Viernes 21 de junio de 2019
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Estaba internada desde el
4 de junio a causa del cáncer
de colon que la aquejaba. A
pesar de conocer las mieles
del éxito y la fama, la vida no
fue fácil para ella.
Q
uizás verla por última vez, hace
casi dos meses sentada a la
mesa de Mirtha Legrand, y cono-
cer a fondo el sufrimiento que atravesaba
desde hace años, hizo que la muerte de
la actriz, vedette y exmodelo sanjuanina
Beatriz Salomón (65) impactara tan fuerte
en la comunidad artística en particular y
en los argentinos en general.
“Perdí casi 10 kilos y mi melena”
, contó
en esa ocasión. Pero a pesar de la falta
de ese pelo ensortijado y rebelde que la
acompañó gran parte de su carrera artís-
tica y que el cáncer había logrado hacer
desaparecer, Beatriz mantenía intacta su
sonrisa franca, su hablar pausado y su
bonhomía.
“Era una criatura que se preocupaba
por crecer, por saber y por estar donde
hacía falta. Tenía una muy buena vo-
luntad para todas las tareas y a pesar
de todo lo que se decía de ella, era fa-
miliera. Le gustaba estar con sus pa-
dres”.
Ese es el recuerdo que Nina
Galván tiene de Beatriz, quien comenzó la
carrera en la productora que Nina tenía
junto a su marido.
“La conocí cuando
tenía 17 años y estaba trabajando en
un banco en San Juan. La convocamos
para que sea una de nuestras modelos.
Ella era realmente preciosa y como
buena turca estaba enojada con su
nariz. Pero llegó a Buenos Aires y el
ambiente de ahí la copó”.
“La Turca”, como se la conocía en el am-
biente, había nacido en el seno de una fa-
milia de origen sirio el 9 de octubre de
1953, en San Juan. En 1971 se convirtió
en Miss San Juan, lo que le permitió con-
cursar en el certamen nacional de Miss
Argentina y obtener el título de Miss Sim-
patía.
A partir de ese momento, dejó de lado su
empleo en el banco para dedicarse al mo-
delaje publicitario. Pero su impronta no
podía quedar ajena al mundo de la televi-
sión. Así que, en la década del ‘80, co-
menzó a trabajar con el capocómico
número uno de la época, Alberto Olmedo,
en el legendario ciclo No toca botón.
Fue una de las llamadas “chicas Olmedo”
y estuvo en la cresta de la ola a nivel po-
pularidad. Además de hacer televisión,
participó junto a “El Negro” en películas y
obras de teatro. Llegó a ilustrar más de
setenta tapas de revistas, incluyendo Ra-
diolandia 2000, Eroticón, Playboy, Gente y
La Semana. También acompañó a Jorge
Guinzburg, Nito Artaza, Tristán y Berugo
Carámbula, acumulando en su haber una
treintena de obras de teatro, que se su-
maron a sus diferentes participaciones en
cine y televisión.
Con la muerte de Olmedo, Salomón se
abrió camino sola en el mundo del espec-
táculo. Y, aunque siguió trabajando mucho
Beatriz Salomón junto a Juan Carlos Bataller y su esposa, Silvia Plana, cuando fue
entrevistada en el programa La Ventana en 2014. Abajo, Beatriz e Isabel Salomón,
en pleno éxito en la redacción de El Nuevo Diario junto a Nelio Espínola.
junto a Jorge Porcel, en televisión, teatro
y cine, entre otros proyectos, de a poco
empezó a alejarse de las cámaras para
cumplir su mayor anhelo: formar una fa-
milia.
En los ’90 conoció al cirujano plástico Al-
berto Ferriols, con quien se casó el 16 de
abril de 1999, y adoptó a sus hijas Noelia
y Betina. Desde entonces, se dedicó a la
crianza de sus hijas.
En 2004, una cámara oculta de
Punto.Doc mostró cómo Ferriols operaba
a chicas trans a cambio de sexo. En vivo
en Intrusos en la noche, programa de
Rial que seguía a continuación de
Punto.Doc, Beatriz y su marido vieron las
imágenes. Sin palabras para defenderlo,
el mundo se le vino abajo. Al tiempo se
divorciaría de su esposo y comenzaría
una dolorosa etapa, asolada por los pro-
blemas económicos y la necesidad de
mantener a sus hijas.
Guerrera como era, pronto volvió al
ruedo, pero ya no era la misma. La Miss
Simpatía había perdido la sonrisa.
Golpe a golpe
E
l amor de Beatriz por su familia ya
había quedado de manifiesto
cuando, a poco de instalarse en
Buenos Aires, llevó a sus padres y her-
manos a vivir con ella en Buenos Aires.
Así, su hermana Isabel siguió durante
unos años sus pasos, pero luego formó
su propia familia y dejó la carrera.
Desde el 2004 en adelante, nada fue
igual en la vida de Beatriz. El 18 de octu-
bre de 2013 y a los 50 años, Isabel murió
luego de haber soportado durante años
los embates de una Esclerosis Lateral
Amiotrófica (ELA). Este dolor había moti-
vado también la muerte de su mamá,
Leonor, en 2011, al no poder soportar el
sufrimiento de su hija.
En 2015, Extinguidas, la obra de José
María Muscari, la tuvo como protagonista
entre varias artistas de su generación.
Pero al poco tiempo de este regreso a
las tablas, Beatriz perdió a su padre, Ja-
cinto, que tenía 88 años.
En 2017 volvió a deambular en busca de
trabajo y poco tiempo después le diag-
nosticaron el cáncer de colon que final-
mente la llevó a la muerte.
“Me dejé estar mucho con mi salud,
pero no tenía obra social”,
confesó en-
tonces.
El 15 de junio, después de estar inter-
nada cerca de 2 semanas, Beatriz falle-
ció. Y la comunidad artística y muchos
argentinos, y sanjuaninos en particular,
expresaron su pesar por su muerte.
Conmovida, la conductora Susana Roc-
casalvo la despidió diciendo:
“Luchó
con todas las garras. Luchó como una
leona, para con la vida, para con sus
hijas y para con la enfermedad tam-
bién”.
Es que Beatriz Salomón fue, pro-
fundamente, una guerrera de la vida.
MURIÓ EL PASADO 15 DE JUNIO
Beatriz Salomón:
Una guerrera de la vida
