Por calles
y cunetas
más limpias
Sr. Director:
El temporal ocurrido el pasado martes
3 de noviembre sacó a la luz la gran
cantidad de residuos que hay en las
acequias. No sólo de la Capital, sino de
todos los departamentos del Gran San
Juan. Creo que de esa situación somos
responsables todos los sanjuaninos,
pero también las autoridades que se
encargan de la limpieza. En general,
los habitantes de esta querida provin-
cia, debemos tener más sentido de la
solidaridad, de la educación y de las
normas. Es necesario que no arroje-
mos residuos a la vereda, canteros de
los árboles y menos aún a las ace-
quias.
También es cierto que de una vez por
todas, se debe sancionar penalmente a
quienes arrojan basura a los cauces,
como históricamente sucede en el
canal de la Benavidez y otros. No se
puede tolerar que haya gente que con-
tamine el agua, la misma con la que se
riegan los campos y se producen frutas
y verduras que luego ellos mismos
consumen. Si bien en los últimos años
no se ve correr agua por las cunetas,
es cierto que debemos estar preveni-
dos para acontecimientos como los su-
cedidos en estos días pasados. Por
otra parte, las autoridades municipales
deben ejercer mayor control y limpiar
como corresponde los cauces para que
llegado el momento de circulación de
agua, ésta sea de manera fluida. Debe-
mos cuidar sí o sí el agua y vivir de una
manera más organizada en nuestra
provincia.
Leonardo
Miranda Marin
i
DNI 26.791.864
Sr. Director:
El “arte de curar” re-
quiere de esfuerzo con-
tinuo que más allá de los
avances científicos y téc-
nicos, nos ayude a ganar
empatía, entendimiento
y escucha de nuestros
pacientes. Es nuestro
deber como profesiona-
les de la salud, cambiar
el vetusto y reaccionario
modelo biologicista, en
busca de un modelo de
salud que contemple los
determinantes sociales,
históricos, psicológicos y
emocionales del proceso
de salud y enfermedad.
Ya no se trata de llegar a
un diagnóstico y consen-
suar pautas de trata-
miento sobre una
enfermedad, por el con-
trario, el desafío de los
próximos años será
hacer de los avances
científicos algo sustenta-
ble y revertir la creciente
tendencia mundial de
que la salud sea pose-
sión solamente de quie-
nes puedan pagarla, en
definitiva, el desafío es
hacer de la medicina
algo de personas al ser-
vicio de personas.
Nos tocará ser pilotos de
tormentas en los años
venideros, los costos en
salud y la tendencia a la
salud como un bien de
mercado para unos
pocos, harán que deba-
mos asumir compromi-
sos y ser creativos, pues
la salud como derecho
será algo que debemos
anteponer frente a cual-
quier mezquindad. Así
por ejemplo, en la actua-
lidad, drogas como el
Sofosbuvir que ha de-
mostrado ser “curativo” y
con los menores efectos
adversos para el trata-
miento de la Hepatitis C,
se comercializa en
EEUU con un costo de
U$84.000 en su kit de 12
semanas, en el mejor de
los casos que no deba
usarse un tratamiento
por 24 semanas (AR$
1.6 millones aprox.).
Jeffrey Sachs en su artí-
culo titulado “La droga
que está quebrando a
América” dice: “según
los investigadores de la
Universidad de Liver-
pool, los costos reales
de producción de So-
valdi (Marca Registrada
de Sofosbuvir por Gi-
lead) para 12 semanas
de tratamiento están
entre los 68 y 136 dóla-
res” y que “la inversión
de una década de inves-
tigación (12 millones de
dólares) fue recuperada
en unas pocas semanas
de venta”.
Frente a lo más crudo
del capitalismo salvaje y
el neoliberalismo que no
piensa en vidas huma-
nas sino en números,
una pequeña luz se vis-
lumbra con la toma de
decisión de los estados
del Mercosur y UNA-
SUR, ante la propuesta
de los actuales ministro
de Salud, Daniel Gollan
y de Economía, Axel Ki-
cillof, quienes promovie-
ron la compra de
medicamentos en bloque
económico para lograr
mejores precios frente a
la imposición de las mul-
tinacionales farmacéuti-
cas…
Una de las mayores ga-
nancias de nuestra so-
ciedad ha sido, además
de la educación pública,
el interpretar a la salud
como un derecho básico
y en ella el mayor expo-
nente es nuestro sistema
público de salud.
En el 2004 el sociólogo
Artemio López Artemio
decía que si en Argen-
tina vivieran 100 perso-
nas y hubieran para
repartir $100 pesos, el
20% más rico se queda-
ría con $54 y el 20%
más pobre solamente
con $4, por otra parte,
48 personas (de esta ar-
gentina imaginaria de
100 personas) no ten-
drían otra cobertura sa-
nitaria por fuera de la
salud pública... Si fuése-
mos 100 las argentinas y
los argentinos, 3 serían
profesionales universita-
rios y 2 analfabetos ab-
solutos. Analizando este
contexto, las y los médi-
cos somos afortunados
con la presencia del Es-
tado en nuestras vidas,
es decir la sociedad en
su conjunto, para hoy
ser médicos especialis-
tas nos exige una gran
responsabilidad.
Dr. Carlos Fiorentino
-
cioncomunitaria.blogs-
pot.com.ar
Viernes 27 de noviembre de 2015
20
C
artas
del lector
Accidentes:
Dos guerras
de Malvinas
por año
Sr. Director:
Los siniestros viales son la primera causa
de muerte a nivel mundial en la franja eta-
ria que va de los 15 a los 29 años. Anali-
zar los motivos puede llevarnos a
encontrar las soluciones para que no ten-
gamos que sufrir pérdidas de vidas jóve-
nes equivalente a dos guerras de
Malvinas por cada año.
Las estadísticas locales muestran que la
participación de jóvenes en siniestros via-
les graves es mayoritaria. En Argentina
durante el 2014, según cifras oficiales de
la ANSV, murieron 5.279 personas en si-
niestros viales. De ese total, el 24,34%
tenía entre 15 y 24 años, es decir aproxi-
madamente 1.300 jóvenes. Esto equivale
a sufrir cada año el doble de la pérdida de
vidas humanas de la guerra de Malvinas.
Lo primero que pensamos cuando habla-
mos de siniestros viales y jóvenes es en el
alcohol. De hecho el “exceso de alcohol”
está presente en aproximadamente un ter-
cio de los siniestros fatales en esta franja
etárea, pero no es el único de los motivos.
Está comprobado que hasta los 25 años
no se termina de formar por completo en
el individuo el sentido del “riesgo”. Por lo
tanto no ponderan el riesgo como lo haría
un adulto. Otro de los motivos son las dis-
tracciones. Los jóvenes son más disper-
sos, prestan menos atención confiando en
sus reflejos y tienden a hacer acciones si-
multáneas en mayor porcentaje. Estas dis-
tracciones muchas veces vienen del uso
de los celulares o la utilización de auricula-
res. También es común escuchar los equi-
pos de audio de los vehículos a pleno
volumen. Esto les quita, uno de los senti-
dos más importantes en el tránsito: el
oído.
Otra característica que debe ser tomada
en cuenta es la probabilidad que un joven
sufra un siniestro vial grave al conducir un
automóvil se multiplica linealmente por la
cantidad de jóvenes que lo acompañan.
Esto tiene múltiples motivos, pero princi-
palmente se trata por el “acicateo” al que
se somete al conductor para que genere
actos imprudentes y a la necesidad del
conductor de mostrar su mal llamado “co-
raje”. Otro motivo es la inexperiencia.
Tal vez sea Australia uno de los países
que tenga mejores prácticas al respecto.
Para que un joven pueda acceder a su li-
cencia de conducir, en primer lugar habrá
recibido educación vial en la escuela pri-
maria y secundaria y luego tendrá que
rendir tres etapas de exámenes teóricos y
prácticos que lo irán habilitando gradual-
mente y con limitaciones para conducir en
la vía pública.
Ing. Fabián Pons
CARTAS A
EL NUEVO DIARIO
Usted puede hacernos llegar sus
cartas de las siguientes formas:
Por fax:
a los teléfonos 4212441 -
4213658 o 4215056.
Por e-mail
a la dirección:
Personalmente,
en
Santa Fe 236 (O) - Capital
Las cartas no deben exceder de las
20 líneas. El Nuevo Diario se reserva
el derecho de resumirlas. Aquellas
que se refieran a personas en parti-
cular deben ser acompañadas por fo-
tocopia del documento de identidad
del remitente.
El “cáncer” de la Salud Pública
Sr. Director:
Desde que comenzó a
construirse el edificio ubi-
cado en Santa Fe, entre
Mendoza y Entre Ríos
(donde antes estaba De-
fensa Civil) todos los días,
sobre en horarios pico, se
genera un caos vehicular
debido a que en general
suelen ubicarse grúas en
plena calle. Si a eso su-
manos que en esa cuadra
está la parada de colecti-
vos, la situación se com-
plica aún más para los au-
tomovilistas que circulan
por Santa Fe.
Por otra parte, no es
común ver en esa zona
policías que ayuden a
controlar el tránsito y
cuando algún camión de
transporte de mercadería
para en Mendoza, entre
Santa Fe y Córdoba, no
hay forma de evitar las lar-
gas colas y los bocinazos.
Esa zona es además un
peligro para los peatones,
que no encuentran forma
de cruzar en las esquinas.
Ya que no se puede impe-
dir el progreso, por lo
menos sería bueno que
las autoridades responsa-
bles controlaran el tránsito
para evitar un accidente.
Irma Fornés
Caos vehicular
