TAPA ATLAS LINGUISTICO TOMO 1 - page 46

Atlas Lingüistico y Etnográfico del Nuevo Cuyo
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De Navarro Tomás y Manuel Alvar a los Atlas Na-
cionales
Luis Flórez, ex alumno de Navarro Tomás, en 1947 vislum-
bró la necesidad de un Atlas general, pero antes era necesario
que cada país tuviera el suyo. Por ello fue que junto a Tomás
Buesa, entre los años 1954 y 1961 redactó reiteradas veces un
Cuestionario. Para la versión definitiva se contactó con Ma-
nuel Alvar, Sever Pop y Navarro Tomás, entre otros. Después
de ese contacto redujo de 8065 las preguntas a 2000 y luego a
1500.
Costa Rica también fue objeto de estudio para Arturo Agüero,
quien expuso el proyecto de un Atlas, siguiendo la línea del
ALEA, ALEC y de los trabajos de Navarro Tomás.
Fue en México, en el año 1963 que, después de dictar un
Curso, Alvar logró conformar un pequeño cuestionario al que
más tarde publicó el CSIC de Madrid como
Cuestionario
preli-
minar para el estudio del español de América con 200 pregun-
tas, basado en el Cuestionario del ALEICan. En 1973 se publi-
có el Tomo I del ALESUCH, obra que abarca la región sur de
Chile, siguiendo los lineamientos de los atlas de Alvar. En la
Nota preliminar, Araya anunciaba los restantes tomos “...
A este
tomo deberá seguir tres o cuatro más que contendrán lo correspon-
diente al léxico marítimo, al léxico rural y a la forma lingüísti-
ca...”
(Araya, 1973, III). Se pretendía, además, continuar con
otro atlas que abarcara el norte de Chile, el ALENoCh, pero
Araya solo publicó una muestra cartografiada y un glosario del
salitre y el cobre.
Manuel Alvar y Quilis publicaron en 1984 el
Cuestionario
del Atlas Lingüístico de Hispanoamérica
. En su Introducción,
Alvar explica que se apoya en la experiencia del Atlas Lingüís-
tico de España y Portugal, que él coordinó, con 1000 pregun-
tas. A ellas les sumó las del
Atlas Linguarum Europae
y, además,
los borradores preparatorios que sirvieron de base para el estu-
dio del léxico americano, que los aplicaba a sus alumnos de
Madrid (OFINES) y Málaga (Curso Superior de Filología ).
Desde 1985 se comenzó con la aplicación del Cuestionario
del ALH con 1416 preguntas en Cuba, Bolivia, Ecuador, Texas,
Nuevo México, y ya a finales del 92 se iniciaron las encuestas
en Argentina y Chile. Mientras tanto, Rocío Caravedo avanza-
ba con las encuestas en el Perú y César Quiroga Salcedo y Aída
Elisa González, junto a un equipo de la Universidad Nacional
de San Juan, Argentina, colaboraban en la realización de las
encuestas para algunos puntos de San Juan, Mendoza, y La
Rioja. Para la región litoraleña colaboraron Nélida Donni de
Mirande y Susana Boretti de Macchia.
Más tarde aparecerían otras investigaciones, como las de
Argentina y Uruguay, que si bien no estaban directamente vin-
culadas con el ALH, tenían líneas de contacto. En primer lu-
gar, el
Atlas Diatópico y Diastrático del Uruguay
(ADDU) diri-
gido por Adolfo Elizaincín y Harald Thun, que en compara-
ción con los atlas europeos, si bien no incluye en su cuestiona-
rio las preguntas de carácter etnográfico, los autores tenían la
voluntad de integrarse al ALH, por ello mantiene en su cues-
tionario 626 preguntas de las 1416 del Atlas de Alvar y Quilis.
Con respecto al
Atlas Lingüístico Antropológico de la Repúbli-
ca Argentina,
nació dentro del marco del Plan de Alfabetiza-
ción creado por la Comisión Nacional de Alfabetización y Edu-
cación Permanente (CONAFEP) en 1985. Este atlas se separa
casi en forma total del resto de los atlas españoles e
hispaoamericanos, ya que la finalidad era establecer una políti-
ca para la enseñanza de la lengua, por lo que se apartaba tam-
bién de las tareas de la geografía lingüística. Las cartillas esta-
ban planteadas tendientes a la recolección de datos sobre el
medio natural, la sociedad y el sistema de creencias y represen-
taciones. Su Directora, Ofelia Kovacci, declararía en La Na-
ción que “
La idea se nos ocurrió por el ejemplo de la Sra. de Battini,
esa investigadora infatigable, formada en la época del Instituto de
Filologíade AmadoAlonso,de HenriquezUreña y otros, que cuando
era inspectora en San Luis aprovechaba la infraestructura escolar
para recoger en sus visitas los modismos, hablas y narraciones de
cada pueblo
3
.
Los primeros documentos dedicados al ALARA se publica-
ron en 1987 en el Programa Educativo de Alfabetizació n
(PREDAL). Ofelia Kovacci explicó que en él solo se publica-
ban resultados provisionales, que servirían de base para la se-
gunda etapa de la investigación. Todos lo artículos contenidos
en la citada publicación reflejan el amplio espectro que este
atlas abarcaría: los casos de bilingüismo, sustrato y adstrato;
información sobre léxicos específicos, actitudes frente a la len-
gua, estudio de los rasgos sociales y una descripción del espa-
ñol de la Argentina. Sánchez Proaño se adelantaba y planteaba
que “…
Los datos aportados por el Cuestionario Preliminar per-
mitirán también la formulación de hipótesis de trabajo relativas
al manejo de la información que proveerán los Cuestionarios del
Atlas
” (PREDAL,1987). Lamentablemente este Atlas quedó
interrumpido por los cambios políticos de la época. Visto el
destino del ALARA, se puede afirmar que el ALECuyo se trans-
formará en el primer Atlas que poseerá la Argentina, aunque
de pequeño dominio.
En 1990 se publicó el tomo I del ALMéx. dirigido por Lope
Blanch, que si bien plantea los principios teóricos de todos los
Atlas, su
Cuestionario
se aparta en algunos puntos de los res-
tantes, por cuanto el atlas tenía como finalidad dos factores:
por un lado, considerar las hablas mexicanas y su polimorfismo,
y por otro, profundizar desde la sociolingüística, la variedad
dialectal de la realidad mexicana. Lope Blanch lo expresa en la
Introducción de su Atlas: “[El Cuestionario]
es exclusivamente
lingüístico-no etnográfico- y relativamente asistemático, por cuan-
to que no se organiza en torno a campos semánticos; [...] en el atlas
mexicano se da cabida a un buen número de problemas
morfosintácticos, cuya significación o peso dialectal me parece que
supera conmucho al de las más superficialesdiferenciacionesléxicas
(Lope Blanch, 1990, t I, v II). Por lo que ya Manuel Alvar,
desde su punto de vista, había expresado que este Atlas no ha-
bía partido de un interés estrictamente geolingüístico, sino de
otros objetivos y que, por lo tanto, corría el riesgo de perder el
enfoque panhispánico al caracterizar desde otra mirada lingüís-
tica a ese país del norte.
Elaboración del cuestionario del ALECuyo
Se ha repetido en reiteradas oportunidades, siguiendo a
Guillieròn, que solo cuando se ha finalizado el relevamiento de
todos los datos, se está frente al “cuestionario ideal”. Alvar no
dejó de recordarlo en todas sus publicaciones y en sus Clases de
OFINES.
4
3
Diario “La Nación”,
Se confeccionará un atlas lingüístico de la Argentina.
Recogerá, a través de la infraestructura del Plan Nacional de Alfabetiza-
ción, material vivo del habla regional en todo el país
, Buenos Aires, 1986,
p.8.
4
T anto el Director, Codirectora y algunos integrantes del Proyecto
fueron alumnos de Don Manuel Alvar en los Cursos de OFINES (Ma-
1...,36,37,38,39,40,41,42,43,44,45 47,48,49,50,51,52,53,54,55,56,...230
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