Viernes 2 de febrero de 2018
27
de CASEMI, la empresa era de la fami-
lia, él era solo un gerente que quería fi-
gurar e hizo lobby para llegar allí. Obvio
que el fin no era defender la minería,
sino hacer negocios desde allí.
—¿Qué tipo de negocios?
—Apareció con un supermercado en
una zona residencial, proveía a empre-
sas mineras y volvió a hacer lobby hasta
que llegó a la presidencia de la cámara
de supermercadistas, lugar donde sigue
El pasado fin de semana partió
un contingente de diez colecti-
vos con unos 600 dirigentes so-
ciales. Fueron a Buenos Aires a
protestar contra la quita de pla-
nes. Ayer jueves partió otro con-
tingente que salió desde la
terminal. ¿Quién paga?
a Capital Federal a protestar contra la
quita de planes?
—El pasado fin de semana partió un
contingente de diez colectivos de larga
distancia de la empresa Mitrebus. Cada
unidad tiene capacidad para unas 58
personas, o sea que viajaron alrededor
de 600 representantes.
—¿Qué costo tiene eso, quién lo
paga?
—Quién lo paga, no sé, pero le doy los
costos. Alquilar un colectivo de esos
para ir a Buenos Aires cuesta 120 mil
pesos, si fueron diez, la cuenta final da
1,2 millones de pesos. Si pagaron pasaje
por persona, ida y vuelta el costo es de
2.600 pesos. A un total de 580 pasajes,
la cuenta final da 1,5 millones de pesos.
—No es plata chica. ¿Ya volvieron?
—Estaban al volver, el tema es que estu-
vieron de acampe y fue a reemplazarlo
otro contingente más que salió ayer jue-
ves por la tarde desde la terminal.
pero ya no tiene supermercado.
—¿Entonces?
—Son esos raros casos de empresarios
sin empresas que presiden entidades
gremiales—empresarias.
Piqueteros a
Buenos Aires
—¿Qué onda con los representantes
de agrupaciones sociales que fueron
publicamos que demolieron el tradi-
cional local donde funcionó durante
años el Drive Inn Soppelsa. ¿Se supo
qué construirán en el lugar?
—Una vez publicado el dato por
El
Nuevo Diario
, varios tomaron el guante
y salieron a preguntar. Incluso a nuestra
redacción llegó el dato concreto: en Ma-
tías Zavalla y Libertador se instalará un
moderno local de la franquicia Mostaza.
—Pero ya hay un local que regentean
los hermanos Igualada.
—Son los mismos que construyen ese
moderno local.
—¿Se puede decir que nos les fue tan
mal?
—Por supuesto, incluso ellos mismos lo
reconocen. Dicen que con la incursión
en la actividad minera aprendieron a me-
jorar protocolos y sistemas de calidad
para brindar un mejor servicio y también
a planificar inversiones. Pero es cierto
que son uno de los empresarios que le
sacaron la cara a la defensa de la activi-
dad minera cuando las papas quema-
ban.
El empresario sin
empresas
—Hablando de minería, ¿qué es la
vida de Alejandro Donna?
—Me dijeron que volvió a cambiar de
rubro, ahora se dedica a los seguros.
—¿Otra vez cambió? Es una nueva
empresa, supongo.
—Espero que sea su empresa esta vez.
—¿Por qué, las anteriores no lo eran?
—No, para nada. Cuando era presidente