Viernes 8 de julio de 2016
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Estas son las restricciones que normal-
mente se hacen. También reducen los
días de vacaciones, históricamente eran
dos semanas, ahora son 7 a 10 días.
—¿Qué cosas no deja de consumir?
—La parte de medicamentos, cueste lo
que cueste, aunque se endeude. En
cambio la clase baja no lo puede pagar y
va a un hospital o dispensario y trata de
conseguirlo gratis. La clase media se es-
fuerza por alcanzar el ingreso que nece-
sita para mantener su nivel de vida y
criar a sus hijos mejor que como los cria-
ron a ellos. Una persona de clase baja
cumple su horario de trabajo y se adapta
al sueldo.
—¿Quiénes forman parte de la
clase media?
—Para definir eso hay diferentes cri-
terios. A través de la fundación elabo-
ramos un indicador que es la Canasta
Básica Alimentaria (CBA) y la Total
(CBT), que determina la condición so-
cial por el ingreso. Los que tengan un
ingreso por debajo de la CBT, que
está en unos 11.500 pesos, se consi-
deran pobres. Si el grupo tiene un in-
greso superior ya no sería pobre sino
de clase media. A su vez tenés clase
media baja, media y alta. En Argen-
tina alrededor de un 8% es clase alta,
el 40% es baja y te queda el 52% res-
tante de clase media.
—En San Juan, ¿qué hábitos de
consumo tiene la clase media?
—Eso responde a estudios muy es-
pecíficos. En términos generales uno
define a alguien de clase media como
que tiene casa propia, un auto, estu-
dios secundarios completos, incluso
universitarios, pero hoy te encontrás
con la clase media empobrecida,
muchas familias que cumplen con
esos parámetros pero los ingresos
no las acompañan.
EDUARDO CORIA LAHOZ, ECONOMISTA Y PRESIDENTE
DE LA FUNDACIÓN PARA EL DESARROLLO GLOBAL
“Hoy te encontrás con la clase
media empobrecida”
—Desde las Ciencias Sociales,
¿qué significa ser de clase media?
—En general, pertenecer a un estrato
social no solo está dado por la econo-
mía sino también por el nivel de ins-
trucción. No es solo es el capital
material, sino también el simbólico,
es tan o más importante que el mate-
rial. La clase media está mediana-
mente informada, tiene un nivel
educativo que supera la secundaria y
más. Dentro de la clase media hoy el
grupo familiar debería superar los 20
mil pesos por lo menos. Lo que pasa
es que el argentino le pone una vara
muy baja a la clase media. Clase
media no es comer, pagar el alquiler
y la luz, es superar la cobertura có-
moda de todos tus gastos. Esta clase
comienza a darse algunos gustos, en
recreación, en turismo o cursos.
—Muchos argentinos tienden a
auto identificarse como de clase
media, ¿es parte de nuestra idio-
sincrasia?
—Claro, cuando nos sobran dos
pesos ya creemos que somos clase
media. El argentino se autopercibe
como perteneciente por tener un au-
tito y una casa. Y hay una caracte-
rística muy sanjuanina: Definimos lo
que somos por los aspectos econó-
micos, no por los simbólicos.
Cuando en realidad con 10 mil
pesos y la universidad terminada
estás en una clase mucho más alta
que otro que gane veinte y no tenga
la primaria.
ANTONIO DE TOMMASO, LICENCIADO EN
TRABAJO SOCIAL Y DIRECTOR DEL IOPPS
“Cuando nos sobran dos pesos ya
creemos que somos clase media”
“En mi casa vivimos mi marido, yo y mi hija de 3 años.
Llegamos a fin de mes con lo justo. Pagamos los ser-
vicios, la cuota de la casa, el jardín de la nena, el su-
permercado, la obra social, el servicio doméstico,
teléfono celular. Lo que yo empecé a hacer en el su-
permercado, y he visto gente que lo hace, es ver los
centavos de las cosas. Si un paquete de galletas
cuesta 3,15 y otro 3,10, vamos con eso. También re-
duje la cantidad de carne. Me llegó una boleta de 2 mil
pesos de gas y lo que empezamos a hacer es, cuando
salimos, dejar la estufa en piloto y en la noche pongo
el termo tanque en piloto. Además, trabajo de corrido y
ahora mucho más que antes me traigo comida. Com-
prar comida está carísimo, también las salidas”.
CECILIA LÓPEZ, PERIODISTA Y ASISTENTE TÉCNICA DEL INT
“Llegamos con lo justo”
“Tengo una familia grande y hoy necesitamos observar
los gastos. Antes no importaba si el calefactor y las
luces quedaban prendidos y creo que lo más elocuente
es el encarecimiento de la comida. Antes comíamos un
asado al menos dos veces a la semana, ahora cada
tanto. Y cambió el consumo de cosas prescindibles
como la tecnología, ahora nos cuidamos. El otro con-
sumo es el de combustible, ahora me fijo bien en el cir-
cuito que hago para que rinda. No me gustaría tener
que dejar de comprar libros, tampoco desconectarme
de internet. Ahora tenemos una clase media que revisa
más los gastos y se cuida más al realizar inversiones”.
JULIO CARMONA, INGENIERO
“Revisamos más los gastos”
“Tengo los gastos de servicios, impuestos, comida,
traslado en el auto, por ahí de bibliografía. Ahora
estoy prescindiendo de una manera muy notable del
combustible para el auto, estoy caminando más y
prácticamente andando en micro, salvo cuando ya la
distancia es muy larga. Además he reducido muchí-
simo el gasto en alimentación, cambié a otras mar-
cas y compro lo imprescindible. El poder adquisitivo
ha disminuido estrepitosamente. Compré un celular
nuevo porque se me rompió el otro, cambié de plan y
implica más gastos, creo que voy a volver al anterior.
De eso no puedo prescindir”.
RICARDO TROMBINO, DOCENTE DE LA FACULTAD DE FILOSOFÍA
“Camino o ando en micro”
“No tuvimos que prescindir de las cosas fijas porque
no tenemos muchos gastos. Somos mi hijo y yo. Lo
que sí hemos perdido es la capacidad de ahorro, yo
estaba ahorrando para mi techo y ya no puedo. Vamos
a tener que prescindir de las vacaciones. Para noso-
tros los gastos comunes son el alquiler, el supermer-
cado, lo mínimo de compras diarias, nafta, servicios
comunes, tenemos celulares, no teléfono fijo ni inter-
net. No tenemos grandes gastos y menos al ser varón
mi hijo. Este mes él necesitó un chaleco para un
quince y los zapatos y fueron tarjeteados. Siento el
peso de la nafta, no salimos mucho a comer, por ahí
pedimos un lomo pero ahora poco lo hacemos”.
MARCELA LÓPEZ, PROPIETARIA DE PELUQUERÍA
“Prescindiremos de las vacaciones”
“Lo que se está cortando ahora son las salidas,
sobre todo a cenar, los viajes, todo lo que “sobraba”.
Nosotros tenemos gastos de educación, obra social,
impuesto de la casa, luz, gas, teléfono, divertimento,
los chicos salen mucho y tienen otras actividades
aparte de la escuela. No me gustaría tener que pres-
cindir de las actividades extraescolares. Espero que
no tengamos que bajarnos más, lo más grave es la
incertidumbre. Ha venido una torta de gas y es el pri-
mer mes, es el más barato, porque el más caro es el
de julio y si tenemos que llegar a no prender la estufa
va a ser complicado”.
NATALIO SÁENZ, CONTADOR Y EMPRESARIO
“No me gustaría bajarnos más”