El Nuevo Diario - page 8

Viernes 29 de junio de 2018
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SILVINA AGÜERO LE RESPONDE A SU MADRE BIOLÓGICA, VANESA SÁNCHEZ
“Me abandonaste de bebé y
ahora venís a arruinarme la vida”.
U
na mujer denunciada por el
Banco San Juan por el delito de
estafa, por supuestamente ha-
berse apropiado de forma indebida de
130 mil pesos depositados por error en
su cuenta bancaria, fue sobreseída por
la Sala III de la Cámara Penal.
El sobreseimiento en favor de Natalia
Rodríguez operó por la prescripción del
hecho, así lo determinaron los jueces
Eugenio Barbera y Maximiliano Blej-
man. El delito imputado era “
apropia-
ción indebida de la cosa ajena por
error
”, en perjuicio del banco.
El error nació con una transferencia de
130 mil pesos desde la cuenta del Go-
bierno de la provincia a una empresa
privada. Al parecer, la firma tuvo un pro-
blema para recibir el pago. Entonces,
el banco canceló la transferencia y, en
teoría, devolvió el dinero.
Pero en lugar de depositarlo en la
cuenta del Gobierno, lo hizo en la caja
de ahorro de Natalia Paola Rodríguez
Díaz, una empleada del Instituto Provin-
cial de la Vivienda (IPV), de 37 años, en
aquel momento.
El error se habría producido en la ma-
ñana del lunes 23 de febrero de 2015. .
La defensa de la mujer fue llevada ade-
lante por el abogado Diego Sanz.
—¿Cómo interpreta esta resolución
de la Cámara de Apelaciones?
—Lo importante es que la Cámara ha
ratificado lo que le veníamos diciéndole
al juez, que este error que comete el
banco no es una estafa. Ella recibe un
dinero que le deposita el propio banco.
Podría llegar a ser una apropiación in-
debida, pero que tampoco lo pudimos
probar en su momento porque el juez
elevó la causa con una calificación
equivocada. La señora quiso devolver
ese dinero, no se lo han recibido y sin
embargo ha estado detenida.
—La mujer fue sobreseída, la causa
prescribió, ¿quién le quita los 3 días
detenida y el escrache público?
—Es así. Creo que el banco se aven-
turó en denunciar el hecho. Es más,
esa señora cobra y cobraba por ese
banco. En ese momento se presentó al
banco e intentó entregar una parte del
dinero porque otra parte la había utili-
zado para un tratamiento médico y no
se la quisieron recibir, le pedían todo el
dinero y ella dijo que no tenía todo. El
banco, a pesar de que había cometido
el error, no quiso y denunció. La señora
abrió una cuenta en su momento y em-
pezó a depositar y a entregar dinero a
cuenta dentro de las posibilidades que
tiene.
—¿Por qué fue denunciada?
—La calificación que va a la Cámara es
estafa, artículo 172 del Código Penal y
la Cámara le dice que no es estafa, a lo
sumo puede ser una apropiación inde-
bida o una apropiación irregular pero no
es estafa. La señora no estafó, no en-
gañó, no hubo intención de quedarse
con un dinero o apropiarse de algo en-
gañándolo al banco, para nada, está
muy lejos de eso.
L
uego de que la Justicia resolvió la
excarcelación de Rosa Agüero,
quien había sido acusada de apro-
piación ilícita de una bebé hace 20 años
por la madre biológica de ésta, la joven en
cuestión, Silvina Agüero, le respondió a la
mujer en el programa A Media Mañana
(Canal 8).
“Me abandonaste de bebé y ahora venís a
arruinarme la vida”, dijo mirando a cá-
mara.
—¿Silvina, vos sabias que eras adop-
tada?
— Sí. Desde que tengo 4 años, mi mamá
me contaba un cuentito que decía que
había una mujer que había dado a su
nena porque no la podía cuidar, pero que
la daba con mucho amor y tristeza para
que el día de mañana pudiera reencon-
trase con ella. Un día mi mamá me dijo:
esa nena sos vos. De chiquita sé, todas
mis amigas del jardín, de la primaria
saben que soy adoptada, mis mejores
amigas y nunca lo oculté.
—¿Supiste quién era tu mamá bioló-
gica?
— Mi mamá me había dicho. Es más, hay
una foto que sale ella conmigo en brazos.
Mi mamá jamás me lo ocultó y me dijo:
ella es tu mamá el día que quieras conó-
cela.
—Vanesa Sánchez dijo que durante
todos esos años creyó que estabas
muerta, hasta que te vio en la calle...
— Mi mamá jamás le ocultó dónde vivía.
Antes que se la llevaran, mi mamá me
dijo: esa mujer sabía que vos estabas
viva; yo me la cruzaba en el centro y ella
le decía: Hola, Deolinda, porque mi mamá
siempre la conoció por ese nombre. Ahora
le dicen Vanesa. Mi mamá quería que ella
me conociera, que supiera que yo estaba
bien, que estaba sana, por eso ella dice
que cuando yo era chiquita pasó por ese
local de ropa y me vio, porque ella siem-
pre supo que yo vivía en calle Santa Fe.
—¿Has tenido contacto con quienes
serían tus hermanos?
— Si, desde febrero que ella apareció.
Tengo fotos con los niños que ella ha es-
tado subiendo en la pileta y tengo fotos de
mi hermano en mi casa porque él fue para
mi cumpleaños y no he perdido contacto.
Ella se contactó a través de Facebook
porque sabía que me llamaba Silvina. Me
dijo que era profesora de fitness, que me
vio en master de zumba y me dijo que si
quería ir a tomar una clase con ella. Como
quedaba cerca de mi casa fui.
—¿Sabías que era tu madre?
— No. Yo fui a la clase y cuando estaba
retirándome, me pidió hablar conmigo y
me contó.
—¿Qué te dijo específicamente?
— Que yo era su hija. Me contó su gran
mentira sobre que me habían robado, que
me habían apartado por la fuerza del lado
de ella, que luchó insaciablemente para
encontrarme.
—¿Querés recuperar el trato con Va-
nesa?
— Yo quería cuando la conocí en febrero.
Vine corriendo y le dije a mi mamá: apa-
reció la señora que me dio a luz y mi
mamá me dijo: sabíamos que algún día
iba a pasar. Mi mamá me decía: andá y
conoce a tus hermanos, le llevaba regalos
porque por ahí veía a los niños que no te-
nían qué comer. Siempre le compré ropa,
les llevaba comida y siempre estaba con
ellos.
—¿En qué momento cambiaste?
— Cuando fue a los medios. Me dolió por-
que es mi vida privada, pocas personas
conocían lo que era mi vida y conocían a
mi mamá y que venga alguien y se entro-
meta... En la facultad todo el mundo habla
de mí, la gente ahora empezó a hablar
cosas malas de mí en Facebook. Me lle-
gan mensajes de odio diciéndome que
soy mala persona, dicen que soy una de-
sagradecida, que soy una mala hija, que
no debería existir...
—¿Cuándo detuvieron a Rosa cuál fue
tu sensación?
— Que me arrancaban la vida. Llegué a
mi casa, eran las dos y media de la tarde
y estaba la Policía y se la estaban lle-
vando. Yo dije me están arrancando el
alma, estuve más de 20 días sin ella y no
sabía qué tenía que hacer, no sabía cómo
tenía que vivir, no sabía cómo tenía que
seguir en la facultad. Tenía que rendir par-
ciales y me veían llorando mis profesoras
porque sabían que no podía con todo
esto. Los vecinos llegaban a la casa, em-
pezaban a preguntar. Los medios me in-
vadieron...
—¿Vanesa te dijo quién era tu papá?
— La última vez que la vi fue hace dos
semanas antes que llevaran presa a mi
mamá. Fui a ver a mis hermanos, al otro
día fuimos al parque de diversiones y hay
prueba. Estuve con ella y le pregunté
quién es mi papá. Me empezó a contar y
me dijo que era alto, me lo describió que
era parecido a mí y que cuando él tenía
17 años y ella tenía 19, la embarazó y
que desapareció cuando se enteró.
—¿Sabés quién es?
— No, no me dijo nada. Solamente me
dijo que esperaba que por los medios él
apareciera para hacer algo.
—¿Cuándo vos analizas todo, qué ex-
plicación encontrás?
— Yo quiero pedir a los medios, porque
es de la única forma que puedo hablar
con ella sin pelear o sin que diga que mi
mamá es culpable, que me diga: ¿Por
qué hiciste esto? ¿Por qué mentiste?
¿Qué te hice yo? Cuando fui una bebé,
me abandonaste ¿por qué ahora venís a
quitarme a mi madre, a arruinarme la
vida? Por qué hiciste esas cosas cuando
sabías que quería formar una amistad
contigo, quería estar bien con mis herma-
nos, tener un vínculo con ellos y me ale-
jaste, me los quitaste.
Natalia
Rodríguez
Diego
Sanz
DIEGO SANZ – ABOGADO DE LA MUJER QUE
RECIBIÓ DINERO POR ERROR Y FUE DENUNCIADA
“Se demostró que la señora nunca estafó”
Rosa Agüero con su hija, Silvina Agüero, en A Media Mañana (Canal 8)
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