solo perdí
el contacto con algunos familiares porque
decidieron alejarse, pero con el círculo
chico integrado por mis viejos y mi her-
mano todo bien.
—¿En algún momento se te planteó una
lucha interna entre lo que autopercibías
y lo que el mundo quería que fueras?
—Esa lucha está presente en cualquier
persona que está en el closet y en cual-
quier otra, porque la sociedad nos empuja
a hacer cosas para intentar encajar. Todos
buscamos vivir en paz y en armonía, que
nadie te juzgue por ningún motivo y no te-
nemos ganas de dar explicaciones. Nadie
tiene que explicar cómo se dio cuenta de
que era heterosexual o por qué te gustaba
una chica cuando eras adolescente. Nadie
pide explicaciones por eso y sería genial
que nadie deba dar explicaciones por la
persona a la que ama.
—¿Qué sentiste cuando tu círculo ín-
timo te contuvo, te entendió?
—Sentía que me sacaba una mochila de
plomo gigantesca que sostuve por esos 32
años. Me sentí muy libre y muy liviano y
me permitió trabajar por esas personas que
se sentían oprimidas por algún motivo. Si a
mí me costó ese tiempo, seguro habían
otras personas viviendo con miedo, con re-
chazo de parte de sus padres, compañeros
de trabajo o en el deporte. En el fútbol hay
personas con distintas elecciones sexuales
y no se animan a decirlo.
—¿Por qué decidiste publicar lo de tu
salida del closet?
—Porque era un día especial, era el Día
Mundial contra la discriminación por la
orientación sexual e identidad de género, el
haber contado eso para amuchas personas
fue una toma de conciencia que queda
mucho por hacer. Esas personas que se
alejaron dejaron de compartir lo que antes
hacíamos semanalmente. Son pequeñas
demostraciones de que en nuestra socie-
dad todavía hay temas tabúes.
—Tu historia no es un caso aislado, es
lo que le pasa a muchos jóvenes.
—Están atravesando situaciones peores.
Lamento haberme demorado 32 años pero
cada persona tiene su proceso interno. La
pasé bien porque fui entendido, pero hay
personas que son echadas de sus casas y
violentadas en la escuela o en su lugar de
trabajo. Si pudiéramos hablar de que
somos todos diferentes y somos merece-
dores de respeto, sería mejor.
—¿Hay un error al creer que hablar de
diversidad es promocionar determinada
elección sexual?
—Yo le pediría a cualquier persona que
sea gay durante un fin de semana, no se
puede. No se puede emitir ningún diagnos-
tico en base a las elecciones afectivas o
sexuales.
El precio de
salir del closet
El asesor del INADI e integrante de la mesa chica de la Federación Argentina de
Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT), cuenta cómo fue vivir 32 años en el
closet y qué pasó cuando decidió salir. Una historia de vida que busca ayudar a otras
personas en condiciones similares.
“
”
Yo le pediría a
cualquier persona que
sea gay durante un
fin de semana, no
se puede.
