El Nuevo Diario - page 30

Las graves
tragedias del
mundo actual
Señor director:
Son tan profundas las tragedias del
mundo presente que deberíamos
hacer algo por aminorar el aluvión de
sufrimientos. Ciento treinta millones de
personas, en cuarenta países, necesi-
tan hoy asistencia para sobrevivir. ¿Y
esto por qué sucede? Por lo mismo de
siempre, no puedes esperar construir
un planeta más habitable sin mejorar
la convivencia de las personas. Vale la
pena defender una ciudadanía en va-
lores y censurar a los destructores de
vidas, sean del reino que sean. Lo
malo de todo este volcán de conflictos,
es que cada día aumentan los mora-
dores hambrientos de esperanza, dig-
nidad y sosiego.
Está visto que el mundo requiere
menos armas y más alma, más ética y
menos injusticias. El número de des-
plazados y refugiados por la violencia
en Centroamérica ha aumentado en
los últimos años a niveles solamente
comparables con la década de los
ochenta. Agregado a esta atmósfera
de terror y fanatismo, deberíamos ad-
quirir otros hábitos de consumo que
pensasen más en nuestros análogos
desperdigados por todo el planeta.
Pongamos por caso, los alimentos que
se desperdician en América Latina,
que podrían alimentar a trescientos mi-
llones de almas de otras latitudes.
Sin duda, el foco de la humanidad
tiene que abrazar sobre todo a las po-
blaciones más vulnerables. Precisa-
mente, la propuesta de observar el Día
Mundial de la Población (11 de julio),
cuestión que partió del Consejo de Ad-
ministración del Programa de las Na-
ciones Unidas para el Desarrollo en
1989, nace como deseo de injertar ex-
pectativas, asignando la máxima priori-
dad a las personas.
Viernes 15 de julio de 2016
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POEMA CONJETURAL
El Dr. Francisco Laprida, asesinado
el día 22 de setiembre de 1829, por los
montoneros de Aldao, piensa antes de morir.
Zumban las balas en la tarde última.
Hay viento y hay cenizas en el viento,
se dispersan el día y la batalla
deforme, y la victoria es de los otros.
Vencen los bárbaros, los gauchos vencen.
Yo, que estudié las leyes y los cánones,
yo, Francisco Narciso de Laprida,
cuya voz declaró la independencia
de estas crueles provincias, derrotado,
de sangre y de sudor manchado el rostro,
sin esperanza ni temor, perdido,
huyo hacia el Sur por arrabales últimos.
Como aquel capitán del Purgatorio
que, huyendo a pie y ensangrentando el llano,
fue segado y tumbado por la muerte
donde un oscuro río pierde el nombre,
así habré de caer. Hoy es el término.
La noche lateral de los pantanos
me acecha y me demora. Oigo los cascos
de mi caliente muerte que me busca
con jinetes, con belfos y con lanzas.
Yo que anhelé ser otro, ser un hombre
de sentencias, de libros, de dictámenes,
a cielo abierto yaceré entre ciénagas;
pero me endiosa el pecho inexplicable
un júbilo secreto. Al fin me encuentro
con mi destino sudamericano.
A esta ruinosa tarde me llevaba
el laberinto múltiple de pasos
que mis días tejieron desde un día
de la niñez. Al fin he descubierto
la recóndita clave de mis años,
la suerte de Francisco de Laprida,
la letra que faltaba, la perfecta
forma que supo Dios desde el principio.
En el espejo de esta noche alcanzo
mi insospechado rostro eterno. El círculo
se va a cerrar. Yo aguardo que así sea.
Pisan mis pies las sombras de las lanzas
que me buscan. Las befas de mi muerte,
los jinetes, las crines, los caballos,
se ciernen sobre mí… Ya el primer golpe,
ya el duro hierro que me raja el pecho,
el íntimo cuchillo en la garganta.
Jorge Luis Borges. 1943
María Cristina Guerrero
DNI 3901827
C
artas
del lector
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Aquellas que se refieran a perso-
nas en particular deben ser acom-
pañadas por fotocopia del
documento de identidad del remi-
tente.
Víctor
Corcoba Herrero
Escritor
Señor director:
Quiero aclarar en primer lugar que no
soy arquitecta, ni diseñadora de interio-
res, nunca me desenvolví en esos ám-
bitos. Lo que voy a decir a continuación
tiene que ver con el sentido común y lo
que hablé con amigos y vecinos. Real-
mente me parece un despropósito los
colores y formas que están utilizando
algunos intendentes para pintar cordo-
nes, postes y árboles.
A la cabeza del ranking del mal gusto,
por lo tanto del derroche de dinero, tam-
bién lo incluiría en la categoría de con-
taminación visual, está el intendente de
Rivadavia, Fabián Martín. Ha pintando
de verde estridente hasta el más pe-
queño pedazo de cemento en los ba-
rrios que ya han sido acechados.
¿Quién le dijo que queda bien?. Ni si-
quiera los troncos de los árboles ni las
macetas de los vecinos se salvaron de
Los pintas cordones
semejante acción. Si lo que quería es
que se note lo que hace, hubiera sido
preferible que no pintara nada.
Detrás está el municipio de la Capital,
con Franco Aranda. En estos días an-
duve por el centro y vi con desagrado
cómo están pintando las líneas peatona-
les y los cordones. ¿Quién le enseñó a
pintar a quienes están a cargo de esta
tarea? Totalmente desprolijos, quedaban
mejor sin que las tocaran.
Creo que a Rivadavia y Capital les aga-
rró el ataque de pinta cordones que
hace un tiempo también le dio a Marcelo
Orrego en Santa Lucía. Claro que es im-
portante que los departamentos luzcan
bien, pero la política no se reduce a
chapa y pintura, espero que también se
ocupen de los problemas de fondo que
tienen sus municipios.
Rolando Lucero
Señor Director:
Escribo para expresar mi orgullo por ser
argentina, más cuando acabamos de fes-
tejar el Bicentenario de la Independencia
de nuestro país. Lejos de las divisiones, di-
ferencias y rivalidades, creo que en esta
fecha tan especial pudimos recordar nues-
tra esencia, lo que nos une más allá de las
particularidades de cada región, de la
ideología o religión que cada uno profese.
En las figuras de la época del Congresos
e Tucumán, sobre todo en los represen-
tantes de nuestro querido San Juan, como
Francisco Narciso Laprida y fray Justo
Santa María de Oro, pudimos ver de qué
estamos hecho, recordar nuestros valores
y aspiraciones.
Así como expreso mi alegría y orgullo por
lo argentino, también convoco a mis com-
patriotas a que sigamos apostando por
los valores en común. Que sigamos te-
niendo presente a los hombres que hicie-
ron este país, las cosas que todos
soñamos, que seguramente todos apos-
tamos por una Argentina cada día más
rica, en unidad y prosperidad para todos
sus habitantes.
María del Valle López
Señor Director:
Mientras duran los ecos de estas memorables fiestas “julias” envío un regalo para usted
y los lectores de El Nuevo Diario. ¡Feliz Bicentenario!.
Orgullosa de
mi país
Homenaje a Laprida
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