Viernes 23 de diciembre de 2016
10
Los que dejaron
de ser nadies
Hace 5 años, varios de los
integrantes de la Cooperativa
Cordillerana vivían de la ba-
sura, de recuperar lo que po-
dían del “basural de la calle 5”.
Hoy tienen un trabajo digno,
aportes jubilatorios y obra
social, y pudieron estudiar.
Sueñan las pulgas con comprarse un perro
y sueñan los nadies con salir de pobres,
que algún mágico día
llueva de pronto la buena suerte,
que llueva a cántaros la buena suerte;
pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy,
ni mañana, ni nunca...
(Los Nadies, Eduardo Galeano)
H
ace 5 años, y contrariando el
poema de Galeano, la buena
suerte comenzó a llover para cien-
tos de personas que vivían de recuperar
lo que encontraban en el “basural de la
calle 5”. Hasta esa zona de Rivadavia lle-
gaban por día varios camiones a depositar
la basura de los municipios del Gran San
Juan y ellos, “los nadies”, se tiraban casi
literalmente de cabeza al pozo de basura
para conseguir algo que vender: cartones,
papeles, latas... Y quizás, la buena suerte
de encontrar algo de valor, comida o ropa
en buen estado.
Con la construcción, en esas 7 has. que
abarcaba el vertedero, del Parque de Tec-
nologías Ambientales (PTA), a cargo de la
Secretaría de Estado de Ambiente de la
provincia, llegó la necesidad de buscar
una empresa para tercerizar el servicio de
separación y tratamiento de residuos y de
ahí a pensar en crear una cooperativa y
que estuviera a cargo de estos trabajado-
res informales, sólo hubo un paso.
Alberto “Nolo” Fernández es quien co-
menzó con la idea. El trabajo fue arduo,
sólo 10 de los cientos de personas que
trabajaban en el basural aceptaron partici-
par de la creación de la cooperativa, ganó
la licitación del PTA. Cerca de 6 meses
tardó el proceso de hacerles conocer los
beneficios del cooperativismo y de a
poco, varios más fueron incorporándose.
“Fue difícil al principio que entendieran
VIVÍAN DE LA BASURA Y CREARON UNA COOPERATIVA CON LA QUE
que podían trabajar sin patrones y tam-
bién que la gente creyera en este pro-
yecto, porque pensaban que no iba a
funcionar o que tenía otros fines”, ex-
plica Fernández, para quien la “Pedago-
gía del oprimido” de Paulo Freire, se
transformó casi en su libro de cabecera.
Actualmente en la planta trabajan 130
personas, de lunes a viernes y en dos
turnos, de 8 a 14 y de 14 a 20, y ade-
más de trabajar en la separación y com-
pactación de la basura, el tratamiento
incluye el enterramiento del material
irrecuperable y la generación de com-
post a partir de la basura orgánica.
Fueron 5 años de arduo trabajo, en los
que varios pudieron cumplir con su an-
helo de estudiar y están a punto de reci-
bir su título de primaria o secundaria.
Otros, presentaron proyectos que sue-
ñan con llevar a cabo. Hubo quienes
con esfuerzo lograron ascender de
puesto y quienes desean seguir una ca-
rrera universitaria. Todos, siguen te-
niendo carencias, pero adquirieron más
recursos para superarlas. Hoy, el festejo
de este quinto aniversario, encuentra a
130 cooperativistas trabajando codo a
codo, con la certeza que jamás volverán
a ser “nadies”.
“Hace 2 años me desempeño en el
área de limpieza del SUM y baños.
Espero todos los días a mis compañe-
ros cuando bajan a merendar. Me fal-
tan 2 materias para terminar el
secundario. Si Dios quiere el año que
viene lo termino. Estoy casada hace
29 años y tengo 4 hijas, de las que 3
ya tienen su familia. Ellas han estu-
diado y yo siempre quise hacerlo. De
las cosas más importantes que me dio
el trabajo, es el estudio, lo que siem-
pre anhelé. Cuando uno entra aquí,
dice: mañana no vengo, y por eso
tengo que agradecer a mis compañe-
ros. Este es un trabajo como cualquier
otro. Me siento orgullosa de tener mi
trabajo digno”.
ANA MARÍA CORTEZ/ENCARGADA DE LIMPIEZA TURNO TARDE
“De las cosas más importantes
que me dio el trabajo, es el estudio”