Votar se
transformó en
una actividad
normal para
los argentinos
Viernes 3 de enero de 2014
79
30
años de democracia ininterrumpida en
nuestro país, partiendo de una fecha
por demás evocativa, nos invita tanto
a celebrar, como para reflexionar acerca de sus lo-
gros, déficit y desafíos.
No es para menos. Estamos ante un período inédito
de la historia argentina, conquistado por los argenti-
nos y que marca el afianzamiento de los gobiernos
democráticos en nuestro país, a pesar de no pocas
dificultades y tropiezos sufridos durante el periodo.
Una democracia que -en definitiva- ha logrado eri-
girse en el terreno legítimo y más adecuado para la
resolución de los conflictos políticos y como el único
camino posible para la dirección de los asuntos pú-
blicos.
Sin embargo, su promesa redentora aparece hoy en
entredicho en no pocos casos.
● ● ●
Cierto es que desde el gobierno se alzan voces inte-
resadas que, al mismo tiempo que callan los pasados
logros, como los actuales retrocesos y nuestros pro-
blemas históricos de atraso y la desigualdad social,
subrayan como frutos de esta ultima década, la ex-
pansión de derechos; la unidad latinoamericana; la
supuesta recuperación de la centralidad del Estado;
un crecimiento económico obtenido por condiciones
externas extraordinarias; la afirmación de la memoria
popular y la reafirmación de los derechos humanos,
la inclusión social, etc. etc., aunque estos beneficios
no alcanzan para mantener la ceguera a otras reali-
dades del país, que por ser de urgente y preponde-
rante atención, tienen entidad para erosionar el
sistema si no son atendidas prontamente.
● ● ●
Valga para enumerarlas un reciente documento del
Comité Nacional de la Unión Cívica Radical, al que
adherimos, donde se enumeran como ejemplo de
ellas, el notable deterioro en nuestra calidad institu-
cional en esa misma década, y reflejado, entre otros
factores, en los avances del ejecutivo sobre los
demás poderes, las presiones a los medios de comu-
nicación independientes, la corrupción abrumadora y
falta de transparencia; la asfixia del federalismo; la in-
seguridad ciudadana y la expansión del narcotráfico;
la instrumentación de políticas de corto plazo que
nos ha dejado una infraestructura obsoleta y servi-
cios públicos pésimos; la erosión de la calidad edu-
cativa que empaña un futuro que debiera ser promi-
sorio, y un sistema de partidos desequilibrado, como
resultado tanto de obstáculos estructurales como de
manipulaciones frecuentes a las reglas de juego.
Y no olvidemos a sumar a ello los recientes sucesos
trágicos de estos días, que enlutan esta conmemora-
ción y no consienten su festejo, pues ellos, al margen
de cualquier teoría conspirativa, nos muestra descar-
nadamente las deudas de esta democracia, que no
ha sabido o podido contener ni formar para la vida
democrática a vastos sectores de jóvenes de nues-
tros país, que hoy no están contenidos ni incluidos
por el sistema.
● ● ●
A
pesar de ello somos optimistas y apostamos
decididamente a la democracia para solucio-
narlos, con solo tener presente las palabras
de Alberdi, cuando dijera que: “la política no puede
tener miras diferentes de las miras de la Constitu-
ción”.
Para terminar, no podemos dejar de recordar en esta
conmemoración al Dr. Raul R. Alfonsín, primer presi-
dente de la democracia restaurada, quien dedico su
vida a la tarea no solo de consolidar la democracia,
sino a darle contenido, para asegurar sus privilegios
no sólo a sus contemporáneos, sino para las genera-
ciones futuras sin importar la bandera política.
Por
Hugo Domínguez*
Es el único
camino posible
*Presidente
UCR
