El profesional sostiene que
existen dos tipos de escasez:
la física, cuando el recurso hí-
drico está bien administrado
pero no es suficiente, y la eco-
nómica, cuando el problema es
ocasionado por una mala o de-
ficiente gestión. Justamente el
tema de gestión fue abordado
en la pasada Cátedra del Agua.
L
a planificación y gestión de los siste-
mas hídricos en el área del Gran San
Juan, un ámbito urbano y periurbano
donde la competencia entre los distintos
usos y usuarios de agua se ha vuelto com-
pleja, presenta un desafío conjunto para el
gobierno y la sociedad. Por eso, el tema
fue abordado en el último encuentro de la
Cátedra Libre del Agua, perteneciente a la
Unidad Integrada INTA—UNSJ, realizada
el pasado 3 de noviembre y en la que estu-
vieron representadas todas las áreas res-
ponsables de los distintos usos y
dependientes la Secretaría del Agua del Mi-
nisterio de Planificación e Infraestructura:
agua potable, agua para riego, aguas resi-
duales y su reuso, y agua para arbolado y
espacios públicos. Esquemas de gestión
disponibles y marcos tarifarios, fueron otras
de las temáticas abordadas.
Para Fernando González Aubone, inge-
niero agrónomo del INTA y responsable de
la Cátedra del Agua por esa institución, en
San Juan, se está ante un problema de
gestión que debe abordarse de manera in-
tegral.
—Según algunos pronósticos, es posi-
ble que el año próximo haya menos pre-
cipitaciones níveas ¿qué implicaría para
San Juan?
—Yo no soy climatólogo pero estamos ante
un cambio climático y los pronósticos a
largo plazo indican que hay una tendencia
a menos precipitaciones níveas en invierno
y más lluvia en verano. Eso implica una
adaptación. En la Cátedra del Agua esta-
mos abocados a la gestión del agua, por-
que eso hace al buen uso de este recurso.
—¿Cómo se gestiona en época de esca-
sez?
—Hay dos tipos de escasez de agua, la fí-
sica y la económica. La escasez física se
presenta cuando los recursos hídricos
están bien administrados y no son suficien-
tes. La escasez económica es producto de
una gestión que todavía tiene un recorrido
para mejorar, estamos ante un problema
de gestión. Por eso hay muchas regiones
del mundo que tienen abundancia de agua
y a la vez tienen escasez porque el agua
no está disponible para los usuarios en el
momento y las condiciones que la necesi-
tan. Con un consumo de 1.500 m3 por ha-
bitante por año, gestionando bien el agua,
puede alcanzar para todos los usos. En
San Juan estamos por arriba de los 2.000,
por este motivo los problemas que tene-
mos, sobre todo en algunos años, son de
escasez económica, es decir que pueden
superarse si se mejora la gestión. Por eso
hay distintas políticas que encarar, como
diques, mejorar los sistemas de riego, de
agua potable, etc.
—¿Ante el exceso en el consumo, es
una solución colocar medidores de
10
Viernes 11 de noviembre de 2016
“En San Juan tenemos problemas
de escasez económica de agua”
FERNANDO GONZÁLEZ AUBONE, RESPONSABLE DE LA CÁTEDRA DEL AGUA
agua en el área urbana?
—Esa es una medida. Pagar por lo que
uno usa pone los pelos de punta a mucha
gente. Pero si queremos hacer un uso ra-
cional y equitativo sería lo más indicado,
porque no puede ser que pague lo mismo
una persona que vive en un terreno de
1.600m2 que otra que vive en un departa-
mento. Estas cosas atentan contra una
buena gestión.
—Además, si casi el 90% del caudal del
Río San Juan que está destinado a pro-
ducción y sólo un pequeño porcentaje
de productores realizó la conversión del
sistema de riego de sus fincas, también
hay un problema de gestión, ¿no?
—La modernización de los sistemas de
riego incluye varias cosas, por un lado los
sistemas de captación, almacenamiento y
distribución y también la gestión dentro de
cada parcela. Estas dos gestiones están in-
terconectadas porque por más que uno se
modernice intra—finca, si el agua no llega
de acuerdo a las necesidades del produc-
tor, hay un gran problema.
—Siempre hay un choque entre las ne-
cesidades de los productores e Hidráu-
lica
—Sí. Los procesos de modernización de
regadío incluyen varios aspectos, como los
físicos, de infraestructura —un dique, cana-
les revestidos, compuertas— y elementos
de medición y control que sean modernos.
Pero no todo pasa por la infraestructura
porque si la gestión no es la adecuada, se-
guiremos teniendo problemas. En lo que se
hizo a nivel de mejoras en riego o en di-
ques y canales, hay obras muy buenas y
hubo ayuda a los productores, pero a ese
proceso le falta una etapa de mejora de la
gestión colectiva en los niveles inferiores.
Una cosa es la gestión a nivel matriz de
grandes canales y otra, que es la más com-
plicada, es la gestión en los canales tercia-
rios o ramos comuneros, que es donde los
regantes se reparten el agua entre sí. Ahí
aparecen conflictos sociales, pero si ellos
se ponen de acuerdo y son capaces de or-
ganizarse y tener gestión colectiva, el resul-
tado es distinto a que si se pelean entre
ellos y se roban el agua. Entonces, el go-
bierno tiene un rol muy importante pero
también los propios usuarios regantes, a los
que la ley les da un lugar participativo y de
decisión, son responsables.
—¿El Prosap ha trabajado los aspectos
sociales además de las mejoras de los
sistemas de riego?
—Sí y ahora creo que lo que faltaría es esta
modernización a niveles inferiores del agua.
Se ha mejorado mucho en los canales prin-
cipales, secundarios y diques. Pero falta
mucho en la gestión a nivel terciario y del
usuario general.
—¿Cómo se hace una distribución efi-
ciente en la parte de riego?
—Lo primero que hay que hacer es un
diagnóstico. Hay evaluaciones del desem-
peño de los sistemas de riego. Estamos
aplicando metodologías desarrolladas por
la FAO y estamos capacitados para hacer
esas evaluaciones. Pueden hacerse en
toda una cuenca o a nivel inferior para
saber qué pasa. Por ejemplo, en Colonia
Fiscal, estamos con un proyecto de Ciencia
y Tecnología en el que trabajamos con los
productores de la comunidad. Ellos tienen
el problema de que son colas de canal y los
turnos que tienen son muy distanciados,
entonces mediante una acción colectiva ha-
bilitaron tres pozos que tenían y pusieron
una tubería para reactivarlos. Armaron una
cooperativa para lograr rehabilitar esos
pozos y cuando no tienen agua, cualquier
regante puede ir y pagar por la hora de
pozo. Ahora quieren hacer un reservorio
para compensar los distintos caudales y
distribuir de manera más constante. Acaba-
mos de terminar una encuesta a todos los
regantes sobre los problemas que tienen y
de esa encuesta, vamos a elaborar un an-
teproyecto para que en el futuro busquen
una financiación para mejorar su sistema
de riego. Esto les va a valorizar la tierra.
Con un consumo
de 1.500 m3 por
habitante por año,
gestionando bien el
agua, puede alcanzar
para todos los usos.
En San Juan estamos
por arriba de los
2.000.
Pagar por lo que uno
usa pone los pelos de
punta a mucha gente.
Pero si queremos
hacer un uso racional
y equitativo del agua
sería lo más indicado
“
”