más increíble: la culpa era de Toyota por-
que no se había accionado la alarma que
indica que no lleva puesto el cinturón, por
esa razón entendía que quien debía
pagar la multa era Toyota por esa falla en
el sistema.
Las brujerías
Otro de los temas comunes en denuncias
contravencionales en peleas entre veci-
nos, pasa por denunciar que una vecina
que se peleó con otra luego fue víctima
de una brujería. Cruces de sal en la
puerta, manchas de aceite arrojado a
propósito, cebo de velas de color, entre
otras tantas cosas. En algunos casos se
encontraron fotos pinchadas con alfileres
y hasta muñecos representando a deter-
minada persona clavados con alfileres.
El tema de las multas no solo arroja algu-
nas anécdotas, también muestra el grado
de responsabilidad de las personas a la
hora de tener que cumplir con lo resuelto
por el juez cuando emite una sentencia
condenatoria. Por ejemplo, hablar por ce-
lular mientras se maneja hace que el
conductor se enfrente al pago de una
multa de 2.600 pesos, ahí es cuando el
infractor pide que le den tiempo, que le
hagan un plan de pago o que directa-
mente le perdonen la multa porque no
tienen para pagar.
cinturón de seguridad. Cuando estuvo
ante el juez, el infractor negó el hecho,
primero, y después argumentó la excusa
8
H
ace algún tiempo hubo gran re-
vuelo en el Centro Cívico por-
que se hablaba de que en el
lugar se hacían brujerías. Las pruebas
que respaldaban esas afirmaciones
consistían en elementos tales como
velas, fotos, muñecos y algunas otras
cosas. Nunca quedó esclarecido el
hecho, no se supo a ciencia cierta qué
había ocurrido en el lugar. Sin em-
bargo toda esa hipótesis está total-
mente alejada de la realidad.
En un operativo ordenado por uno de
los jueces de Faltas, se secuestró en
un domicilio particular gran cantidad
de elementos con los cuales se
hacía esoterismo. Los elementos
fueron trasladados hasta el Centro
Cívico, lugar donde funcionan los
juzgados de Faltas de la provincia y
después de un tiempo, el juez or-
denó que fueran llevados a otro lugar
dentro del edificio. Precisamente al-
guien encontró esos elementos y
tejió toda una versión relacionada
con prácticas esotéricas dentro del
edificio.
¿Esoterismo en el
Centro Cívico?
Viernes 23 de diciembre de 2016
SEGÚN QUEDAN PLASMADAS EN LOS EXPEDIENTES
Las increíbles excusas que deben
escuchar los jueces de Faltas
están grabadas en la memoria de jueces,
secretarios, escribientes y auxiliares. Un
señor fue multado por no llevar puesto el
Cómo justificar conducir en
estado de ebriedad es la
infracción que más agudiza
el ingenio de los infractores
para tratar de zafar. Denuncia
entre vecinos por brujerías o no
llevar cinturón de seguridad,
también llevan al infractor a
querer engañar al juez.
A
la hora de hablar de contravencio-
nes, en tránsito o en otro orden,
necesariamente hay que distinguir
por sexo cuál es la reacción de los infrac-
tores a la hora de presentarse ante el juez.
En esta distinción, cuando se trata de in-
fractoras, aducen dos cosas cuando
pasan un semáforo en rojo o cuaado con-
ducen en contramano:
no lo vi o no me di
cuenta
.
La contracara de este reconocimiento, con
excusas difíciles de creer, es la actitud que
adoptan los hombres que niegan todo,
no
es cierto
, dicen. Es como si los aconse-
jara un abogado, nunca lo hiciste, nunca
estuviste.
Alcoholizados y
mentirosos
E
l estado de intoxicación alcohólica
es una de las infracciones que más
pone en juego la creatividad para
encontrar excusas, aunque siempre ter-
mina delatando el infractor y hasta deján-
dolo en ridículo. Cuando deben declarar
ante el juez, empiezan con excusas como
que
era el cumpleaños de mi hija, o era
tal o cual fiesta.
O también están aque-
llos a los que les hacen el dosaje y al salir
elevada cantidad de alcohol en sangre,
dicen que
van a reclamar acusando a la
Policía de haber falsificados resultados
y hasta prometen denuncia penal.
Mu-
chos han apelado y la Justicia ordinaria ha
confirmado las sentencias condenatorias.
También hay excusas realmente increí-
bles. Por ejemplo, que la comida tenía
mucho vinagre y eso es lo que aparece en
el test de alcoholemia, o bien que “soy dia-
bético y el azúcar se transforma en alco-
hol”. A la hora de inventar excusas con tal
de zafar de una multa, la viveza criolla
está primera en la fila.
La culpa es de Toyota
E
n el anecdotario de los juzgados de
Faltas de la provincia la mayoría de
las “justificaciones” están plasma-
das en expedientes. Muchas de ellas
Estadísticas
U
no de los juzgados de
Faltas envió en los últi-
mos días 1,7 millones de
pesos en multas para que sean
ejecutados, ya que muchos in-
fractores no pagan y la deuda
pasa a Fiscalía de Estado. En
un año, en un solo juzgado, in-
gresaron 7.650 actas de infrac-
ción. Esto debe multiplicarse por
los tres juzgados, lo que arroja-
ría alrededor de 22 mil actas.
Además hay un detalle, todos
los años uno de los juzgados
trabaja un poco menos, por lo
que no sería extraño establecer
unas 25 mil actas de infracción
por año. Respecto al cumpli-
miento del pago de las multas,
alrededor del 45 por ciento cum-
ple, del resto la mitad nunca va
al juzgado y la otra mitad va
pero argumenta que no puede
pagar.
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