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Viernes 4 de marzo de 2016
D
ecíamos que San Juan ha
tenido todo tipo de promo-
ción y ayudas de la Nación.
Pero por falta de capaci-
dad, carencia de material humano o
simplemente desidia, no hemos sen-
tado las bases para un desarrollo auto
sostenido.
Si hubo gente que se enriqueció,
como algunos ingenieros agrónomos,
estudios contables que “se especiali-
zaron”, ciertos “intermediarios” y hasta
quienes vendieron sus propiedades a
buen precio… aunque se dice que en
muchos casos recibían sólo la mitad
del dinero.
También se beneficiaron políticamente
quienes generaron puestos de tra-
bajo… aunque estos fueran transito-
rios.
Pero lo concreto es que poco es lo
que quedó.
Le explico:
*
A valores de hoy sería difícil calcular
los cientos de millones de dólares que
demandó la reconstrucción de San
Juan. Sin embargo,
no tenemos una
industria de la construcción.
Segui-
mos trayendo de afuera elementos
esenciales. Desde puertas y ventanas
a artefactos de iluminación, electrici-
dad, pinturas, sanitarios, pisos, buena
parte de los muebles, aire acondicio-
nado, vidrios, herramientas, etc. Hasta
las plantas vienen de afuera. No hubo
gobernantes que dijeran “ya que viene
tanto dinero, propiciemos una gran in-
dustria de la construcción”.
*
Más increíble aun es que las
gran-
des obras
las siguen haciendo em-
presas de afuera y son dirigidas por
profesionales foráneos, aunque sub-
contraten partes acá.
*
Tuvimos Promoción industrial
. De
pronto “producíamos” desde formula-
rios continuos hasta papel higiénico,
desde aviones hasta químicos. Pero
la mayor parte de las empresas vinie-
Las industrias con rueditas...
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ron de afuera, no se alimentaban con
la producción local, no se dirigían a
mercados cercanos o a la exportación,
no generaron industrias complementa-
rias. Sólo les importaba el certificado
que dijera que producían acá para
poder diferir. Cuando terminó la promo-
ción se fueron.
*
Tuvimos Promoción Agricola
pero
se privilegió a grandes empresas forá-
neas, no se integró el agro con la in-
dustria y la comercialización y se
invirtió mucho menos de lo que se
había comprometido. En lugar de gran-
des bodegas que elaboraran vinos de
alta gama se privilegió cultivos que de-
mandaran más años de promoción
como nueces, olivos, etc. Hoy varios
campos están abandonados y son
pocas las grandes bodegas que que-
dan. Permanecen en cambio aquellas
empresas que realmente aprovecha-
ron la promoción para producir más y
diversificarse
*
Hubo empresas que lograron regíme-
nes especiales y se transformaron en
una gran mentira.
-Por ejemplo, con el Plan Huarpe se
radicó una fábrica de aviones. Todo
venía de afuera y acá sólo se ensam-
blaban las partes.
-Recientemente, una empresa traía
motos de China con el compromiso
de ir alcanzando una integración pro-
gresiva con partes producidas en San
Juan. Nunca se integró. Sus dueños
se hicieron millonarios simplemente
ensamblando. Algo similar a las indus-
trias del sur argentino que “fabrican” te-
levisores o celulares que vienen de
afuera y a las que sólo se agrega un
gran cartel que dice “hecho en Argen-
tina”.
Lo curioso de todo esto es que mu-
chas de las empresas que gozaron du-
rante muchos años de beneficios
impositivos y luego se fueron dejando
a sus empleados en la calle,
nunca
pagaron esas degravaciones. Y tam-
poco se las reclamaron.
nota de tapa
mentimos?
¿Por qué
nos
Cuando
San Juan vivió
“era industrial”
una auténtica
D
igámoslo claramente: hace tiempo que en
San Juan no se habla de proyección de
futuro.
Es más, en algunas oportunidades hasta
contratamos “asesores” que viven en Mendoza para
que vinieran a
planificarnos
el San Juan que viene.
Ganaron mucho dinero y nada hicieron.
Es así como, ante la falta de debates, la “importación
de cerebros”, la carencia de estadísticas confiables y
nuestra propensión a reducir los planteos, dejamos
de lado análisis insoslayables para planificar un mejor
futuro.
Caemos entonces en simplificaciones como decir que
“los mendocinos han crecido más porque se radica-
ron muchos italianos, que eran industriales mientras a
San Juan vinieron agricultores españoles”.
Un absurdo total.
n n n
Si hablamos de industria en San Juan tenemos que
referirnos a una historia de altibajos.
A pesar de haber contado con diferentes tipos de pro-
mociones, la industria sanjuanina siempre fue consi-
derada por los responsables del Estado sanjuanino
como una herramienta de creación de empleos y
no como una palanca para alcanzar el desarrollo
integrado
—tanto horizontal como vertical—
de la
provincia
.
¿Fue siempre así?
No. Hubo una época en la que se trabajó en el sen-
tido correcto.
La existencia de una pujante clase in-
dustrial que unía a nativos e inmigrantes, se
tradujo en avances que fueron más allá del hecho
económico en sí.
n n n
Esa conjunción de protección del Es-
tado más créditos más incorporación
de capitales y tecnología más una
admirable cultura del trabajo que
traía la sangre extranjera más co-
nocimientos más una creciente
Francisco Campodónico
Salvador
López Peláez