Viernes 26 de agosto de 2016
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“Me cuesta mucho hablar de lo que pasó
en los Juegos porque me pongo mal”. La
frase lleva la firma de Gonzalo Molina, uno
de los sanjuaninos que estuvo en Río 2016
compitiendo en BMX, y mientras dice
estas palabras, al joven de 21 años se le
llenan los ojos de lágrimas. Molina sufre
cuando mira hacia atrás pero no lo hace
por una fatalidad deportiva, sino porque
sabe que estuvo muy cerca de quedarse
entre los ocho mejores del mundo, lo que
le hubiera dado al menos un diploma olím-
pico. En Río compitió con deportistas que
son profesionales y que tienen condiciones
de entrenamiento muy superiores. “Yo
puse todo y estuve cerca, tanto que en al-
gunas de las carreras hasta terminé de-
lante de los que consiguieron medallas”,
relató Molina quien quedó entre los mejo-
res del mundo.
Corriendo desde atrás
G
onzalo Molina clasificó este año a
los Juegos y así cumplió su sueño.
El año pasado dio su primer paso
en la elite cuando participó en los Paname-
ricanos de Canadá. Ya con la clasificación a
Río en el bolsillo, Molina comenzó con su
entrenamiento y la mayor parte lo llevó ade-
lante en la única pista de bicicross que hay
en San Juan. La pista ubicada en Rawson
dista mucho de la que esperaba a Molina
en Brasil. El circuito sanjuanino no está en
condiciones y además no tiene el partidor
adecuado para competencias internaciona-
les. En Santiago del Estero sí hay una pista
que cuenta con un partidor de 8 metros de
altura y en ese lugar finalizó su preparación
Molina. Pero así y todo el “Chalo” no pudo
equiparar su preparación con la de los co-
rredores top. Ellos sí pudieron entrenar en
pistas iguales que la de Río y algunos en-
M
ás allá de los problemas que
tuvo en la pista, para Molina la
estadía en Río fue redonda y
será inolvidable. “A mis nietos les voy a
poder contar que pude vivir la fiesta de
los Juegos”, expresó sonriente Molina,
quien se hospedó en la Villa Olímpica
donde a diario se cruzó a estrellas del
deporte argentino y mundial, como
Juan Martín Del Potro y Luis Scola. “En
los ascensores me crucé varias veces
con Scola y Del Potro. Es más, a veces
estaba cerca de ellos cuando iba a
comer”, destacó y recordó que la noche
previa a su debut en los Juegos com-
partió la cena con Paula Paretto, la ju-
doca argentina que ganó una medalla
de oro. “Esa noche también va ser inol-
vidable porque charlé con ella, que es
una persona muy humilde –afirmó
Molina-. Disfruté muchísimo de todo
lo que viví. De cada segundo que
pasé en la Villa y así poder vivir todo
el show de un Juego Olímpico. Fue
una experiencia única y la verdad es
que valió la pena entrenar tan duro
para competir”. Uno de los pocos lu-
nares que tuvo esa estadía fue ha-
berse perdido las ceremonias de
apertura y clausura. En la primera no
participó porque llegó a Río días des-
pués y en el final tampoco pudo estar
porque tenía pasajes para volver a
San Juan un día antes del final de los
Juegos. “Eso fue una lástima. Me hu-
biera encantado ir”, comentó.
“Ya estoy
pensando en
Tokio 2020”
DEPORTES
GONZALO MOLINA SE DESTACÓ
EN RIO 2016 EN BMX
trenaron durante un tiempo en el circuito ca-
rioca. “Lo ideal hubiera sido estar por lo
menos un mes en Estados Unidos o Europa
para aclimatarme mucho más”, detalló Mo-
lina y agregó que para ello necesitó cerca de
80 mil pesos que nadie aportó. Además, mu-
chos de sus competidores son profesionales
y algunos hasta llegan a ganar 50 mil dóla-
res mensuales. Molina es amateur y buena
parte de los costos que demandó su prepa-
ración corrieron por su cuenta.
Muy cerca
E
n Río, Molina batalló contra los mejo-
res y hasta les ganó, tanto que en
una de las series clasificatorias de
cuartos terminó por delante de Connor
Fields, el norteamericano que finalmente se
llevó la medalla de oro. La experiencia en
Brasil fue inolvidable para el sanjuanino, que
en competencia arrancó con el pie izquierdo
porque antes de la primera presentación en
el Seeding Run se le rompió una zapatilla.
“Tuve que competir así y no me fue bien
porque terminé 29 de 32. Al día siguiente un
corredor colombiano me prestó sus zapati-
llas, que me quedaban un poco chicas, pero
así y todo salí, y me fue bien”, detalló Molina
quien en los cuartos de final terminó tercero,
segundo y quinto en las distintas mangas.
Gracias a esos resultados pasó a las semis,
donde no tuvo una buena primera carrera y
finalizó séptimo. Luego mejoró con un
cuarto y quinto lugar en las últimas series y
así se quedó a un punto de estar entre los
ocho mejores del mundo. “Estuve muy
cerca”, recordó con tristeza Molina, quien
corrió con desventajas. “Los chicos de los
otros países llevaban repuesto para todo,
hasta para zapatillas y yo no pude porque
cada par cuesta diez mil pesos”, explicó el
atleta sanjuanino que vive en un mundo
muy diferente al de los mejores.
Como un sueño
En su primera experiencia
olímpica, el joven de 21 años
se metió entre los 16 mejores
ciclista de BMX y estuvo muy
cerca de competir en la final
por el oro. Molina corrió en
desigualdad de condiciones
ya que no contó con el apoyo
económico necesario para
poder prepararse en
Estados Unidos o Europa.
G
onzalo Molina llegó a sus primeros Juegos Olímpicos
con 21 años y ahora va por más. El corredor sanjua-
nino comentó que ya piensa en los Juegos de Tokyo
2020 porque llegará a esa competición con 25 años, “una
edad ideal para este tipo de deporte”. Pero antes deberá reco-
rrer un camino que tendrá su primera parada muy pronto, ya
que el mes próximo participará en las dos últimas fechas del
Mundial de Supercross que se correrá en Estados Unidos.
A estudiar
M
olina está totalmente dedi-
cado al BMX y por eso ha
dejado de lado los estu-
dios. Pero ya con los Juegos en el
pasado, el atleta sanjuanino piensa
en su futuro y anticipó que en los
próximos meses comenzará a estu-
diar una carrera a distancia. “Es la
única forma de hacerlo porque viajo
seguido, pero la verdad es que
quiero estudiar y recibirme”, contó
el joven sanjuanino.
No se baja
de la bici