y cuando se gatilla esa solicitud, el auditor
se comunica con el médico para que acre-
dite que no hay alternativa. No se habla con
el afiliado porque él siempre piensa que es
lo mejor lo que le indica el médico.
—OSP tiene el 20% de la población de
San Juan, y cuando se habla de salud,
se habla de dinero. ¿Existe un cupo de
recursos financieros para cada caso?
—En salud en la provincia no se habla de
cupos económicos. Se ve la indicación y se
otorga lo que corresponda. No se ha ne-
gado nunca por una cuestión económica,
solamente se puede haber discutido por
falta de criterio. En salud no podemos
poner cupos porque las prioridades son di-
ferentes.
— ¿Cubren muchas derivaciones?
—No son tan frecuentes pero tenemos
casos. Acá no podemos resolver trasplan-
10
Viernes 27 de julio de 2018
CECILIA SARMIENTO, DIRECTORA MÉDICA DE LA OBRA SOCIAL PROVINCIA
tes hepáticos y de médula ósea que son pa-
tologías onerosas desde el tratamiento pre-
vio hasta la recuperación. Podemos hablar
de 40 afiliados por mes con derivaciones de
patologías muy complicadas que acá no
pueden ser tratadas.
—¿Hay niños entre esos pacientes?
—Sí, tenemos. Por ejemplo, las leucemias
en niños hay que derivarlas por protocolo a
una institución especializada para tratarlos y
para un futuro trasplante de médula ósea.
Los afiliados con fibrosis quística son con-
trolados a nivel provincial y tratados fuera
de la provincia.
—¿Qué pasa por dentro de la funcionaria
cuando ve cada caso en particular?
—Siempre uno trata de empatizar y po-
nerse en los zapatos del afiliado. Hay nor-
mativas legales que la administración obliga
a cumplir versus la sensibilidad. Tenemos
un cuerpo de auditores muy amplio y cada
vez que un caso no se puede resolver por
los carriles habituales, tenemos un comité
de auditorías que se dedica a analizarlo.
Son varias instancias en las que se pasa
por la asesoría letrada y se hace un in-
forme, siempre sabiendo que eso se replica
al resto de los afiliados. No tenemos que
perder el objetivo de que cada caso lo tene-
mos que hacer general, no podemos ha-
cerlo indiscriminadamente para un solo
caso en particular. La excepción tiene que
ser para todos.
C
asos de gran repercusión pública,
como el de Fernando Baggio –el
asesor del INADI que tiene un tumor
cerebral y está en litigio con su obra social
para que cubra la operación—, o el de Veró-
nica Cataldo, que con cáncer y cinco tumo-
res cerebrales murió esperando la
derivación para su tratamiento, generan em-
patía en las personas, que se imaginan a
ellas mismas o a sus familiares atravesando
esa situación.
La bronca contra las obras sociales estalla
entonces y sirve de catarsis para los cientos
de casos que ocurren a diario.
Más allá de la empatía o la bronca que cual-
quier humano puede sentir, las obras socia-
les sobre todo las solidariamente
responsables deben, no sólo cumplir con
normas y protocolos para brindar cobertura,
sino también lograr un equilibrio entre los
beneficios que otorga a todos los afiliados.
Para conocer más sobre este tema, El
Nuevo Diario entrevistó a Cecilia Sarmiento,
directora médica de la Obra Social Provincia
(OSP), que cuenta con 145.000 afiliados.
—¿Qué criterios sigue la OSP cuando se
trata de derivaciones?
—No tiene ninguna duda, se deriva a un pa-
ciente cuando la complejidad de la patolo-
gía no puede ser resuelta a nivel provincial.
Son los casos en que uno no duda en acce-
der a la derivación porque no tenemos la
tecnología adecuada aunque tengamos el
recurso humano. Con el informe del médico
y la historia clínica, el auditor se contacta
con el médico derivante, evalúan el caso y
se consigue el turno en el lugar donde va a
ser derivado para que lo reciban y los trámi-
tes se hacen inmediatamente. No se de-
mora la derivación una vez que se
encuentra la pertinencia.
—¿Qué pasa en los casos que aquí
existe la tecnología pero el paciente no
tiene confianza en el médico?
—Primero hay que saber que tenemos que
bregar por 145.000 afiliados. Tenemos que
agotar nuestros recursos. En el caso que se
haya cortado la relación médico—paciente,
se lo puede derivar para una interconsulta.
Pero no se puede acceder cuando el afi-
liado no estuvo de acuerdo y quiere él solo
la interconsulta. En ese caso la obra social
le va a decir que tiene que pagar la inter-
consulta y si hay un diagnóstico distinto, re-
cién ahí actúa la obra social.
—¿Cómo se procede frente a enfermeda-
des poco frecuentes, con tratamientos
aprobados por ANMAT pero que salen
carísimos? ¿O en el caso de una próte-
sis de valor elevado?
—En caso de un tratamiento que esté apro-
bado por la ANMAT, si es costoso y es la
única alternativa terapéutica, hay que autori-
zarlo. La obra social nunca dice que no solo
porque sea costoso. En el caso de las pró-
tesis, si hay otras alternativas, se autorizan
las otras alternativas.
—A pesar de que la más cara le dé una
mejor calidad de vida a ese paciente…
— Siempre va a haber prótesis de última
generación pero le tenemos que dar la
misma respuesta a todos los afiliados y los
recursos son finitos. En ese caso uno eva-
lúa si realmente es la única alternativa tera-
péutica.
La profesional sostiene que
ante patologías complejas,
primero se agotan los
recursos profesionales y
tecnológicos en la
provincia. Expresa que el
dinero con que cuentan es
finito y que las soluciones
deben ser para todos los
afiliados.
“
”
Siempre uno trata
de empatizar y
ponerse en los
zapatos del
afiliado
“Se deriva a un paciente cuando el
caso no puede ser resuelto en San Juan”
—¿Cuáles son los recursos económicos
con que cuenta la OSP?
—Se abastece de los aportes propios de
cada afiliado, no hay fondo de redistribución
solidaria ni tenemos recuperos como las
obras sociales nacionales por enfermeda-
des catastróficas, como los trasplantados o
patologías oncológicas. Si se deniega se
hace por una justa razón pero porque tene-
mos que darle la oportunidad a todos y
como es solidario, hay que darle la presta-
ción al que más lo necesita.
—¿Qué pasa en el caso de tratamientos
no autorizados por la ANMAT?
—Ahí jugamos un rol muy importante por-
que la obra social no puede tomarse la atri-
bución de autorizar algo que no esté
autorizado por la ANMAT. Si nos dice que
no tiene indicación y el tratamiento es efec-
tivo porque el médico lo dice, tenemos que
informar que la ANMAT no nos autoriza
como entidad financiadora. En ese caso
queda bajo la responsabilidad de quien lo
autoriza, bajo la orden de un juez que auto-
riza por el pedido de un médico.
—¿Cuánto presionan laboratorios con
nuevos medicamentos o tratamientos?
—Las nuevas presentaciones de drogas no
van de la mano con la capacidad adquisi-
tiva de cada sistema financiador, los medi-
camentos biológicos que son muy
costosos. A veces, el afiliado pregunta por
una nueva medicación y el médico la indica