El Nuevo Diario - page 12

Viernes 6 de julio de 2018
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El cuadro que
revolucionó la
Corte de Justicia
CREADO POR EL PERIODISTA Y ARTISTA PLÁSTICO PABLO HENRIQUEZ
E
l Poder Judicial de San Juan no
sale de su asombro al conocer
que un integrante de su equipo de
Comunicación institucional, ganó el pri-
mer premio de un certamen artístico jus-
tamente con una obra que critica a la
administración de Justicia.
El artista plástico y periodista en cuestión
es Pablo Henríquez —hasta hace poco
responsable de la Dirección de Relacio-
nes Institucionales de la Corte de Justicia
y ahora en el área Archivo de la Fiscalía
General—, quien ganó el Concurso “Im-
pulsarte San Juan”, auspiciado por la Mu-
nicipalidad de la Ciudad de San Juan, con
la obra “El tuerto y los ciegos”.
Pintada al acrílico, el trabajo muestra
cinco figuras masculinas con diferentes a
tributos que, según su autor, representan
una “deformidad” de la Justicia. Aunque
sutil, las figuras, sin dudas, remiten a los
cinco ministros de la Corte, a quienes
asigna una característica distintiva.
Entrevistado por Raúl Caliva y Romina
Maina en la Revista GAIA Cultura Ex-
puesta (Año III Número 44, de junio de
2018), Henríquez relata los motivos que
lo llevaron a realizar esta obra.
Aquí se transcribe parte de la entrevista
publicada.
—¿Oué te motivó a trabajar este tema?
— El título “El tuerto y los ciegos” tiene
que ver con una canción de Sui Generis
que está en el tercer disco de la banda
que es “Pequeñas anécdotas sobre las
instituciones” donde cada tema habla de
una institución del Estado. Particular-
mente ésta habla de la Justicia yo trabajo
en el Poder Judicial. Está encabezada
por una frase en latín que es “lus est ars
boni et aequi* (El derecho es el arte de lo
bueno y lo equitativo) que data del año
100 D.C. Es de un jurisconsulto que se
llamaba Ceteon que después se integra
en el “Corpus iuris civilis” que es el primer
código civil
que hubo, un compendio de todo el Dere-
cho Romano y es muy respetada en el
ámbito del Derecho como definición. A
partir de eso se descuelgan cinco perso-
najes donde cada uno representa una de-
formidad de la Justicia la contracara de
esa frase impoluta e inmaculada que apa-
rece arriba (en el cuadro).
—¿Oué elegiste contar a partir de esos
personajes?
—El primero habla del uso hegemónico
de la fuerza por parte del Estado en este
caso del exceso; el segundo, de esa di-
cotomía entre la manifestación pública de
la religiosidad como sistema moral que en
realidad está contrapuesto a una realdad
inmoral por eso debajo de la corona tiene
dos cuernitos. El tercero, es la política
con todo su sentido de seducción y per-
suasión exacerbados. El cuarto habla de
la contradicción entre ideologías que tam-
bién se manifiestan en un sentido pero en
la realidad íntima de esa persona es la
contraría por eso tiene el símbolo de la
hoz y el martillo en contradicción con el
logotipo de Mercedes Benz.
El último, también es la exacerbación de
la iconografía nacionalista como medio de
afirmar un sentimiento de patria o de na-
cionalismo que es falso, una pantalla. A
partir de eso cada uno puede hacer su
lectura.
—¿Con qué técnicas trabajaste?
—Trabajo con acrílico porque es lo más
rápido y práctico, no tengo tiempo para
el óleo, hay que esperarlo mucho. Elijo
también enduido para generar textura.
Estoy usando mucho plástico que le da re-
lieve y transparencia. Hay marcador negro
porque como soy dibujante me interesa
que el dibujo no se pierda debajo de la
pintura. Me gusta el boceto, lo espontá-
neo. En cuanto a la estética, esta obra
está muy influida por mi interés en el De-
recho Romano. El año pasado hice un
viaje a Italia, fui al Foro Romano entonces
el tratamiento de los colores tiene que ver
con eso.
—¿Puede leerse la obra como una crí-
tica a la Justicia actual?
—No deja de ser no sé si una crítica pero
sí un comentario. No está dirigido a nadie
en particular en cuanto a lo personal. Pero
más que al poder judicial específicamente,
al Estado, que como tal creo que está ob-
soleto. Tenemos un Estado cuya filosofía
data del siglo XVII de los grandes contrac-
tualistas como Hobbes. Locke y Rousseau
que estuvo muy bueno para una época
pero creo que hoy necesitamos otra cosa;
en particular en Argentina donde el sis-
tema presidencíalista está obsoleto, ya no
va más. Necesitamos un parlamento que
tome decisiones en conjunto, consensua-
das. Entonces un poco eso, el anacro-
nismo de una cosa que ya no debería ser
pero sigue estando en su cáscara y una
nueva etapa que estaría bueno que los jó-
venes tengan la fuerza para encararla.
—¿Permitís que a través de la obra el
espectador haga una autocrítica de su
rol en la sociedad?
—No sé sí hay muchos que escuchen “El
tuerto y los ciegos”, pero si está bueno
que el arte no quede colgado como una
cuestión meramente decorativa, sino que
movilice a la ciudadanía. Soy un con-
vencido de que los problemas del país
no son económicos, sino netamente
culturales, es más en el mundial lo es-
tamos viendo. El mundial es una me-
táfora de lo que somos como
sociedad, una suma de individualida-
des impotentes que no sirve para nada
por más que nos creamos dioses, en-
tonces nos falta esa cultura y eso se
hace debatiendo, enfrentándonos al es-
pejo, a los fantasmas. Aquí hay cinco fan-
tasmas que al interlocutor lo ponen en
crisis en algún aspecto, sobre todo eso es
lo que me gustaría a mí.
No está dirigido a nadie
en particular en cuanto
a lo personal. Pero
más que al poder judi-
cial específicamente, al
Estado, que como tal
creo que está obsoleto
Aquí hay cinco
fantasmas que al
interlocutor lo ponen en
crisis en algún aspecto,
sobre todo eso es lo
que me gustaría a mí
“El tuerto y los ciegos” es el nombre de la pintura
ganadora del primer premio del Concurso
Impulsarte San Juan, auspiciado por el municipio
de Capital. La obra muestra a 5 personajes que
representan los vicios y los excesos de la
administración de justicia.
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