El Nuevo Diario - page 10

Viernes 21 de junio de 2019
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A
lejandra Sánchez Cabezas es
médica ginecóloga, máster en
Epidemiología, con amplia expe-
riencia en diseño, dirección e implementa-
ción de programas sociales con
poblaciones vulnerables, y llegó a San
Juan para participar de las Jornadas de
Incidencia sobre Derechos Sexuales Re-
productivos y No Reproductivos, realiza-
das los días 14 y 15 de junio.
Hace de 20 años, Alejandra fundó —y
preside— Surcos, una ONG que pro-
mueve condiciones de vida más saludable
para comunidades vulnerables, partiendo
de los recursos propios de cada comuni-
dad. Además, desde el 2018, es asesora
del Plan Nacional de Prevención de em-
barazo adolescente no intencionado del
Ministerio Desarrollo Social de la Nación.
—Las cifras de embarazo adolescente
son altas y muchos son producto de
abusos, ¿qué dicen las estadísticas?
—En Argentina nacen entre 2.500—3.000
bebés de madres que tienen entre 10—14
años. Es un número que se ha mantenido
estable, que no se ha podido bajar. El año
pasado nacieron 2.460 bebés de madres
de entre 10 y 14 años. Cada tres horas,
una niña entre 10—14 años tiene un hijo.
Además, en el 80% son abusos intrafami-
liares. Esto también es importante que se
sepa para aquellas personas que dicen
“la familia, es suficiente”, y no, la familia
no es suficiente. Y no solamente no es su-
ficiente sino que a veces es el lugar de
mayor padecimiento para las víctimas.
—¿Los abusos intrafamiliares se dan
con más en poblaciones vulnerables?
—El tema del abuso y la violencia es
común a todas las clases sociales. Tuve
muchas pacientes de buenas clases so-
ciales víctimas de abuso, pero es cierto
que las poblaciones con mayor vulnerabi-
lidad social son aquellas que tienen
menos accesos. Una encuesta de salud
sexual y reproductiva demostró que un
70% de los anticonceptivos orales los
compran las mujeres, no se los da el Es-
tado ni la obra social, entonces si yo
tengo posibilidades económicas puedo
acceder; ahora, sin dinero no puedo acce-
der a nada.
—Un abuso sexual, sea intrafamiliar o
no, es un delito.
—En ambos casos es un delito. Se habla
de abuso sexual y generalmente se da en
una relación intrafamiliar, por eso es im-
portante la Educación Sexual Integral
(ESI), porque les da herramientas a las
niñas y adolescentes para poder defen-
derse del abuso. En menor proporción,
también hay varones víctimas de abusos.
La ESI le da herramientas para denunciar
porque hay que recordar que los abusos
se dan en la familia.
—¿Cuáles son los problemáticas que
se dan a partir de estos embarazos?
—El embarazo adolescente causa aban-
dono escolar; es causa de menor inser-
ción laboral y frena el crecimiento y el
desarrollo de las niñas. Pero también,
sobre todo de menores de 14 años, es un
grave riesgo para la salud. La niña tiene
riesgo hasta de morir. La verdad es que a
veces preferimos no hablar porque este
tema nos angustia mucho y ninguna solu-
ción nos agrada. Entonces, preferimos
no nombrarlo, como si de alguna manera
no existiera y quienes no hacen nada o
no hacen lo suficiente para prevenir esto,
son responsables de que una niña cada
tres horas esté teniendo un bebé de ma-
nera no intencional.
—Se debate mucho sobre la ESI sí o
no, y mientras tanto no disminuyen los
casos.
—En algún momento tenemos que madu-
rar y comportarnos de manera adulta. No
hay soluciones ideales. Todos querríamos
que el mundo sea mejor, pero mientras
tanto tenemos que hacer lo que tengamos
que hacer para mejorarlo, aunque a
veces las soluciones no nos gusten tanto.
—Mientras se genera este debate,
¿cómo los niños, niñas y adolescentes
acceden a información?, ¿la buscan en
redes sociales?
—No tienen un adulto responsable que
les hable. Estos adultos creen que si se
habla del tema, aparece, y no se dan
cuenta que el tema está, que somos
seres sexualizados. En Surcos hicimos
una encuesta que lo confirma: los niños y
adolescentes van a buscar información en
internet o en redes y los estamos expo-
niendo a riesgos. Es como si nosotros du-
rante toda la vida de niñez y adolescencia
de nuestros hijos estuviéramos encerra-
dos en casa y a los 15—16 años preten-
demos que salgan y sepan defenderse.
La ESI da herramientas
para denunciar, porque
hay que recordar que el
80% de los abusos se
dan en la familia
Quienes no hacen nada
o no hacen lo suficiente
para prevenir esto, son
responsables de que
una niña cada tres
horas esté teniendo
un bebé de manera no
intencional
ALEJANDRA SÁNCHEZ CABEZAS, MÉDICA GINECÓLOGA
—Los chicos hacen sus propias expe-
riencias.
—Yo atendía a las hijas adolescentes de
muchas madres que conocía y que decían
“mi hija, no”. “Tu hija, si” y encima no tiene
nadie que le hable, que le aconseje, que
le ayude a decir que no, que le diga cuá-
les son los riesgos. Es como tirar a la calle
a nuestros hijos sin haberles enseñado
cómo cruzarla, entonces les van a pasar
cosas. La realidad es que quien se sube
para aconsejar desde allí a sus hijos, es
que tiene miedo a la vida y lo que hace es
trasmitirles ese miedo. Además, los hijos
viven otra generación, otra realidad y no
tienen herramientas para afrontar lo que
les pasa.
—¿Considerás que quienes opinan,
han leído en profundidad la ley?
—Los argentinos tenemos varias virtudes,
pero un defecto: no leemos las leyes. En
Argentina tenemos leyes maravillosas y
no es aburridísimo. Busquen en Internet,
hay una página que se llama Infoleg,
donde están estas las leyes, se puede leer
lo que la ley pide y exige. El material que
se produce en el
Ministerio de Educación de la Nación es
maravilloso, porque tiene todo lo que que-
rríamos que nuestros hijos supieran. Res-
petar a su cuerpo, respetar el cuerpo
ajeno, que la sexualidad no es un mero to-
queteo de cuerpo, sino es un encuentro
entre personas que se respeten y está ro-
deado de afecto.
—¿El papel de Iglesia Católica tiene
efectos negativos la aplicación de ESI?
Sí. Trabajé con muchos curas villeros y
curas con enormes compromisos, que se
remangan y están ahí laburando con la
gente. Pero la iglesia institución —con esa
cuestión de mantener el dogma, de sus
propios miedos, con la obligación del celi-
bato, que da terror, porque además resulta
que les gusta un poquito y el amor termina
no siendo tan pecaminoso—, frenó enor-
memente. Metió mucha presión y, desde
mi punto de vista, de una manera equivo-
cada, produjo muchísimo daño. Sé que en
San Juan se vencieron anticonceptivos
porque no los querían repartir, que se les
niega la ligadura de trompa a mujeres con
excusas que no son reales… Con la vida
de las personas no se puede jugar. Esa
gente tiene reflexionar, porque mientras
ellos se van a dormir a su casa calentitos,
hay mujeres con más hijos de los que
pueden cuidar y educar, muriendo de frío
y sin qué darles de comer.
“Cada tres horas,
una niña de 10 a
14 años tiene un
hijo en Argentina”
La profesional sostiene que, mientras en el país se debate la ley
de Educación Sexual Integral, los niños, niñas y adolescentes no
acceden a información responsable que les permita reconocer
los abusos sexuales, en el 80% de los casos, intrafamiliar.
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