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JUAN CARLOS BATALLER - EDGARDO MENDOZA
LOS AÑOS 70 - VIDA INSTITUCIONAL
LOS AÑOS DE PLOMO
A
l comenzar la década, el país era
presidido por el general Roberto
Marcelo Levington, un militar de ten-
dencia nacionalista que fue convo-
cado al país –se encontraba en el
exterior- para hacerse cargo del gobierno ante el
deterioro que había sufrido el gobierno presidido
por Juan Carlos Onganía.
A los problemas de la economía, el gobierno
militar sumaba otro que con el correr de los años
adquiriría derivaciones dramáticas para los
argentinos: habían comenzado a actuar los gru-
pos armados subversivos –Montoneros, ERP y
FAR- y el llamado “cordobazo” indicaba un alto
grado de descontento popular que se traducía en
violentas manifestaciones donde se mezclaban la
rabia espontánea con la violencia organizada.
Comenzaban años de gran participación de la
juventud tanto en los partidos organizados como
en entidades de base y hasta desde la clandesti-
nidad. Paralelamente, el fuerte gremialismo pero-
nista estaba fracturado. Aunque ambas partes
respondían a Perón, el enfrentamiento entre ellas
era de tal magnitud que en los años siguientes
varios de los más importantes dirigentes fueron
asesinados por elementos subversivos, entre
ellos Oscar Smith, Augusto Timoteo Vandor, José
Rucci y Alonso.
Pero lo curioso de esta etapa en la que la polí-
tica se hacía fundamentalmente en las calles, en
las universidades y los sindicatos y con gran par-
ticipación juvenil, era que los gobernadores se
elegían sobre la base de la capacidad de “lobby”
de sectores provinciales o a vinculaciones de
sanjuaninos con el poder militar.
Así fue como desde el 25 de agosto de 1969
gobernaba en San Juan José Augusto López,
con un gabinete básicamente peronista. José
Amadeo Conte Grand estaba a cargo del ministe-
rio de Gobierno y Miguel Marzo ocupaba la car-
tera de Bienestar Social mientras que el desarro-
llista Juan Victoria se desempeñaba como minis-
tro de Economía.
López gobernaría hasta 1971, cuando asume
el gobierno provincial Ruperto Honorio Godoy
–también peronista-, sostenido por el apoyo de la
Federación Económica, la CGT, la Federación de
Viñateros, el sector bloquista que respondía a
Aldo Hermes Cantoni y parte de la prensa san-
juanina. Tan vasto apoyo sólo le permitió a Godoy
gobernar durante 40 días.
Los militares tenían un nuevo hombre fuerte:
Alejandro Agustín Lanusse, un militar que se atre-
vía a desafiar a Perón en el campo político y
anunciaba una salida democrática con el pero-
nismo incluido, por primera vez, en más de tres
lustros.
El hombre de esta etapa en San Juan fue un
geólogo de simpatías radicales que en los años
80 se afiliaría al bloquismo: Carlos Gómez
Centurión, quién armó un gabinete donde tenían
cabida hombres de distintas formaciones, como
el ministro de Gobierno Federico Bocelli (socialis-
ta), el de Economía, Ricardo Basualdo (conserva-
dor) y el de Bienestar Social, Carlos Yossa (gre-
mialista peronista).
Lanusse jugó una carta fuerte. “A Perón no le
da el cuero para regresar al país”, dijo. Pero a
Perón le dio el cuero y en las elecciones de 1973
el peronismo arrasó con una fórmula que sería
provisoria: Héctor Cámpora – Vicente Solano
Lima. En San Juan hubo necesidad de una
segunda vuelta entre los candidatos del peronis-
mo y los del bloquismo, para definir quien gober-
naría la provincia, resultando electo el profesor
Eloy P. Camus y el abogado Francisco Aguilar,
integrantes del Frente Justicialista de Liberación
que nucleaba a desarrollistas, cantonistas y con-
servadores, entre otros.
Fue el de Camus un gobierno de pacificación
que evitó a San Juan muchos de los episodios de
violencia que desangraban al país.
Mientras en el país los enfrentamientos entre
los grupos subversivos y las Tres A, un grupo
parapolicial que respondía a José López Rega
marcaban un inusual pico de violencia, en San
Juan sólo se produjeron algunos hechos aisla-
dos.
Eran los años en los que Cámpora renunciaba
al poco tiempo de asumir para permitir nuevas
elecciones en las que triunfaría la fórmula Juan
Domingo Perón – María Estela (Isabelita)
Martínez. Tras la muerte del viejo líder, en 1974,
asumiría Isabelita en un periodo signado por los
problemas económicos, los enfrentamientos sin-
dicales, la violencia terrorista y la falta de capaci-
dad para gobernar, lo que creo el ambiente pro-
picio para que en marzo de 1976, fuera destitui-
do el gobierno constitucional y con gran consen-
so popular en sus inicios, los militares volvieran al
poder inaugurando una etapa que denominaron
Proceso de Reorganización Nacional y que sería
recordada como una de las etapas más negras
de la historia argentina.
Ya no habría gobernadores sanjuaninos. Ese
título quedaba reservado para militares venidos
de otras partes, como el capitán de navío Alberto
Vicente Lombardi y el brigadier Angel Vicente
Zamboni, desconectados de la realidad provin-
cial y carentes de sustento político.
Dos gobernadores bajo gobiernos militares. Carlos Gómez
Centurión (1972/73) y Angel Vicente Zamboni (1978/80)
comparten un acto cultural
El gobernador Eloy Camus, el vicegobernador Francisco Aguilar, el arzobispo, monseñor Idelfonso María Sansierra y el director de
Diario de Cuyo, Francisco Montes, durante un agasajo al periodismo en 1974
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