Jueves 18 de abril de 2019
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“En el sistema educativo
sobreviven las elites”
ENTREVISTA EXCLUSIVA CON ROSITA COLLADO, LA EDUCADORA QUE SENTÓ
L
os resultados del incansable trabajo
al que Rosita Collado dedicó toda
su vida hablan por sí solos. El Cole-
gio Central Universitario “Mariano Mo-
reno”, al que ella dirigió durante dos
décadas, es sinónimo de excelencia edu-
cativa. Con gran convicción, estuvo al
frente del equipo de docentes que, a me-
diados de los ´60, se puso al hombro la
tarea de convertir a una escuela sin in-
fraestructura ni materiales didácticos en
una institución que fue modelo de aper-
tura, progresismo y calidad. Fue directora
del colegio hasta 1986, cuando se jubiló.
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Hoy, a los 90 años, Rosita publicó un libro
con la historia de las primeras décadas
del Central, como “un homenaje no pere-
cedero a quienes pusieron los cimientos
para esa gran obra”. La obra
“Colegio
Central Universitario Mariano Moreno. Orí-
genes de una trayectoria prestigiosa
1965—1985”,
publicada por la editorial
Polites, fue presentada por la autora en la
Facultad de Ciencias Sociales.
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La educación no fue el único ámbito en el
que Rosita dejó su huella. Fue pionera en
la militancia por los derechos humanos en
San Juan, como miembro de diversas ins-
tituciones como la Red por la Identidad
San Juan, el Encuentro Nacional de Muje-
res y la Mesa Directiva de la Asamblea
Permanente por los Derechos Humanos,
entre otras. En 2017, el Senado de la Na-
ción la distinguió por su labor en “la pro-
moción y protección de los derechos
humanos de las mujeres”.
— ¿Cómo ve a la educación argentina
actualmente?
— Los que dirigen y controlan la educa-
ción no están actualizados suficiente-
mente. No recurren a los avances de la
ciencia para entender cuáles son los pro-
blemas y cómo enfrentarlos, aunque reco-
nozco que los problemas de hoy son
mucho más complicados que hace 50
años. Deberíamos estar a la altura del
siglo XXI, con la filosofía, la pedagogía y
la ciencia en general. Nos vamos en cues-
tiones tecnológicas y no hacemos lo fun-
damental que hace a la civilización y la
cultura.
— ¿Cuáles son los problemas de hoy
que más le preocupan?
—Primero está el tema de la elección de
la carrera docente. Dadas las condiciones
económicas y sociales tan negativas, la
gente que tiene ganas de estudiar toma el
camino más corto, que hoy es la carrera
docente. Se toma casi como un ganapán.
Pero hay que tener un espíritu de genero-
sidad y no creer que uno va a ir con la va-
rita mágica y convertir todo lo que toque
en gente educada.
— ¿Qué se necesita entonces para ser
docente?
—Hay que tener un sentido de la realidad
que, en estos tiempos, en las profesiones
de salud y de educación, es difícil de so-
brellevar. El docente es una persona con
muchas expectativas e ideales, pero en
un contexto tan negativo se siente frus-
trado. Debe sobreponerse a lo que los
niños manifiestan cada día, que son las
dificultades económicas, que hoy alcan-
zan no solo a las clases indigentes sino
también a la clase media.
“Los gobernantes
no están en
contacto con
la crisis”
— ¿Cuál era el clima que se vivía
cuando fue creado el Colegio Central?
— En los años 60 cuando iniciamos la
tarea en el Central, había una esperanza,
un optimismo, un idealismo que llevaba a
la gente a actuar, sobre todo por ganas,
por vocación, pero era otro contexto. El
colegio cumplió 54 años. Es medio siglo,
las cosas han cambiado mucho, las de-
mandas materiales son muchas y las res-
puestas que se pueden dar son muy
pocas. Me da mucha pena. El chico viene
en una disposición muy poco positiva para
aprender y eso significa un desgaste terri-
ble para el maestro y un esfuerzo por so-
breponerse a esas carencias.
— ¿Por qué no están teniendo esa dis-
posición necesaria para aprender?
— Cualquier persona puede ver las condi-
ciones a las que se está reduciendo la po-
blación argentina. Ese clima económico y
social repercute en el ánimo, en el estado
psicológico, físico y social de la gente.
¿Qué puede salir de ese clima depri-
mente, poco motivador? Además, está la
distracción de los medios y los celulares,
que se han convertido como en una
droga. El maestro tiene que enfrentar pro-
blemas para los cuales hay que tener mu-
chísimo coraje.
— ¿Cuál cree que es la solución a
estas problemáticas?
—
Que yo pretenda dar una solución a una
crisis mundial de valores sería imposible.
Además, hay una crisis nacional econó-
mica, social y de responsabilidad política y
me da una pena tremenda ver que no se
les puede pedir a los docentes que asu-
man la responsabilidad de sacar a los
niños de este ambiente negativo, de esta
falta de perspectivas y horizontes porque
tienen que hacer un poco de magia.
— ¿De quién es la responsabilidad?
—Los gobernantes no están en contacto
directo todos los días con los efectos terri-
bles de las crisis en las familias y en los
niños. Pueden ir a los barrios y mirar de
afuera pero el maestro tiene que aguantar
y se da cuenta que muchas veces su
tarea es infructuosa, que el niño no
aprende. Se da cuenta que hay niños que
tienen hambre, que a lo mejor tienen al-
guna enfermedad y que en sus casas hay
Después de escribir sobre los orígenes
del Colegio Central Universitario, la ex-
directora de la institución habló sobre
los problemas de la educación actual,
la implementación de la ESI y el rol de
docentes y gobernantes ante la crisis
del país. Como militante de los DDHH,
se refirió a los desafíos del feminismo y
a las críticas que recibe el movimiento.
Una nota de
Graciela Marcet
