Viernes 4 de marzo de 2016
E
l año pasado, El Nuevo Diario dio a conocer un
caso similar al ocurrido en la Iglesia Católica, pero
que ocurrió en la Iglesia Asamblea de Dios. A raíz
del arqueo de caja, realizado por el nuevo consejo de ad-
ministración de la Asamblea de Dios, se detectó cuando
menos una gran deuda en AFIP, que alcanzaba a la cifra
de $800.000. Debido a esto, la iglesia debió enfrentar
ocho juicios y el pago de $40.000 pesos en honorarios de
abogados. La deuda de AFIP debió ser refinanciada y as-
ciende ahora a un millón de pesos.
Según fuentes de la Asamblea de Dios consultadas, esta
deuda sólo parece ser la punta del iceberg de un faltante
mayor de dinero que se investiga.
La mayor preocupación de las fuentes consultadas es im-
pedir que la iglesia sea intervenida, porque constitutiva-
mente es una ONG (Organización No Gubernamental) y
puede ser pasible de esa sanción.
Según explicaron, no es la primera vez que un fiel admite
que “pecó”, tomando dinero de las arcas de la iglesia,
pero nunca fue por un monto tan alto. “Muchos fieles usa-
ron el dinero porque necesitaban comprar remedios, por
ejemplo, y luego venían, admitían que lo habían tomado,
pedían perdón y lo devolvían. Somos humanos y eso
puede pasar”, admitieron.
La Asamblea de Dios maneja muchos recursos económi-
cos, porque aunque ya no recibe subsidios desde Suecia
como en los primeros años, los fieles hacen grandes
aportes personales y también el diezmo.
En todo San Juan, la iglesia evangelista reúne aproxima-
damente unos 9.000 fieles.
Cómo se detectó
la maniobra
E
l tema salió a luz en noviembre del
año pasado. Se realizó una audito-
ría porque monseñor Delgado
tenía el dato de que algo pasaba. Ade-
más, hubo una serie de transferencias
que los señalados no supieron explicar.
Era dinero que salía de la cuenta de las li-
mosnas y una parte se transfería a la
cuenta particular del contador.
En aquel momento, mientras se realizaba
la auditoría, Juan Brozina fue desvincu-
lado pero hubo conflicto laboral de por
medio. Todo daba a entender que no tras-
cendería ese marco, pero no fue así. Lo
que llama la atención es el tiempo que
medió entre que se detectó la maniobra y
el momento de radicar la denuncia. El es-
crito en la fiscalía de Instrucción N° 5 fue
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Comunicado del Arzobispado
de San Juan de Cuyo
1
En el marco de una auditoría administrativa e informática del
Arzobispado se detectaron posibles irregularidades en el de-
sempeño de dos empleados administrativos.
2
Recabados todos los elementos necesarios, el
Arzobispado elevó la denuncia a la Justicia, de
acuerdo a los procedimientos que corresponde
para estos casos.
3
Una vez que se expidan las autoridades judiciales
se podrá conocer el monto del posible perjuicio,
que no ha afectado al normal funcionamiento
del Arzobispado ni al destino de los fondos de
las colectas de la Iglesia que se canalizan a
través del Arzobispado.
4
Agradecemos la colaboración de los sa-
cerdotes y de las parroquias que facilitaron
estos procedimientos, al igual que al resto
del personal del Arzobispado y al Consejo
de Asuntos Económicos.
Monseñor Alfonso Delgado denunció penalmente al contador y al tesorero del
Arzobispado por presunta administración fraudulenta. Según el escrito, desviaban
fondos de la limosna a sus cuentas particulares.
“Hay de todo en la viña del Señor”
es
una frase que los católicos pronuncian a
menudo y que sirve para definir el hecho
policial que en la actualidad rodea al Arzo-
bispado de San Juan. El propio arzobispo,
monseñor Alfonso Delgado, fue a la Fisca-
lía de Instrucción N° 5 a cargo de Ana Lía
Larrea a ratificar una denuncia por el pre-
sunto delito de fraude en el que aparecen
imputados el contador y el tesorero del Ar-
zobispado.
Según trascendió en ámbitos tribunalicios,
el monto de la presunta maniobra rondaría
los 700 mil pesos, pero no se descarta
que pueda ser mayor. Todo surge tras una
auditoría realizada en las cuentas banca-
rias sobre lo actuado en los últimos tres
meses del 2015. La auditoría reveló que
desde esas cuentas se hicieron transfe-
rencias a las cuentas de dos particulares,
siendo los montos más significativos los
que se llevaba el contador Juan Brozina,
aunque también aparece denunciado el
tesorero, de apellido Tapia.
Según las fuentes, esas cuentas banca-
rias eran donde se depositaba lo obtenido
por la limosna en las distintas parroquias.
La denuncia ingresó sobre el 10 de fe-
brero por parte de los abogados del Arzo-
bispado y fue el propio monseñor quien
ratificó la presentación.
Inmediatamente la fiscal requirió el pedido
de investigación y la imputación para
ambos denunciados y el juez subrogante
del Cuarto juzgado de Instrucción, en ese
momento Benedicto Correa, ordenó una
serie de allanamientos que dieron resulta-
dos negativos. No pudo darse con el para-
dero de los dos sospechosos, aunque
inmediatamente presentaron el pedido de
eximición de prisión anticipada, lo que en
estos momentos se tramita en el juzgado.
El dato curioso surge en el momento del
allanamiento del lugar de trabajo: Ninguno
de los dos acusados fue encontrado, no
volvieron a trabajar a la sede del Arzobis-
pado y el juzgado dictó una orden de de-
tención y técnicamente están prófugos.
No sólo en la Iglesia Católica pasa
presentado el 10 de febrero.
El delito investigado es fraude a través
de una administración fraudulenta, que
por la pena que importa en caso de ser
encontrados culpables, es excarcelable
ya que el mínimo está por debajo de los
tres años.
Otro caso sin aclarar
N
o es la primera vez que el Arzobis-
pado tiene que intervenir por faltan-
tes de dinero. El año pasado, El
uevo Diario publicó que el Colegio Santa
Teresita del Niño Jesús estaba envuelto en
un escándalo financiero. Los padres, de-
bido a una supuesta conducta evasiva y no
habitual de quien fuera el representante
legal del establecimiento y por el rumor de
que el colegio no contaba con los fondos
suficientes como para seguir con las puer-
tas abiertas, se pusieron en alerta. El monto
en cuestión era de dos millones de pesos.
Cuando se anotició sobre los hechos a la
sede administrativa de la Iglesia Católica en
San Juan, monseñor Alfonso Delgado co-
municó que el Arzobispado respondería por
la mitad del faltante y el resto se obtendría
con ayuda de la comunidad educativa.
Por esa razón es que desde el colegio se
lanzó la venta de un bono contribución para
tratar de sumar la mayor cantidad de di-
nero. Paralelamente, se ajustaron controles
y sobre los presuntos responsables del
hecho se decidió no realizar la denuncia
penal.
ESCÁNDALO EN EL ARZOBISPADO
¡No se salvó
ni la limosna!