Jueves 18 de abril de 2019
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cho a la libertad de opinión y el derecho a
equivocarse. El pensamiento no es un de-
lito. Prohibir que vayan con un pañuelo a
la escuela va contra la definición de indivi-
duo, que implica la libertad de pensar di-
ferente. Cuando uno se opone a algo hay
que dar razones y estamos muy adelante
en el siglo XXI como para dar razones
que sean prejuicios o estén basadas en la
ignorancia.
— ¿Qué piensa del lenguaje inclusivo?
—Me parece una ridiculez. Las lenguas
van evolucionando de acuerdo a un mon-
tón de factores que son demasiado gran-
des como para cambiar todo por decreto
de un momento a otro. No me parece im-
poner cambios por una corriente de unos
pocos y hay que ocuparse de cosas más
importantes. Me parece perder el tiempo,
en lugar de tratar otros temas, como de-
batir con altura con quienes se oponen a
la educación sexual.
“Hay que educar a
los hombres en
el feminismo”
—Como militante histórica del femi-
nismo, ¿cómo ve la fuerza que ha ad-
quirido el movimiento?
—Esos son los avances. La gente ahora
está más informada y más estimulada y
eso hay que reconocerle a la tecnología.
A mí me espanta cuando se convierte en
una especie de droga que absorbe, hipno-
tiza y desvirtúa a la gente y la separa de
la percepción de la realidad. Pero hay que
reconocer que ha habido avances gracias
a la tecnología y que la juventud toma
más participación y se da cuenta que hay
problemas que hay que resolver y supe-
rar. Me encanta la participación de la ju-
ventud en muchas manifestaciones cultu-
rales y de todo tipo.
— ¿Qué piensa de los que dicen que el
feminismo es una moda?
—No creo que haya corriente que no
tenga críticas. Pero es falta de informa-
ción y es ignorancia. En las propias mili-
tantes falta informar de las bases
sociales, culturales e históricas del some-
timiento que hay en las mujeres. Tenemos
víctimas todos los días. Lo grave sería
que se hagan avances para reemplazar
una violencia machista por una violencia
de las mujeres.
— ¿Qué significa eso?
—Hay que educar a los hombres y a los
hijos varones y a los compañeros varones
en el feminismo si se quiere cosechar fru-
tos. No solo las mujeres deben informarse
y educarse. No podemos progresar las
mujeres y dejar atrás a los varones, si nos
pretendemos informadas y adelantadas
en el reconocimiento de nuestros dere-
chos. Algunos hombres son naturalmente
violentos y no tienen remedio, pero la ma-
yoría de los varones machistas tienen que
ver con la crianza que no enseñó a com-
partir obligaciones y responsabilidades.
— ¿La escuela puede educar en este
sentido?
—Sí, pero antes que la escuela está la
crianza. La escuela son 4 horas y el resto
del tiempo los niños están con los padres.
Una persona encargada de 30 alumnos
tampoco puede transformarlos totalmente
si en la casa nadie contribuye. Si las femi-
nistas no conseguimos apoyo para que
les enseñen el respeto tanto a la niña
como al varón sin distinción de sexo, la
tarea se hace imposible. Si solo lo hace-
mos con manifestaciones, es muy poco lo
que se puede lograr.
— ¿Cómo cree que se logran los
cambios?
—Hay que trabajar con los padres y
madres, en las cooperadoras y en
todos los lugares donde hay niños chi-
cos porque muchas veces se cargan
las responsabilidades más pesadas en
la hermana y el varón solo toma la
parte de directiva. Después las mani-
festaciones y marchas no pueden com-
poner esa mala crianza. Las marchas
son una colaboración, pero lo funda-
mental es la crianza y el enseñar el
respeto hacia la mujer, el compartir res-
ponsabilidades, poner la mesa entre
varones y niñas, tender las camas, lim-
piar el piso. Y hasta los periodistas tie-
nen una gran importancia en la
formación o deformación de los lecto-
res en todos estos temas.
“Los gobernantes pueden ir a
los barrios y mirar de afuera.
Pero el docente es el que tiene
que aguantar todos los días y se
da cuenta que hay niños que
tienen hambre. El maestro no
puede luchar así”.
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ENTREVISTA EXCLUSIVA CON ROSITA COLLADO.
